El Duque Paralítico
El sol de la mañana brillaba en el castillo mientras el Duque Samuel se preparaba para su audiencia con el Rey Rafael. Desde que regresó de la guerra, Samuel había evitado cualquier contacto con la corte y se había aislado en su residencia, lejos de las miradas curiosas y los rumores.
Samuel, era un hombre de un aspecto muy hermoso con unos ojos color avellana y cabello negro precioso. Pero siempre que llegaba a las reuniones de la Alta sociedad era un hombre frio y muy callado, a tal punto que ninguna dama se atrevía a acercarse a él. Pues tenia fama de ser despiadado.
Pero hoy, el rey lo había llamado para una audiencia, y Samuel no podía ignorar la llamada de su monarca. Sabía que el Rey estaba en busca de un esposo para su hija menor, la princesa Isabella, y temía que lo emparejaran con alguna de las jóvenes ingenuas y tontas que ansían por una posición en la corte.
Samuel entró en la sala de audiencias y se inclinó ante el Rey, quien estaba sentado en su trono.
"Duque Samuel, gracias por venir", dijo el Rey Rafael. "He oído hablar de sus hazañas en la guerra, y estoy agradecido por su servicio a nuestra nación. Pero hoy no estoy aquí para hablar de la guerra. Estoy aquí para hablar de su futuro".
Samuel levantó una ceja en señal de curiosidad, pero no dijo nada.
"Como sabes, mi hija menor, la princesa Isabella, ha llegado a la edad de casarse", continuó el Rey. "Como su padre, quiero asegurarme de que se case con un hombre que la trate bien y que pueda protegerla. Y tú, Duque Samuel, eres un candidato perfecto".
Samuel frunció el ceño, sabía que esto iba a suceder tarde o temprano, pero no estaba listo para asumir las responsabilidades que venían con el matrimonio.
"Señor, le agradezco por su oferta, pero me temo que no estoy interesado en el matrimonio en este momento", dijo Samuel.
"Lo siento, Duque Samuel, pero esta es una petición que no puedo denegar", dijo el Rey. "La estabilidad de nuestro reino depende de las alianzas que forjamos, y el matrimonio de mi hija con un hombre de tu estatus es una oportunidad que no puedo dejar pasar".
Samuel suspiró, sabía que no podía discutir con el Rey. Pero, ¿cómo podría casarse con una mujer que no conocía y que probablemente no quería conocer? Se le ocurrió una idea.
"Señor, si me permites hacer una sugerencia", dijo Samuel. "Si bien estoy dispuesto a cumplir con su petición, tengo un pequeño favor que pedir a cambio".
"¿Qué tipo de favor?" preguntó el Rey, intrigado.
"Permítame que me haga pasar por paralítico durante el próximo mes, para ver cuáles padres estarían dispuestos a casar a su hija con un hombre que pueda parecer imperfecto", propuso Samuel. Y continuo diciendo, dudo que alguna de las jóvenes quiera casarse conmigo, también me gustaría colocar a prueba a la princesa Isabella si me lo permite su magestad.
El Rey lo miró con sorpresa, pero luego sonrió. "Muy astuto, Duque Samuel. Acepto tu propuesta. Pero recuerda, este es un compromiso que no puedes eludir".
Samuel asintió, sabía que había tomado una decisión arriesgada. Pero no estaba dispuesto a contraer matrimonio ni con la princesa ni con nadie.
Samuel caminaba por los pasillos del castillo, de regreso a su hogar, su mirada fría y dura como el hielo. Y aunque siempre mostraba un rostro frio la verdad era que en un tiempo habia amado y lo habían traicionado, por lo que la propuesta del Rey le parecía ridícula, ya que el jamás volvería a creer en el amor.
El Rey había tomado una decisión: Su hija, la Princesa Isabella, se casaría con el Duque. El monarca estaba seguro de que el noble era el candidato perfecto para ser el esposo de su hija y además, el rey quería asegurarse de tener una alianza política sólida con el poderoso duque. Además confiaba que su hija no le iba a importar la condición del Duque, por lo cual no le advirtió de que la condición de esté era falsa. pues confiaba en que su noble hija iba a aceptarlo.
El día de la presentación, Samuel llegó en una silla de ruedas, simulando su discapacidad. La princesa Isabella lo miró con desprecio y rechazo, viéndolo como un hombre débil e inútil.
Pero a pesar de la actitud de la princesa, Samuel decidió continuar con su plan. Durante la cena, simuló tener dificultades para comer y beber, y en todo momento se mostró débil e indefenso. La princesa Isabella, al verlo en ese estado, se desesperó y pidió a su padre que la dejara irse.
El rey se sintió decepcionado, pero entendió que su hija no estaba dispuesta a casarse con un hombre paralítico. Samuel, por su parte, sabía que no había encontrado a la mujer adecuada para él.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 38 Episodes
Comments
Lena
Pues si, si no están cuando estas pasando tu peor momento no necesitan estar en tus mejores momentos...
2024-09-15
0
Diva Perez
Que prueba tan difícil
2024-07-27
1
iris ledezma
wow. que decepción se llevó el rey. veamos que más sucede
2023-07-01
15