Salí del baño, me puse mi pijama me sentía muy triste, baje a la cocina, fui directo al refrigerador ahí encontré un gran pedazo de pastel y dos botes de helado sabor chocolate.
Me senté en el sillón y me puse a comer mi pedazo de pastel, lo termine pero aún seguía sintiendo un vacío, regrese al refrigerador mire el bote de helado.
Solo podía pensar en, Rodrigo no me llama, creo que está con otra, no me ama, solo me utilizo como le pasó a Maritza, en estos momentos lo necesito y no está conmigo.
Quería correr a su lado mirarlo a la cara y decirle odio que seas un idiota y te enojes por estupideces.
Termine comiendo tanto helado que llore por refugiar mi dolor en la comida sabía que estaba mal.
Después quise vomitarlo pero no fue posible.
Tomé mi celular y le marque de nuevo el, no contesto.
Le escribí.
- Hoy me llenaron de pintura en la escuela, me siento muy triste quería que estuvieras conmigo y no estás, ahora que necesito que me escuches solo guardas silencio, no pensé que una relación fuera tan complicada, tal vez lo mejor es que esto termine así, yo no soporto la idea de estar lejos de ti y que me ignores. Te amo pero no puedo con este silencio, nunca hice nada para afectar nuestra relación.
A la media hora recibí un mensaje de el.
- Estoy trabajando Kami, tu abuela está enferma y yo tengo que hacerme cargo de todo, si quería llamarte ayer pero estaba muy cansado que solo llegué a casa y me quedé dormido, temprano tuve que ir a buscar a tu abuela al hospital y después abrir la cafetería y si tal vez lo mejor es que busques a alguien de tu edad, creo que el estar alejados solo afecta este sentimiento y prefiero terminar contigo bien, jamás quise hacerte daño perdón por no estar contigo.
Mi abuela está enferma, idiota, pensé.
Le marque a mi abuela.
- Hola princesa.
- Hola abu, ¿estás bien?
- Rodrigo te aviso, le dije que no te comentará nada, pero es un necio.
- Si el me dijo, ¿que te pasó?
- tuve un accidente vehicular y pues tengo unos moretones pero nada grave.
- No te creó
- Estoy bien y ¿tu como estas?
- Hoy me llenaron de pintura unas compañeras que me molestan.
- ¿te tiraron pintura?
- Si me encerraron en el baño y por la parte de arriba me tiraron cubetas de pintura rosa, por qué dicen que soy una cerda.
Me puse a llorar, mi abuela me decía que me calmara.
- Lo siento es que me siento sola.
- Hija no estás sola tienes a tu madre y a mi.
- Abuela ya no quiero seguir.
- No digas tonterías kami.
- Todo me sale mal.
- No digas eso cariño, la vida sigue además tu tienes mucho por vivir, aún empiezas a vivir.
- Si la vida a penas empieza y es tan cruel no quiero vivir.
- Kami hija por favor no digas cosas así.
- Perdón abuela, no quería preocuparte es solo que ...
No podía contarle que el tonto de Rodrigo acaba de romperme el corazón con su mensaje tan frío.
- Voy a estar bien abuela, pronto tendré unas vacaciones y te voy a ir a visitar.
- Aquí te espero mi niña.
- Tengo que estudiar, te llamo mañana.
- Si corazón.
Miré la foto de él y la borre. No quería nada de él.
Mi mamá llego con comida pero yo ya había pedido pizza.
- Kami traje ensalada.
- No soy conejo mamá, además la pizza es más deliciosa.
Ella me abrazo, yo me puse a llorar.
-¿ellas tendrán su castigo?
- Mamá, ¿yo tengo la culpa de que mi papá te dejará?.
- No hija, solo que nuestra relación no era muy buena.
- Es que siento que nada me sale bien, siento que la vida es muy cruel.
- La vida es cruel cariño, pero en todo lo cruel siempre hay algo bueno.
- No pienso igual.
- Ahora estás dolida Kami no puedes ver más allá de tu dolor.
- ¡No sabes lo que dices mamá!
Tomé la pizza y me subí a mi habitación.
No me ayudan sus palabras, toda mi vida la gente me ha dejado, por qué no soy una niña o una chica bonita.
Me miré en el espejo y me veía tan fea que miraba cada parte de mi cuerpo y veía todos los defectos de mi cuerpo.
¡Soy horrible!, grite.
Estaba inconsolable no podía aliviar mi dolor, quién te enseña a vivir y superar este dolor, quién, mi primer amor solo dijo no tengo tiempo.
No le importo mi corazón solo lo despedazó sin piedad.
No supe en qué momento deje de llorar y me dormí, desperté a la hora de siempre.
- Kami tienes que ir a clases, decía mi madre tras la puerta.
- Voy mamá, tomé mi uniforme y mi mochila baje con el cabello destrozado.
- kami no te peinaste.
- Estoy peinada mamá, dije subiendo al auto y mirando al vacío.
Mi mamá se la paso hablando pero no la escuché solo pensaba en el y su mensaje, mi corazón se retorcía de dolor cada que recordaba sus besos y su mensaje de, no tengo tiempo.
Baje del auto, mi mamá me decía Kami despierta.
Camine directo a la puerta de la escuela mirando al suelo.
Me tropecé y el me sostuvo.
- Kami, ¿estás bien? dijo Ian.
Lo mire y mis ojos se llenaron de lágrimas.
- ¿qué pasa?, me abrazo.
- El me terminó
Ian no dijo nada solo se quedó ahí abrazándome, yo no podía dejar de llorar.
Nos separamos y sonreí.
- Gracias por escuchar, seguí caminando al baño, necesitaba esconderme.
Al entrar al salón todo el ambiente era diferente.
Maritza no estaba, no sabía nada de ella y su problema, pensé que todo iba a ser genial este año pero veo que todo está peor.
A la hora del almuerzo Ian entro al salón y se sentó frente a mi.
- Ya estás mejor.
- si
- Kami se que no soy el más indicado para decir esto pero el va regresar solo dale tiempo, te va buscar de nuevo, la verdad eres una chica muy linda y se que el te ama.
- ¿Y si no me ama?
- Encontrarás a alguien más que te ame.
- ¿quién va amarme?
- El problema no es quien te ame, el problema es si tú te amas, no dejes que nadie te haga daño niña linda, cuesta mucho trabajo salir de una relación tóxica pero algún día te darás cuenta que no debemos de depender de nadie.
- Lo dices por Zoe.
- Si ella siempre me utilizo y yo me daba cuenta pero solo pensaba en hacerla feliz.
Pero somos muy jóvenes Kami para pensar en que el amor a esta edad es real, si el no regresa lo vas a superar, se que ahora duele pero verás que con el tiempo todo va mejorar.
Sonreí y por alguna razón lo mire como nunca .
El era una gran persona y un buen amigo.
- Gracias Ian, por ayudarme
- De nada ahora dime qué te mando tu mamá para almorzar.
- Ensalada
El se carcajeo.
- Bueno pensé que regresarías a la pizza.
- Ayer me la comí toda
- Vaya eres de buen comer.
- Te estás burlando de mí
- No, disculpa pero no soy perfecto, sonrió
- Tonto
- Sonríe que la vida no es tan fea después de todo ay niñas lindas como tú qué te sacan una sonrisa con sus chistes malos.
- ¿Eran malos?
Sonrió y beso mi mejilla, se marchó a su salón.
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