Al llegar a casa de la abuela, me abrazo.
- Se que no son las mejores vacaciones, trabajar con tu abuela, pero aquí nadie te va molestar.
- ¿por qué lo dices?
- Por qué tú madre me dijo que en la escuela te molestan.
- Ella no tiene idea.
- me contó que tú amiga Maritza se acercó a ella y le dijo que se burlan de ti dos chicas en el colegio y que ha tratado de acercarse a ti pero tú no la dejas.
- Siempre me grita y me castiga.
- Entiendo pero debes entender que ella está viviendo un separación no es fácil.
- para mí tampoco, mi padre no me quiere.
- pero tienes una abuela que te ama mucho.
- abuela no quiero regresar a casa, quiero quedarme aquí contigo, te contó mi mamá que ya no prepara comida y siempre compra comida rápida, te dijo que me quedó sola todas las tardes, no tengo a nadie abuela.
- tienes que ser fuerte mi vida, tu máma quiere que tú estés a su lado.
- no lo creó.
- Ya no pienses eso cariño, trata de disfrutar estos días lejos de la escuela.
- lo voy a intentar.
Al día siguiente me levanté sin energía, no quería ayudar a mi abuela solo quería permanecer encerrada, no quería que la gente me vea.
Al llegar Rodrigo estaba parado afuera del local.
- Buen día abuela.
- buen día hijo.
- Hola, me dijo sonriendo.
- Hola, respondí sin mirarlo.
El se puso su mandil y limpiaba el piso, las mesas y los vidrios, era muy trabajador.
Mi abuela me pedía que pícara todo para los desayunos.
La gente empezó a llegar, Rodrigo era muy amable con los clientes, no dejaba de moverse era muy ágil, yo lo miraba desde la cocina.
Mi abuela y el eran un gran equipo.
Termine hoy de picar más rápido, me acerque al mostrador para preguntarle a mi abuela si podía ayudarla en algo más.
- abuela ya terminé
- Puedes ayudarme con esto.
- Si claro.
- Sirve café a la mesa dos.
Tomé la cafetera y coloque las tazas en una charola, si era mucho trabajo para mí pero quería demostrarle a la abuela que yo podía.
Al caminar me di cuenta que pesaba mucho, llegué rápido y una de las tazas se quedó vacía.
- Disculpen no fue mi intención.
Las chicas se reían de mi.
Rodrigo se acercó y le sirvió a las chicas.
Ellas le coqueteaban a Rodrigo y el no dejaba de sonreír y bromear con ellas.
Tomé la charola y me retire.
- Soy una inútil abuela, mi abuela me palmeó el hombro.
- Lo hiciste bien para ser tu primera vez.
- No lo creo, voy a quebrar tu negocio.
Mi abuela de carcajeo.
Rodrigo no dejaba de moverse, creo que era un buen empleado.
- ven te voy a dejar que prepares unas galletas.
- ¿estás segura?
- pon mucha atención kami.
- Si abuela.
Ella me explico rápido lo que tenía que hacer aún tenía mucha gente y yo le estaba quitando tiempo.
Hice exacto lo que ella me menciono, sin darme cuenta ya tenía varias galletas formadas.
Era hora del almuerzo mi abuela se acercó y miró mis creaciones.
- Muy bien me gustan, están perfectas.
- si hizo un buen trabajo, dijo Rodrigo sonriendo.
- Gracias
Nos sentamos a la mesa.
- voy por el pastel me manzana que sobró, mi abuela se levantó.
Rodrigo y yo nos quedamos solos.
- No dejes que nadie se burle de ti Kami, esas chicas son unas tontas no es fácil cargar cuatro tazas de café, yo siempre cargo dos.
- gracias, sonreí.
- Tienes una linda sonrisa, sonrió también.
Sentí que mis mejillas se sonrojaban, de pronto mire bien a Rodrigo, creo que si era muy simpático.
Terminamos de comer, la abuela me enseñaba a preparar otro platillos para el día de mañana.
- Ya me voy abuela, grito Rodrigo.
- Cuídate no te desveles mucho.
- No estaré puntual.
- ¿No te va ayudar a cerrar?
- No tiene un partido de fútbol.
- Es deportista.
- Si le encanta pero tiene que trabajar para que sus papás tengan que comer asi que práctica su deporte los fines de semana y en las noches juega en una liga.
Esa noche no pude dormir pensando en Rodrigo, me parecía un chico lindo .
En la mañana me abuela entro con una bolsa.
Kami tengo ropa de tu madre, que dejo hace muchos años, no se si la quieres.
Miré la ropa y habían cosas buenas.
Tomé una blusa blanca de tirantes un shorts corto y un blusón tejido.
Me miraba muy diferente, tomé un labial rojo que mi madre había dejado en la casa de mi abuela y me pinte los labios después me quite el maquillaje me sentía muy exagerada, pero me habían quedado manchados, baje rápido por qué la abuela me esperaba.
Cuando me baje del auto Rodrigo corrió ayudarnos.
- buen día abuela, buen día Kami. El me miró asombrado. Yo tenía vergüenza y me tape mi cuerpo.
El bajo la mirada y ayudo a mi abuela con las cajas.
Al entrar al local me puse mi mandil por qué así me tapaba las lonjas.
Rodrigo se me acercó rápido, para tomar su mandil.
- Hoy te miras muy bonita, dijo sonriendo.
Yo me quedé helada no pude decir nada. Me puse a trabajar en la cocina.
El no dejaba de mirarme cada que tenía que entrar a la cocina.
Yo me sentía incómoda.
A la hora del almuerzo sentí como su rodilla chocaba con la mía.
Yo siempre usaba pantalón, casi nunca mostraba mis piernas.
Separé mi rodilla, mi abuela se levantó y nos volvió a dejar solos.
- Deberías de usar el cabello así, te queda bien .
- ¿que pretendes?, dije molesta.
- Solo digo que hoy te vez linda.
- Si claro te estás burlando de mí físico, crees que soy tonta, ya se que me veo horrible, pero no tienes que burlarte de mi.
- No dije eso Kami.
- Me da igual como lo digas, solo no te atrevas a decirme nada.
- Ok no diré nada.
Mi abuela se sentó yo me levanté al baño. Coloque mis manos en mi cara quería llorar pero no quería que mi abuela se diera cuenta de que estaba mal.
Rodrigo no volvió a mirarme en todo el día, me ignoro.
Yo me sentía aliviada la verdad es que no me gusta que la gente me miré.
Ian. Rodrigo
kami Zoe.
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Updated 84 Episodes
Comments
Karime
dios kami ten mas confianza
2023-04-14
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