Adam.
Estaba en mi cama acostado con la cabeza apoyada en mis brazos. Hoy era la fiesta de mi supuesto amigo y no quiero ir. Jhon ha estado jodiendo con eso desde que salimos del instituto. No para de enviarme mensajes diciendo: "¿Ya estás listo?", "Llegaremos tarde", "Adam, tienes que ir, es nuestro amigo", "Adam esto, Adam aquello", bla, bla, bla. Me tiene harto de tanta mierda.
Recuerdo que tengo un plan que poner en marcha, así que estiro uno de mis brazos hasta la mesita de noche y tomo mi celular. Marco el número de la persona que más me molesta, pero es la única capaz de ayudarme con esto, así que no tengo otra opción.
-Joder, contesta el puto teléfono - digo en un murmullo.
-¿Hola? - dice Madeline del otro lado del celular.
-Arréglate y ven a mi casa - digo sin rodeos.
-¡Adam!, qué sorpresa. ¿Para qué soy buena?
-Arréglate y ven a mi casa - repito - te quiero aquí en 10 minutos.
Cuelgo la llamada y me levanto de la cama. Salgo de mi habitación, bajo las escaleras hasta la sala donde me espera Jhon para ir a la fiesta del patético de Noah. No quiero ir a ver cómo él y la chica de ojos azules se besuquean frente a mí.
-Se puede saber ¿por qué aún no estás listo? - pregunta algo molesto - vamos muy tarde, Adam.
Sí, vamos tarde y me importa una mierda porque no voy a ir. Además, no me invitaron, aunque eso no me importa, puedo entrar a la fiesta que se me dé la gana.
-Porque no iré, no pienso estar ahí viendo cómo el estúpido ese y su novia juntan sus babas - digo con una mueca de asco.
-¿Celoso, mi rey? Vamos Adam, por favor. Ve a tu habitación y... - no termina de hablar porque el sonido de alguien tocando el timbre lo interrumpe.
-¿Esperas a alguien? - pregunta con el ceño fruncido.
-Espérame arriba - le digo señalando las escaleras.
-Bien - suspira - no te tardes, no quiero llegar cuando la fiesta se haya acabado y solo quede el confeti en el piso - dice quejándose y arrastrando los pies hasta la escalera.
Sus sermones me tienen hasta la mierda. Me acerco a la puerta, tomo el pomo para abrirla y veo a la chica de pie frente a mí. No puedo negar que es hermosa. Si la hubiera conocido antes, ella tendría toda mi atención. Lleva puesto un vestido rojo que hace juego con su cabello. Mi vista cae sobre ese escote en V que hace lucir bien sus grandes senos. Abro la puerta completamente para que entre.
-Bien, ¿qué necesitas, guapo? - dice Madeline apenas se sienta en el sofá individual y cruza las piernas como una dama elegante.
-Necesito que me ayudes a arruinar una relación - digo con voz seria.
-Ok, ¿se puede saber de qué relación estamos hablando? - pregunta curiosa.
-Lo sabrás cuando aceptes.
-¿Qué gano yo a cambio? - dice levantándose del sofá y caminando lentamente hasta mí.
-Una noche de placer - digo serio - solo si aceptas.
-Hecho.
Bien, ya tengo la ayuda de la pelirroja para hacer que la pareja perfecta termine de una puta vez. Sé que dije que tendría una semana antes de que el patético ese llegue para destruir emocionalmente a la chica del café, pero todo se fue a la mierda. Ella me evitó toda la semana y, además, estaba ocupado entrenando para el partido de este viernes.
-Debemos separar a Kylie y a Noah - digo - Yo me encargo de la chica y tú del patético.
-Espera, ¿Kylie Ferguson y Noah Wilson? - dice sorprendida - Es el mejor día de mi vida, por fin esos imbéciles van a separarse y Noah va a ser mío.
Ruedo los ojos, qué ridiculez.
-Sí, ajá - digo volviendo a rodar los ojos - ¿Podrías concentrarte?
-Sí, lo siento, pero ¿cómo haremos tal cosa? Sé que hay una fiesta y no puedo entrar.
-Irás conmigo - digo mirándola serio.
Sé que dije que no iría, pero es el momento perfecto ya que será en la fiesta con mucha gente y alcohol, será fácil separarlos para comenzar con el plan.
-Espera aquí - digo levantándome para ir a mi habitación y arreglarme para esa estúpida fiesta.
-¿Quién era? - pregunta el fastidioso de mi mejor amigo levantando una ceja.
-Mi nueva amiga - digo con una sonrisa torcida llena de malicia.
-¿Qué carajos vas a hacer ahora, Adam? - dice molesto - Cada que ríes de esa forma es porque estás planeando algo.
Si alguien me conocía bien era él, Jhon y yo nos conocemos desde hace 4 años. Nuestra amistad surgió desde que hablamos por primera vez, hubo conexión y nos entendíamos el uno al otro. Nunca había tenido un mejor amigo como él, sonará cursi, pero Jhon es el mejor amigo que existe en el mundo. A pesar de que soy una mierda, siempre está ahí para ayudarme. Lo quiero, es el hermano que nunca tuve y si lo pierdo no sé qué haría.
- John, no es nada malo - miento - lo prometo.
- Más te vale - dice, entrecerrando sus ojos.
- Ahora sal de aquí para que pueda cambiarme.
- ¿Irás a la fiesta? - pregunta con cierta emoción. He notado que le encantan las fiestas.
- ¿Por qué crees que te estoy corriendo de mi habitación para cambiarme? - digo sarcásticamente.
John se da vuelta para salir de mi habitación y empiezo a ver qué mierda puedo ponerme. Al final, me decido por algo normal apto para una fiesta. Me visto con una camisa negra de botones, la recojo hasta mis codos y desabotono algunos de los botones para que se vea mi cadena, unos jeans y unos botines negros. Adorno mi muñeca con un reloj Rolex de oro. Sí, de oro. Digamos que mi familia paterna es millonaria. Soy un puto presumido.
Ya listo, bajo las escaleras hasta la sala donde me esperan mi mejor amigo y la pelirroja. Les hago un asentimiento de cabeza para decirles que nos vayamos. Salimos de la casa y nos subimos en la camioneta de John. El camino al bar fue silencioso y lo agradezco porque el ambiente se sentía tan fresco y tranquilo. No duró mucho porque Madeline abrió la boca rompiendo el cómodo silencio.
- Es mi primera vez entrando a una fiesta ilegalmente. Usualmente siempre me invitan. Me meteré en problemas con la estúpida de Kylie y su amiguita por esto, pero valdrá la pena. Me encantan los riesgos - dice airosa.
- Pensándolo bien, nos meterás en problemas a nosotros. No tendríamos que haberte traído, pero el señorito aquí presente es un total hijo de puta y sabe que tendremos problemas si Kylie se entera de que llegó con nosotros - dice -. Adam, lo que sea que estés planeando, te digo de una vez que no va a funcionar.
Si no cierra la boca, le daré un puño que le vuele los dientes. Quiero a John, pero sus discursos me tienen harto. Él comenzó con sus reclamos desde que comencé a meterme en la relación "Nolie", así los llaman en el instituto. Es como un tipo de ship o algo así, y tengo que decir que es lo más ridículo del mundo. Yo jamás uniría mi nombre con el de otra persona.
Lo siento chicos, pero oigan, tengan en mente que será una fiesta increíble y esta noche será el comienzo de una destrucción - dice con malicia.
-No sé qué carajos se traen en manos, pero por lo que sospecho no es nada bueno.
Ruedo los ojos.
Llegamos al lugar y viéndolo por fuera se ve lleno. Le hago una señal a ambos de que entremos. Nos detuvimos en la entrada y manipulé al vigilante para que dejara entrar a la pelirroja.
Cruzamos la puerta y mis ojos se posan en la hermosa chica de ojos azules que está en la barra con el patético de Noah. ¡Dios! Se ve jodidamente preciosa. Ese vestido negro se le ciñe a sus curvas, se ve un poco alta con esos tacones. Ese escote da una buena vista de sus senos, están hechos a su medida, ni tan pequeños ni tan grandes. Observo cada fracción de su rostro, esos ojos azules que brillan por la luz de los reflectores, esos labios rojos.
Jhon y Madeline me están hablando, no los escucho porque todos mis sentidos están en esa chica. Avanzamos hasta ellos, Kylie no se voltea a mirarme y aprieta la mandíbula. ¿Cómo puede evitarme toda una semana? ¿Cómo puede no verme? Lo único que necesito son esos ojos azules mirándome. Déjame ver ese hermoso azul, preciosa.
-Noah, tiempo sin verte -digo sarcásticamente-. Hola Kylie -digo y la chica se voltea haciendo que nuestros ojos se encuentren, mi corazón comienza a acelerarse. No sé qué me pasa con esta chica.
-Adam, Jhon, me alegra mucho verlos -dice Noah emocionado, qué ridículo.
-Gusto volverlos a ver -dice Jhon con una sonrisa en el rostro.
-H...Hola A..Adam, Jhon -dice en un tartamudeo. Está nerviosa, corrección, la pongo nerviosa.
-¿Amor, estás bien? Estás rara -dice Noah preocupado.
-¿Ah, yo? S..sí, estoy bien --dice tratando de sonar normal encogiéndose de hombros, pero lo que logra es ponerse más nerviosa hasta el punto de temblar.
Ella cree que no me doy cuenta del efecto que tengo en ella, pero se equivoca.
--Por Dios, Kylie, estás temblando --digo poniendo una de mis manos en mi pecho dramáticamente.
--No, yo... yo estoy bien, estoy perfecta. Debe ser por el trago --dice, encogiéndose de hombros y restándole importancia--. Ya vuelvo, iré a buscar a Emma. --Noah iba a decir algo, pero ella rápidamente se da media vuelta para irse.
Kylie desaparece entre la gente y aprovecho para ir hacia donde está Madeline para explicarle el plan. Tal vez no sea fácil o tal vez sí, hay que intentarlo ya que no soporto verlos juntos. Estoy muy seguro de lo que haré, aunque algunos salgan heridos, con ella incluida, pero lo supe desde que la vi por primera vez.
Kylie es la combinación de una chica buena que sería incapaz de hacerle daño a alguien, pero también puede ser esa chica vengativa y mala que puede convertirse en tu perdición, haciendo que caigas en el pozo más profundo por ella.
Me acerco a la pelirroja que está en la zona VIP. Fue difícil meterla ahí, ya que el guardia no la dejaba entrar porque no estaba en la lista de las personas que podían entrar ahí. Ella me mira con ojos coquetos y me siento en la silla de enfrente, pido un trago y comenzamos la charla.
--Bien, ¿qué debo hacer, guapo?
--Necesito que vayas con Noah y no te le despegues, dale alcohol hasta que quede inconsciente --digo serio.
--Me gusta cómo suena eso, pero ¿Kylie?
--De ella yo me encargo.
--Me darás mi paga después de esto, ¿cierto? -dice pasando las manos por sus muslos.
¿En serio cree que me acostaré con ella?
--No --digo y frunzo el ceño--. Noah se encargará de eso.
--Ok... --dice entrecerrando los ojos-- pero una vez me dijiste que si te ayudaba con algo importante me darías cien mil dólares.
--¿Y? Fue hace mucho.
--Quiero mi dinero, Adam --dice seria, apretando la mandíbula.
--Está bien, te daré el puto dinero cuando hagas bien tu trabajo. ¿Entendido?
--Sí.
--Bien, ahora ve por Noah --digo levantándome para ir por la chica.
Bajo las escaleras y voy a la barra, me pido un vaso de whisky para luego ir hacia donde está la chica. Me volteo buscándola hasta que la encuentro sentada en una mesa rodeada de los idiotas de mi equipo de fútbol y la loca de su amiga. Se ve ebria, corrección, muy ebria. Escucho cuando el DJ cambia la canción que estaba sonando y comienza a sonar una canción de uno de mis cantantes favoritos. Veo cómo ella y su amiga se levantan, dirigiéndose a la pista. Me muevo hacia la pared que está al frente de ellas para poder mirar a la preciosa chica que baila moviéndose al ritmo de la música.
Me quedo hipnotizado mirándola. Quiero acercarme, pero mis pies no se mueven. Solo me quedo ahí, mirándola, admirándola, detallando lo hermosa que es. Sus ojos se cruzan con los míos y aumentan las ganas que tengo de ir hacia ella, pero me quedo ahí parado sintiendo cómo se forma un duro bulto en mis pantalones cuando empieza a menearse de una forma provocativa sin perder contacto visual. Sus ojos azules se tornan oscuros cuando noto el fuego que hay en ellos. Sin poder detenerme, camino hacia ella. Cuando estoy cerca, alguien se me atraviesa empujándome y haciendo perder de vista a la hermosa chica que baila en medio de la pista.
Empujo al chico que se tambalea por el fuerte empujón y se abalanza sobre mí para golpearme. Esquivo el golpe y le doy uno en la mandíbula, haciendo que caiga. Todo lo que tengo que hacer para estar con Kylie. Me alejo de él para ir por la chica, la cual está de espaldas a mí. Ella sigue bailando y no se da cuenta cuando rodeo mi brazo por su cintura, pegándola a mí. Nos movemos al ritmo de la música. La letra se me hace que va bien con nosotros. No sé por qué, pero lo siento así.
Rozo la piel de su cuello al mover su cabello a un lado para dejar un beso húmedo en su piel. Me acerco a su oído y empiezo a cantar. Siento cómo se estremece al escucharme. Mi corazón se empieza a acelerar y por la forma en la que respira, el suyo también. No sé por qué pasa eso. Hoy en la mañana, antes de impedir que Madeline le pusiera una mano encima, sentí algo extraño. Sentí un nudo en la garganta, nervios y un peso enorme. Mi corazón empezó a latir muy rápido y cuando la vi acorralada, lo sentí más fuerte hasta que se calmó cuando alejé a Madeline de ella.
Mientras estamos aquí teniendo nuestro momento, recuerdo que la pelirroja está con Noah. No estoy seguro de lo que pase después de esto, así que disfruto nuestra cercanía. La volteo hasta que quedamos cara a cara. Aún con mis manos en su cintura, hago una leve presión acortando más el espacio entre nosotros. Estoy haciendo algo que nunca haría. Le estoy cantando a la chica que me gusta mientras la miro a los ojos. Mientras siento su corazón acelerado, siendo sincero, no creí hacer algo así por nadie. La canción termina y empieza otra.
Kylie me mira y tengo ganas de besarla. Si no lo hago, me arrepentiré por el resto de mi vida. Estoy decidido a besarla cuando ella se me adelanta, pasando sus manos alrededor de mi cuello, rozando nuestros labios. Me mira como si quisiera confirmar que mis deseos de besarla son reales. Sus ojos me muestran la culpa y el deseo que se refleja en ellos.
Kylie estampa sus labios contra los míos y no lo pienso dos veces en responderle con un beso desenfrenado. La agarro del cabello, haciendo que abra más la boca para darle paso a mi lengua, volviendo el beso más desenfrenado. Nos separamos un poco para respirar y vuelve a mi boca, besándome como si no hubiera un mañana. Pasamos unos minutos así, besándonos y tocándonos, deseándonos el uno al otro. Quiero decirle que vayamos a otro lugar, pero separa nuestros labios bruscamente y la miro confundido por su acto.
--¿A dónde vas? - digo con la respiración acelerada.
--Iré a buscar a Noah - dice con la voz entrecortada y los ojos humedecidos.
--Sé donde está, pero no es importante. Sigamos con lo nuestro - digo tratando de tomarla por la cintura, pero se aleja.
--No, solo quiero encontrarlo e irme. Y si sabes dónde está, dímelo, por favor - dice mientras sus lágrimas humedecen la piel de sus mejillas.
--Bien - suspiro-. Está en la zona VIP - señalo el piso de arriba.
--Bien - dice dispuesta a irse, pero la tomo del brazo.
--Adam, no...- trata de hablar, pero la interrumpo.
--Solo te advierto que no te gustará lo que verás - digo con voz fría, soltándola del brazo. Me doy media vuelta y desaparezco entre la multitud.
Minutos después, la veo bajar corriendo las escaleras. Mis ojos se encuentran con los suyos y está llorando. Bien, el plan salió como esperaba. Se mete al baño y estoy seguro de que llora por la gran infidelidad de su novio perfecto. Me tomo lo que queda de tequila y me doy media vuelta para irme. Me toca ir en taxi, ya que vinimos en la camioneta de John y no en la mía. Llego a mi casa y antes de bajarme, le pago al taxi. Entro, subo las escaleras a mi habitación, entro en ella y me cambio para irme a acostar. Tomo mi celular de la mesita de noche y llamo a Madeline, felicitándola por el trabajo. Le digo que mañana le daré su paga sin falta, ya que lo de "la noche de placer" la tuvo con Noah.
Cuelgo para dejar el teléfono donde lo encontré y tapo mis ojos con uno de mis brazos, mientras me gana el sueño. Pienso en lo que pasará mañana. Estoy intrigado en saber qué quedará de la relación más perfecta del instituto, la cual estoy haciendo trizas. El sueño me gana y no me doy cuenta de cuándo me quedo profundamente dormido.
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