Ser amigos

Llegamos a casa, me quedaban unos días de vacaciones, me encerré en mi habitación y al abrir el ropero, encontré toda la comida chatarra que escondía, llore y comencé a comer, quería vomitar este dolor pense que al ingerir toda esta comida el dolor se iba a quitar.

Miré los mensajes de texto de Rodrigo.

- Mi amor, me quedo muy preocupado por ti, me gustaría estar a tu lado para cuidarte.

Hermosa no dejes de llamarme, yo quiero saber de ti, avísame cuando llegues a tu casa.

Llore y le contesté.

- Ya estoy en mi casa, me siento muy triste no puedo dejar de llorar.

No esperaba que me contestara tan rápido.

- Ya no llores mi amor, nos volveremos ver.

- ¿Estás seguro?

- Si trataré de ir a visitarte un fin de semana.

- Prometelo.

- Lo prometo, me voy a esforzar.

Miré la hora ya eran las dos de la mañana, así que me despedí de el, sabía que mañana tenía que ir a trabajar con mi abuela y no quería que llegara cansado.

- Tengo que dormir Rodrigo, te mando mensaje mañana.

- ok amor descansa.

Me pase el resto de la noche leyendo nuestra conversación, mi historia de cuento de Ada era cruel mi príncipe azul estaba lejos.

En estos días el solo podía escribir en las noches, pasábamos horas escribiendo, cuando su hermano aún no entraba a la habitación el me marcaba, escuchar su voz me ponía muy feliz.

No hacía otra cosa que pensar en Rodrigo.

Las vacaciones terminaron, ya era hora de regresar al lugar donde todos los días me torturan, no quería odiaba ir a la escuela.

La rutina fue igual mi madre me entregó mi desayuno, era un pedazo de pizza.

- Mamá, necesito que compres comida saludable.

- Hay esto es saludable cariño.

Sabía que no iba a cambiar su postura, seguiría igual.

Al llegar al colegio busque rápidamente a Maritza, ella me saludaba a lo lejos.

- ¿que tal tus vacaciones?.

- Me enamoré y tengo novio.

- Vaya no pierdes el tiempo amiga.

- ¿y a ti que tal te fue?

- Bien, estuve haciendo canotaje, gane un pequeño campeonato que hicieron.

- Te vez super bronceada.

- Si era increíble, no lo voy a olvidar estar en ese lugar fue increíble, la naturaleza. Pero cuéntame eso del novio, ese chisme esta súper.

- Se llama Rodrigo tiene 19 años y es el empleado de mi abuela, juega fútbol.

- Ay amiga pero no crees que la distancia puede afectar su relación.

- No me digas eso amiga, me pone muy triste que el este lejos.

- Pero se pueden hablar por teléfono y mandarse mensajes.

- Si lo sé

Entramos al nuevo salón, al fondo estaba Zoe y Samantha platicando.

- hola gordita, grito Samantha.

- Ya va empezar es tonta.

- Dejala Maritza, se que tengo que ignorarla.

Me senté, Maritza estaba saludando a otros chicos del salón.

De pronto sentí que derramaron agua sobre mi cabeza.

- Te estamos hablando gordita, dijo Zoe.

Me levanté enojada, no iba a dejar que este año me volvieran hacer lo mismo.

- ¡Que te pasa tonta, yo no quiero hablar con usted, no te das cuenta!

- Hay mira la cerdita habla, dijo Samantha.

- ¿cuál es tu problema, crees que te tengo miedo, no me asustas tonta?

-¡Pues deberías gorda!, grito Zoe.

- Que vas hacer, matarme.

- ganas no me faltan, dijo Samantha.

La profesora iba llegando cuando escucho que Samantha tenía ganas de matarme.

- ¡Señorita Monroy!, ¿que está diciendo?, la profesora la miraba molesta.

- Disculpame maestra, Samantha se alejo de mi.

Me senté en mi silla y Maritza pasaba unas servilletas.

Me seque con mi sudadera, estaba muy enojada, esas tontas no iban a parar no entiendo por qué me siguen molestando.

La profesora al final de la clase le pidió a Samantha que la acompañará.

- Ian termino con Zoe en las vacaciones, mencionó Maritza mientras mirábamos cómo se marchaba con Samantha.

- ¿crees que es la razón por la que me trate mal?

- Yo creo que si.

- Por favor Ian jamás se fijaría en mi, están locas. Y yo tengo novio

- Ya sabes cómo es Zoe.

En la siguien clase Samantha me miraba enojada, Zoe no dejaba de reír. Por un momento sentí miedo, sabía que algo estaban tramando.

A la hora del receso, Maritza y yo nos sentamos en las gradas de las canchas.

- No me digas que tú mamá te mando pizza .

- Ya la conoces

- Pero te vez bien, creo que te ayudo estar estos días con tu abuela.

- si aprendí a cocinar muchas cosas ricas y almorzar con Rodrigo era muy lindo.

- Me da mucho gusto amiga.

- ¿y a ti te gusta alguien?

- jamás me habías preguntado eso.

- pues tal vez por qué no quería hablar de chicos.

- me gusta el amigo de mi hermano pero eso jamás va poder ser.

- ¿por qué?

- El se va casar.

- ay amiga pero tal vez llegue otro pricipe.

- ¿Otro príncipe?

- Si, tu príncipe azul.

- Los príncipes azules no existen Kami.

Ella comenzó a reírse y yo me sentí incómoda.

- No te sientas mal es solo que tú eres una romántica y yo soy ...

- Fría, ruda...

- tranquila se supone que eres mi amiga la romántica.

Nos empezamos a reír las dos.

- Crees que en la tarde me puedas acompañar al súper para que compre comida, tengo que prepararme algo mejor que esto.

- si claro le diré a mi madre y nos vemos en tu casa a las cuatro de la tarde.

- si está bien a las cuatro.

- No puede ser Ian viene hacia acá, dijo Maritza preocupada.

- Hola chicas nos saludo con un beso y se sentó a mi lado.

- Oye kami, podrías darme tu número telefónico.

- Para que lo quieres.

- para llamarte, me gustaría invitarte un día a comer algo.

El tipo iba directo quería salir conmigo, estaba nerviosa pero sabía controlar mis sentimientos.

- Ian tengo novio y no creo que esté bien que yo salga a comer con otro chico.

- Podemos ser amigos no estoy pienso nadamas.

- ¿solo amigos?

- si solo amigos, bueno si no quieres no te puedo obligar.

- Ya dale tu número o este tonto no se va alejar, sabes que la tonta de Zoe hoy la mojo y Samantha dijo que quiere matarla.

- Pero yo no tengo nada que ver con eso.

- tienes todo que ver, Zoe es una tóxica que solo te quiere para ella.

- pero si ya me dijo que no me quiere, que ella ama a otra persona.

- Pues la tipa está obsesionada con hacerle la vida imposible a mi amiga así que lo mejor es que te largues.

- hasta que kami me de su número.

- Eres un tonto ya te dijo que tiene novio.

- Solo quiero ser su amigo.

- Ya dejen de discutir, anota.

Le di mi número y el se marchó con una sonrisa, no se lo que pretende pero mi corazón es de Rodrigo.

Cuando llegue al salón mi mochila estaba tirada en la basura. La saque y mire enojada a Zoe, me acerque a ella y Samantha me empujo.

- ¡a ella no te le puedes acercar!. Empuje a Samantha y ella se callo al suelo, era lógico que yo tuviera más fuerza ellas eran muy delgadas y yo estaba muy grande.

- No me provoques Samantha por qué ya me cansé de que te burles de mi.

- Yo no tonta, se levantó y se fue encima de mi.

En ese momento entro la profesora y nos separó.

- ¡las dos a la dirección!

- pero ella comenzó, grito Zoe.

- ¡Las dos!, grito la profesora

En el camino a la dirección, Samantha me iba empujando, claro que no me movía.

- ¡Ya basta Samantha!, la empujó a la pared.

- ¿por qué me odias tanto?.

- Por que te metiste con el novio de mi amiga.

- Claro que no, el no me interesa.

- Hoy te vimos con el.