Me gusta como me miró, no podía creer que entrara en ese vestido, estaba entre la ropa que mi madre había dejado en la casa de mi abuela al verlo lo metí a mi maleta.
Maritza decía que tenía que ir de compras porque no tenía ropa linda, pero cuando lo vio me dijo que este era el indicado.
Al mirarme al espejo me veía bien pero me sentía incómoda, era algo corto.
.
- Lista amiga te ves increíble, vamos
- mi mamá me va a matar si salgo así
- claro que no, es su vestido así que ella lo uso.
- No lo sé, mejor me cambio.
- Ya Kami deja de ser negativa y vamos a la fiesta.
Baje las escaleras, mi mamá estaba mirando el televisor.
- ¡Adiós señora!, grito Maritza.
- Adiós chicas, mi mamá me miro y su rostro cambio.
- Kami ese vestido...
- Si la abuela me lo dio.
- te ves muy bonita hija, por favor cuídate mucho.
Yo me quedé asombrada, hace mucho mi mamá no me decía algo lindo.
Tenía ganas de llorar, solo pude decirle gracias.
- Vamos amiga, Maritza me jalo del brazo.
- Ella nunca me dice cosas así.
- Bueno tal vez quiere cambiar.
- Quería abrazarla pero no pude, tenía miedo de acercarme a ella.
- dale tiempo al tiempo, tu mamá tiene que recuperar tu confianza, se que ella también se da cuenta que tú la rechazas.
Subimos al taxi, a lo lejos escuché que alguien gritaba y chiflaba. Miré por el medallón del auto, alguien corría a toda velocidad.
- ¡paré por favor!, ¡es Rodrigo!, grite toda histérica
El taxista freno. Baje emocionada no podía creer que el estuviera frente a mi.
- Hola, quería darte una sorpresa, sonrió.
Me arroje a sus brazos y nos besamos, fue un beso lento, muy suave.
- Te ves hermosa.
- Hola soy Maritza, dijo mi amiga.
- Hola Maritza soy Rodrigo
- Vamos a ir a una fiesta, ven suban al auto.
- Si claro.
Yo estaba en shock no podía creerlo el estaba aquí, me aferre a su cuerpo no lo soltaba y el acariciaba mi cabello.
- Te extrañe, decía una y otra vez.
- Cómo es que no me avisas, yo estaba preocupada por qué no me contestabas las llamadas.
- Es que investigue tu dirección en una libreta que tenía tu abuela en el escritorio, después le dije que si algún día te había visitado, ella me contó de como llegó a la terminal que si tomas el taxi de la terminal este te deja en una pastelería, de ahí giras a la izquierda y después a tres casas.
Yo escuchaba su voz y miraba sus labios, me derretía por el.
- Te amo, le susurré al oído.
- Yo también te amo, me dio un beso rápido.
- ¡llegamos!, decía contenta Maritza
Al llegar Gael abrió la puerta del taxi, Maritza se bajó emocionada, Rodrigo y yo bajamos después.
Maritza se besaba con Gael.
Rodrigo se acercó a mi oido.
- Amor yo quería invitarte a comer y que me enseñarás la ciudad.
- Vamos a comer, la verdad no quería venir a esta fiesta pero Maritza me insistió.
- Entramos un rato y nos marchamos rápido.
- Si tú quieres Rodrigo, la verdad yo no quiero entrar.
- ¡Amigos, sí llegaron!, grito Ian.
Maritza le dio un abrazo.
Cuando me miró con Rodrigo se empezó a reír.
- Soy Ian amigo de kami.
- Soy Rodrigo su novio, dijo Rodrigo serio.
Yo quería que me tragara la tierra, Ian me miró como si fuera un pedazo de carne que me sentí incómoda y me aferre al brazo de Rodrigo.
- Pero adelante amigo, bienvenido.
- felicidades Ian, dije tomando la mano de mi novio.
- Gracias kami, me sonrió
Rodrigo me tomó la mano con más fuerza.
Yo no quería moverme de ahí, pero el camino y yo tuve que caminar a su lado.
Al entrar habían muchos compañeros del colegio y la música estaba a todo volumen.
Gael y Maritza caminaban junto con Ian .
Yo me detuve en la entrada.
- ¿qué pasa kami?, dijo Rodrigo.
- No quiero estar aquí.
- ¿Es por el tipo que cumple años?.
- Es por todo, tu estás aquí por mi, viajaste para estar conmigo.
- Pero será divertido que todos los de tu colegio te miren con tu novio, así nadie se va acercar a ti.
- Rodrigo pero no me siento cómoda.
- ¿saliste con ese tipo?
- ¡No que, no tu eres mi primer novio!
- Pues creo que le gustas a ese idiota, no deja de mirarnos.
- Ya vamonos Rodrigo
- Si no tuviste nada con el por qué te da miedo quedarte.
- Por que quiero estar a solas contigo.
- Tu amiga Maritza se puede enojar.
- ok, ya entendí no quieres irte, tomé su mano y lo jale por la sala llena de mis compañeros de la escuela, después de ahí salimos al jardín, la alberca estaba llena de pelotas, los chicos estaban bebiendo.
- ¿Cerveza amigo?, llegó Ian a darle una a mi novio.
- Ustedes son menores de edad, cómo es que la compran
- Tengo 18, los estoy cumpliendo.
- Pero vas en el mismo grado que Kami.
- Si pero yo repetí año en la primaria por problemas personales. Pero tú no estás muy mayor para salir con una menor.
- Tenemos permiso de su mamá y su abuela.
- Que suerte, dijo sonriendo y se marchó.
Rodrigo bebió la cerveza.
Maritza y Gael se levantaron, nos dejaron solos.
Rodrigo estaba enojado podia mirar su rostro.
- ¿estás enojado?
- ¿Por que debería de estar enojado?.
- Yo te estoy preguntando, por qué me dejaste de tomar la mano.
Será mejor irnos me tomó la mano y nos marchamos de la fiesta, íba caminando rápido.
- ¡Rodrigo me lastimas!, el me sujetaba con fuerza.
Cuando llegamos a la esquina de la calle me soltó, me miró enojado.
- ¡Tenías que vestirte así para su fiesta!, me grito.
Yo me quedé inmóvil jamás me había gritado.
- ¡Te gusta ese idiota!, por eso venías así, yo de estupido gastando mis ahorros por estar contigo, ¡que pendejo soy!, todos mis amigos me lo dicen pero no quiero escucharlos por qué yo pensé que eras diferente, pero eres igual que todas las demás, solo te importa utilizar a los hombres.
- Eso es mentira Rodrigo yo te amo, me acerque a el y tomé su mano.
- ¡Ya no se que creer!, dijo el enojado.
- Rodrigo no me dejes, lo abrace con fuerzas y llore desesperada.
El no se movía solo tenía sus brazos a un lado, no correspondía mi abrazo.
Lo mire con lágrimas en los ojos.
- Te amo solo a ti, solo a ti Rodrigo.
El cerro los ojos y sus brazos me rodearon, abrió los ojos y me miró.
- Te amo kami, jamás pensé que llegaría a sentir esto por alguien y es que solo de pensar que alguien más te pueda enamorar me aterra, no quiero perderte.
- No va a suceder, yo te amo a ti.
Nos besamos con pasión.
Mi cuerpo se estremeció al sentir sus labios tocando los mios con intensidad.
- quiero que seas mía, solo mía, susurro en mi oído.
Yo suspiré, lo mire con deseo, yo también quería ser solo de el.
- hazme tuya Rodrigo, dije acariciando su mejilla.
- Aún no es tiempo hermosa, pero serás mía, sonrió.
Me tomó de la mano y caminamos juntos por esas calles.
- La próxima vez no uses esos vestidos tan cortos si no estoy a tu lado
- Si Rodrigo, sonreí.
- Me pongo celoso, amor.
Llegamos a un parque y nos sentamos. El me abrazo, no paramos de besarnos, apenas tomaba aire y volvíamos a besarnos.
Sentí como sus manos acariciaban mis piernas, eso me ponía muy nerviosa.
- Ay amor mirarte así me pone loco, decía abrazándome con fuerza, sentía su piel muy caliente.
- ¿No quieres comer algo?, dije para tratar de bajarnos la temperatura.
- A ti, dijo sonriendo.
- Rodrigo basta, dije mordiendo mi labio.
- Kami ¿me deseas?, dijo el nervioso.
- Estoy sintiendo cosas que jamás había sentido.
- Yo te deseo ahora, tu aroma es muy rico, tu piel es tan suave y ese vestido me hace pensar en ...
Se quedó callado y miró al cielo.
- Puedo ir a cambiarme a mi casa si quieres.
- No está bien, trataré de controlarme, dijo sonriendo. Tu me vuelves loco, cuando te miraba en la cafetería con esos pantalones tan ajustados, no dejaba de mirarte, perdón tal vez era grosero pero es que me gustas mucho.
- ¿te gusta mi cuerpo?
- Amor mirame tiemblo, sus manos temblaban.
- ¿por qué tiemblas?
- No te hagas inocente Kami, mírate, te ves tan sexi.
Tomé su mano y la coloque en mi pierna.
Tócame, Rodrigo.
- No aún eres muy pequeña para que yo ...
- Me hagas el amor...
- Si, me besó con pasión.
No nos dimos cuenta y ya estaba oscuro. Miró la hora y su rostro sonriente se puso triste.
- Tengo que irme porque mi autobús sale en una hora.
- No te vayas, quiero estar contigo más tiempo.
- Voy a volver, te lo prometo.
- Nos besamos de nuevo, yo podía oler que mi cuerpo tenía impregnado su perfume y eso me encantaba.
- vamos a buscar un taxi, te voy a llevar a tu casa y de ahí me voy a la terminal.
- Si, me levanté y sentí que estaba muy mojada de mis piernas, me subí al taxi con vergüenza y cerré mis piernas.
Rodrigo colocó su chamarra en mis piernas.
Llegamos a mi casa y nos despedimos con un beso largo, el me tenía pegada a una pared de una casa abandonada donde no había luz, ese beso en la oscuridad fue diferente, sentí como su pelvis se pego a mi cuerpo y sentí un bulto, sabía que era su miembro excitado por mi.
El beso mi cuello, bajo sus labios calientes a mi escote, después a mis hombros.
Yo estaba quejándome suavemente.
El metió su mano en mis piernas
- Estoy mojada, dije nerviosa.
El sonrió, pego su cara en mi cuello
- yo estoy igual, susurro.
- Ve a casa amor, dijo acomodando mi blusa que cubría mis hombros.
Volví a besarlo con pasión.
- La próxima vez hazme tuya Rodrigo.
- Ve a casa volvió a empujarme, yo sentía que mi corazón se rompió, no quería dejarlo, entre rápido a mi casa y fui directo a mi habitación, ahí llore como una niña pequeña, me dolía estar lejos de él y mirarlo partir.
Mi mamá me tocó la puerta por qué mi llanto era muy fuerte.
- Kami ¿estás bien?
- ¡si estoy bien, déjame en paz! le grite
- ¿Te hicieron daño hija?
- ¡Déjame en paz!, volví a gritar.
Llore en silencio para que ella dejara de preguntar.
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Comments
Grace Patricia Jacome Hidalgo
ayy...nop!!! era muy bueno para ser real. ahora Rodrigo es súper posesivo
2023-08-24
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