Kylie.
Es sábado, estaba en mi cama sin ánimo de levantarme. Me sentía cansada. Habían sido unos días muy largos, mucha tarea, análisis y pues... Adam. No sé qué me está pasando últimamente. No dejo de pensar en él, en sus palabras, en cómo se sintió tenerlo tan cerca. Fue extraño. Él nunca me había notado. Es más, cuando iba a ver a Noah a los entrenamientos, él solo hacía como si yo no existiera. No entiendo el cambio tan repentino. No olvido las sensaciones que sentí teniéndolo tan cerca, su aliento rozando mi piel, sus ojos grises mirando los míos fijamente, su olor... Es difícil de describir su olor. Huele tan bien. "Ok, debo dejar de pensar en ese chico". Me levanto de mi cama y voy al baño. Cepillo mis dientes y entro en la ducha. Dejo que el agua fría evada mi cuerpo para tratar de dejar esos pensamientos sobre aquel chico de ojos grises.
Salgo del baño y voy al armario. Me visto con algo cómodo: unos shorts, una camisa de tirantes y unos calcetines. Bajo las escaleras dirigiéndome a la cocina. Elisa, la señora de limpieza, me saluda con una cálida "Buenos días señorita Ferguson, ¿cómo amaneció?" Le contesto con un "Buenos días, bien gracias". Tomo mi desayuno del mesón de la cocina para ir a la mesa. Justo cuando estoy a punto de sentarme, el timbre suena.
Me levanto a abrir ya que Elisa fue a la lavandería. Abro la puerta y es mi mejor amiga Emma. Le invito a pasar y lo hace. Nos sentamos en la mesa y empezamos a hablar.
-¿Dices que Adam te está amenazando? -pregunta sorprendida.
-Sí, y no sé qué hacer. Parece que va en serio con eso de destruirme -digo seria.
-¿Solo porque lo manchaste de café? Es ridículo -dice mi mejor amiga.
-Lo sé... ¿Oye, e Iván? -le pregunto a mi mejor amiga sobre Iván, ya que tienen unos días peleados y ella no me ha contado cómo está la cosa con él.
-Bueno... Le revisé el celular y pues... Madeline es una zorra. Le envié fotos de todo tipo, Ky. Te juro que si la veo en el instituto, le voy a partir la cara bonita que tiene -habla molesta. Al parecer, la relación de Emma e Iván se complicó por culpa de la pelirroja. Ella siempre arruina las relaciones...
—¿De quién hablas? —pregunta Jhon.
—De la chica de ojos azules, la que siempre anda con Noah —respondo.
—Ah, Kyra. Es una chica genial, ¿no crees? —dice Jhon.
—Sí, es hermosa y parece tener una personalidad increíble —digo mientras exhalo el humo del cigarrillo.
—Pero es novia de Noah, así que no te hagas ilusiones, amigo —dice Jhon con una sonrisa burlona.
—No me hago ilusiones, solo estoy pensando en lo afortunado que es Noah —respondo mientras apago el cigarrillo en el cenicero.
—Bueno, mejor dejemos de hablar de Kyra y hablemos de algo más interesante —dice Jhon mientras se levanta del balcón.
—Como quieras —respondo mientras lo sigo adentro de la casa.
—¿Qué piensas hacer? —pregunta y sé a qué se refiere.
—Quiero destruirla emocionalmente —digo con una voz ronca y fría.
—¿Por qué? ¿Por qué se fijó en Noah y no en ti? —dice la última pregunta en un tono sarcástico.
—No digas tonterías, solo quiero hacerla pagar mis dos camisetas manchadas de su café —digo.
—Sí, claro. ¿Te digo algo? No es conveniente meterte con ella, Emma y Kylie son chicas peligrosas y sé por qué te lo digo, te metes con ellas y te mandan al diablo. Además, Kylie ama a Noah —dice lo último y empiezo a sentir rabia.
—¿Crees que me importa? Noah me vale una mierda, si es buen jugador y buen amigo, pero odio que se la pase presumiendo que su novia es perfecta, la forma en la que lo han hecho, lo cual oírlo de él me repugna —digo con un tono molesto. Odio a Noah, no tanto, pero me molesta hasta cuando respira, entonces creo que sí es odio. El por qué de eso... pues es obvio.
—Debería importarte, es nuestro amigo, no le haces daño a nuestros amigos, Adam. Aléjate de ella, ¿sí? No creemos problemas con eso. Ella es feliz con Noah, se aman, Adam, y no puedes hacer nada al respecto —dice mi amigo expulsando el humo del cigarrillo.
Saco el cigarrillo de mi boca, lo pongo entre mis dedos, lo miro y expulso el humo.
—Ella sabe lo que le espera, no voy a detenerme hasta habérmela follado, ¿entiendes? —digo cansado de su discurso de siempre: "Adam, no hagas eso", "Adam, no le hagas daño", "Adam, aléjate de ella". Adam, Adam, Adam... bla, bla, bla, pura mierda.
Suspira pellizcándose el puente de la nariz.
—Adam, no es lo correcto. ¿Qué pasará cuando se entere de que solo le haces esto porque prefirió a Noah en vez de a ti? ¿Qué pasará cuando se entere de que hiciste toda esta mierda para llevártela a la cama? —dice con un tono acusador. Si sigue con su puto discurso y no me ayuda con la loca esa, le daré un puñetazo.
—John, ¿cuántas veces te tengo que decir que me vale una gran mierda? No me importa lo que ella piense, me la follo y la boto, así de fácil —digo.
—Adam, ¡no! No puedes hacer eso porque Noah llega en una semana —dice.
—Bueno, tendré una semana para llevarme a la chica del café a la cama —digo, dando una última calada al cigarrillo para luego lanzarlo por el balcón e irme.
El imbécil de Noah llega en una semana, lo que significa que tengo una semana para enamorar a la chica, llevarla a mi cama y partirle el corazón. He escuchado que esa es la peor forma de destruir a una mujer, usándola y rompiéndole el corazón, y Kylie no va a ser la excepción.
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