Capítulo 5.

Kylie.

Estaba corriendo a mi clase de Historia, ya que iba tarde, corrección, muy tarde. No había puesto la alarma, lo que me despertó fue Emma llamándome como loca preguntándome si iba a ir al instituto o no, y pues me levanté corriendo —literalmente— y aquí estoy, corriendo como loca por los pasillos. Mientras corría como cabra loca, sentí una mano tomarme del brazo bruscamente. "Ahora no, si es quien creo que es, le partiré la cara si llego más tarde de lo que voy", me zafé de su agarre y me volteé, y sí, es ese imbécil, Adam, otra vez jodiéndome. ¿Qué carajos querrá ahora?

—¿¡Qué mierda quieres, no ves que voy tarde!? — le dije al chico gritando.

—Preciosa, hoy no entrarás a clase — dije arrogante.

[[ ¿¡Acaso se volvió loco!?]]

—Ah no, ni se te ocurra... — no terminé de hablar porque el idiota me interrumpió.

—Vienes conmigo por las buenas o por las malas — dijo con una voz fría que me dio escalofríos.

—¡No! Adam, ¡no! Primero tengo que ir contigo a saber Dios dónde. ¡¿Sabes qué? Mejor me voy a clase! — le dije dándome media vuelta para irme, pero al parecer Adam no se iba a quedar de brazos cruzados mientras me ve desaparecer por el pasillo, así que acto seguido corrió detrás de mí, haciendo que acelerara el paso, pero al parecer Adam fue más rápido. "Malditos jugadores de fútbol bien formados", Adam se puso al frente de mí, se agachó, me tomó de las piernas y me lanzó encima de su hombro.

—¡Adam, bájame ahora mismo! ¡ADAM! —grité, pero el idiota solo me ignoró e hizo algo que no esperé, me dio una nalgada... EL HIJO DE PUTA DE ADAM JACOBS ACABA DE DARME UNA FUERTE NALGADA.

—¡AU! Adam, bájame, hijo de perra — seguí gritando y él siguió ignorándome. 

—Cállate si no quieres que te dé otra nalgada — dijo en un tono amenazante.

[[ Hijo de puta ]]

—¡¿A dónde me llevas?! — grité fuerte que sentí mi garganta doler.

—A un lugar lejos, preciosa —dice burlón.

Yo solo quería ir a clase... Bueno, a quién engaño, no quería entrar porque tenía un examen para el cual no estudié, así que creo que Adam me salvó de reprobar.

—Exacto, Kylie. Un acuerdo entre tú y yo —dice Adam con una sonrisa pícara en su rostro.

—¿Y de qué se trata ese acuerdo? —pregunto con curiosidad.

—Verás, necesito que me ayudes a conseguir algo que quiero y a cambio, te daré algo que tú quieres —explica Adam.

—¿Y qué es lo que quieres tú? —pregunto intrigada.

—Eso es algo que te diré más adelante, pero primero necesito saber si estás dispuesta a ayudarme —responde Adam.

—Depende de lo que sea, no quiero meterme en problemas —digo con cautela.

—No te preocupes, no es nada ilegal ni peligroso. Solo necesito que me ayudes a conquistar a una chica que me gusta y que tú conoces muy bien —explica Adam.

—¿A quién te refieres? —pregunto confundida.

—A tu amiga Emily —responde Adam.

—¿Qué? ¿Por qué quieres conquistar a Emily? —pregunto sorprendida.

—Porque me gusta y creo que ella también siente algo por mí, pero necesito tu ayuda para acercarme a ella y conquistarla de una vez por todas —explica Adam.

—Lo siento, Adam, pero no puedo ayudarte con eso. Emily es mi amiga y no quiero meterme en medio de ustedes dos —digo con firmeza.

—Vamos, Kylie, no seas así. Solo necesito que me des algunos consejos y me ayudes a acercarme a ella. A cambio, te prometo que te daré lo que quieras —insiste Adam.

—Lo siento, Adam, pero no puedo ayudarte con eso. No quiero traicionar a mi amiga y tampoco quiero meterme en problemas contigo o con mi novio —digo con determinación.

—Como quieras, Kylie. Pero te estás perdiendo de algo muy bueno —dice Adam con una sonrisa irónica antes de alejarse lentamente.

—Sí —dice acercándose más.

—¿Qué clase de trato? —pregunto curiosa.

—Mmm, a ver —dice tomándose la barbilla como si pensara— ¿Aceptarías si te pido que engañes al idiota de tu novio y que tú y yo seamos un polvo de media noche? —dice mirándome, sus ojos grises se ponen negros del deseo.

—¡No! Nunca haría tal cosa y menos con alguien como tú —digo caminando hacia atrás lentamente.

—¿Estás segura de que no quieres? —dice dando pasos hacia adelante, haciendo que quede atrapada entre él y el gigante árbol que tengo atrás.

—Muy segura —digo tragando saliva nerviosamente. ¿Por qué estoy tan nerviosa?

—Así no aceptes, vas a terminar siendo mía de una u otra forma —dice acercando su rostro al mío.

Quedamos tan cerca que puedo percibir su exquisito olor, el cual no puedo describir. Sus ojos y los míos no dejan de mirarse, nuestros cuerpos están muy pegados que puedo sentir los latidos de su corazón y su dura erección en mi vientre. Trato de no ponerme más nerviosa de lo que estoy, pero no puedo. Estamos tan cerca que estoy sintiendo muchas cosas al sentirlo así. No sé qué es, pero la principal son ganas de besarlo y estoy debatiéndome entre hacerlo o no. Pero mi conciencia me dice que no lo haga y no lo haré. Amo a Noah, es el mejor novio que he tenido en la vida como para hacerle tal cosa. Por un momento siento que estoy perdiendo la batalla y mis ganas de besarlo aumentan cuando Adam roza nuestras narices suavemente y acerca sus labios a los míos. Cuando está a punto de besarme, lo empujo muy fuerte que se tambalea y casi cae al piso. Aprovecho que lo tengo lejos para correr con todas mis fuerzas.

—¡Kylie! —grita molesto. Voy corriendo y volteo hacia atrás y no veo a Adam. Gracias Altísimo y Virgencita de los Abdominales. Me encierro en el baño de chicas a esperar que suene la campana indicando la segunda clase para poder salir y entrar a aquella clase tranquilamente.

Y así fue, pasó lo que quedaba de mis clases tranquila, bueno, no tan tranquila, ya que me daba miedo entrar en una clase donde estuviera el chico. El día acabó y me fui a casa. Agradezco no haberme encontrado a Adam ni en los pasillos ni en las clases que compartíamos.

Llegué a casa pensando en qué hubiera pasado si me hubiera dejado besar, si hubiera aceptado aquella propuesta. ¿Cómo creía que iba a dejar a Noah solo por unas noches con él? ¿Cómo creía que yo sería capaz de tal cosa? Lo más raro fue que sentí un impulso de besarlo. No sé de dónde salió. Antes, cada vez que él estaba cerca, el único sentimiento que sentía era miedo y ganas de correr y esconderme. Pero ahora no sentí miedo, sino que sentí mariposas en el estómago. Sentí cómo mi corazón latía de una forma descontrolada y mis ganas de besarlo no eran normales. No sé qué me está pasando con ese chico, pero creo que no es nada bueno y debo alejarme de él lo más posible.

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Comments

GiovannaXchelMayaCejudo

GiovannaXchelMayaCejudo

Adam es un pendejo... terminará sufriendo más él que Ella...

2024-03-02

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