Capitulo 19. Parte II

Kylie.

—¿Qué?—digo perpleja.

¿Adam Jacobs pidiendo ayuda? ¿Solamente para hablar conmigo?

Eso es demasiado extraño y difícil de procesar. O sea, pidió ayuda para hablar conmigo.

¿En serio haría eso?

—Así como escuchaste.—dice asistiendo.

—¿Hablas en serio?

Rueda los ojos y busca su celular, entra a la app de mensajes y sí, está su contacto ahí. Hace clic en el contacto y me muestra los mensajes. Efectivamente, hay tres mensajes, los cuales dicen:

«—Hola, Em, ¿cómo estás?—»

¿Desde cuándo la llama así? Y ¿Por qué me molesta?

«—Espero estés bien hoy, ¿Estás en el instituto?—»

«—Sé que puede sonar algo raro viniendo de mí pero necesito que me ayudes a hablar con Kylie. Puedes decirle no sé, que quiero hablar con ella o algo porque de verdad, necesito hablar con ella—»

Dios mío.

¿Necesita hablar conmigo? ¿Tan urgente es?

—Ves, te lo dije en serio.—guarda el celular en la mochila.

—¿Debería escribirle?—le pregunto algo dudosa.

—Si quieres—alza los hombros.

Sí, si quiero.

No digo nada más, solo tomo mi celular y tecleo escribiendo un simple “Hola”, dudosa le doy enviar. No salgo del chat. Mis manos empiezan a temblar cuando veo el en línea y después el escribiendo...

—Tranquila. —Emma me acaricia la espalda y posa su barbilla en mi hombro.

Mi celular suena y lo miro rápidamente. Un mensaje, su mensaje.

«—Hola, quiero hablar contigo. ¿Puedes en el segundo recreo?—»

Veo la hora y faltan cinco minutos para entrar de nuevo al salón. Pienso rápido mi respuesta, miro a Emma antes de teclear:

—¿Por qué solo no entramos a clases y usamos ese tiempo para hablar?

Emma me mira extrañada pero igual, alza los pulgares dándome apoyo. Si mensaje llega rápido.

«—¿No vas a entrar a clases? Creo que te estoy compartiendo de mi rebeldía—»

Emma choca su hombro con el mío y me doy cuenta de que estoy sonriendo.

—¿Que no estabas enamorada?—se ríe soncarrona.

—Jamás dije que lo estuviera.—respondo apretando los labios para no soltar la risa.

—Ajá.—rueda los ojos—Te aconsejo que mejor entres a la clase.—se levanta de las gradas y hago lo mismo, faltan tres minutos para entrar.

—Ah, cierto, clases para los exámenes.

—Exacto.—me guiña un ojo.

Le respondo a Adam que mejor entraré a clases para no perder ninguna, ya que, la próxima semana estaré muy ocupada con los exámenes y no podré estudiar bien por distraerme y no prestar atención. Veo que dice grabando audio... Y me detengo en seco mientras Emma aún camina rápidamente.

—¡Kylie, vamos! —me grita y corro para alcanzarla.

Miro mi celular mientras camino, voy tan distraída que choco con el torso de alguien. Levanto la mirada y ¡Oh, sorpresa! Cómo en veces anteriores, volví a tropezar con Adam. Esto ya se está volviendo algo habitual.

—Lo siento.—le digo tratando de ocultar la sonrisa—Iba a clases.

—Lo sé.—sonríe de lado y mi corazón empieza a palpitar, me gusta verlo así.

Nos miramos por unos segundos y Emma me jala del brazo.

—Vamos tarde, amiga. —me dice y ve a Adam.—Oh, Hola. Ya nos vamos tenemos clase, hablan después.

Hace mucho énfasis en cada palabra cuando habla, me lleva con ella y camino casi arrastrando los pies. Quería hablar con él pero ya será para después, las clases van primero.

Llegamos justo a tiempo. Nos sentamos en nuestros asientos correspondientes y la profesora de literatura empieza a pedir los informes que mandó la semana pasada. Escucho mi nombre y me levanto a llevar el mío, lo dejo en el escritorio y espero sacar buenas notas en esto. Me tomó mucho tres días hacer el informe. El tema era libre y elegí el libro Fuego y Sangre de George R.R. Martin. Debo admitir que soy muy fan de la saga por eso me esmeré a que el informe quedara lo más perfecto posible.

En media hora de clase no hacemos nada, la profesora solo está corrigiendo los informes. Los demás hablan entre ellos con voz moderada, escuchan música y juegan en sus celulares. Yo hago lo mismo, My Kind Of Woman es lo único que escucho cuando me pongo mis audífonos.

Emma está tomándose fotos. Ya se ha tomado como cincuenta y la he visto borrar, tomarse más para después volver a borrar. La entiendo, de verdad, es complicado que una foto salga bien o que nos guste.

Mientras la canción se reproduce, mi mente vuelve a esos recuerdos con Adam. La manera que mi corazón latía hace un rato era extraña, jamás había latido tan fuerte, creí que se me iba a salir en cualquier momento. La manera que sonrió. Todo de él.

Creo que me estoy volviendo loca. Hace unas semanas lo odiaba tanto que no podía ni verlo. Ahora todo es diferente, cada que lo pienso tengo la necesidad de verlo o escribirle, cada que lo pienso vuelven esos recuerdos de cuando estamos solos. De ese primer beso de ambos en la fiesta de bienvenida, cuando se coló a mi casa y lo que sucedió esa noche.

Cuando me doy cuenta, estoy mordiendo mi labio inferior inconscientemente. Nadie lo nota, solo yo que mordí tan fuerte que está sangrando. Busco en mi mochila si tengo alguna servilleta que sobró y muy en el fondo consigo una. La tomo y me limpio el labio que aún sangra un poco.

¿Eso provoca Adam en mí?

Más bien, ¿Qué es lo que provoca exactamente?

Cuando pienso en Adam, mi cuerpo reacciona de muchas maneras. Ante los recuerdos calientes, me mordí el labio y sentí un leve cosquilleo en mi entrepierna.

Ante los recuerdos bonitos, mi corazón late de rápidamente y mis labios forman una sonrisa sin darme cuenta.

Por lo visto, haber pasado tiempo con él, ha hecho que me dé cuenta de muchas cosas. Lo pienso tanto y siempre busco la manera de negarlo pero ahora, ya no creo que pueda negarlo más.

Sí, me gusta.

Me gusta demasiado ese guapo chico engreído.

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