La hueso

Otro día más de clases, Maritza me esperaba en la entrada del colegio, tenía una sonrisa enorme.

- Te ves muy feliz.

- Ya me contó Ian que siente algo por ti.

- ¿De que hablas?, cállate.

- No te enojes le gustas a mi amigo, eso es normal

- Cómo le va gustar una gorda Maritza no inventes.

- pues tal vez se cansó de salir con huesos.

Las dos nos comenzamos a carcajear.

Entramos al salón la huesos y su comadre estaban molestando a otra chica, me daba mucho coraje por qué no dejan a la gente en paz y solo viven su vida.

- No te metes Kami, me detuvo Maritza cuando estaba apunto de acercarme a ellas.

- Pero ...

- Nadie más del salón te defendió cuando a ti te trataban mal, así que no te metas.

Tenía razón nadie me ayudó todo un año sufrí de maltrato al grado de querer quitarme la vida, lo único que me ayudaba a sobrevivir eran los consejos de Maritza.

Salimos al receso, nos fuimos a comer a las gradas como siempre, de pronto se acercó el chico alto que le gustaba a Maritza.

- Hola Maritza, nervioso.

- hola, contesto ella nerviosa.

- Me preguntaba si te gustaría ir al cine en la tarde.

- Claro que me encantaría.

- Me das tu número para ponernos de acuerdo

- si claro.

Maritza le daba su número y el se marchó.

- ¿qué fue eso?, pregunté emocionada.

- Ian le dijo a Gael que me gusta y creo que le gustó también, dijo nerviosa.

- Yo creo que pronto tendrás novio.

- Yo también pienso lo mismo.

Las horas transcurrieron rápido, llegué a casa contenta parecía que todo estaba saliendo bien, Rodrigo y yo estamos muy bien, dice que pronto va visitarme, piensa que en un fin de semana puede salir temprano estar aquí a medio día pasar unas horas juntos y después tomar el autobús para llegar el domingo temprano a su casa.

Cuando me lo dijo yo estaba muy feliz, lo extraño y estos días he notado que he bajado un poco de peso, trato de controlar mi manera de comer.

Hoy me pinte mis ojos con poco maquillaje me siento muy bien, además siento que el hablar con Rodrigo me hace sentir linda.

Llegué a la escuela, Maritza platicaba con Gael, el la miraba de una manera muy tierna y ella sonreía mucho.

- hola chicos, me acerque.

- Hola amiga.

- hola kami, dijo el chico nervioso. Voy a clases te veo en un rato.

- Si adiós.

El se acercó y le dio un beso rápido en la boca.

Yo me quedé con la boca abierta.

- ¿Ya son novios?

- Si ya somos novios, ay amiga es que la cita fue de lo más romántico, el se fue todo un caballero me abrió la puerta del auto, me invitó a comer, ahí me miro y me tomo la mano, me dijo Maritza siempre he sentido cosas por ti me gustas mucho, pero jamás pensé que tú sintieras cosas por mi, cuando Ian me dijo que te gustaba no podía creerlo y la verdad es que el me animo para que te invitará a salir, me dijo tienes que conocerla mejor.

Pero si supiera el que yo siempre te estoy observando, me gusta cuando almuerzas en las gradas, trato de lucirme para que me mires, te miro todo el tiempo y cuando te acercabas a hablarme me sentía muy nervioso, no podía dejar de sonreír. Y el día que me dijiste ay Gael tu sonrisa es muy linda me flechaste más mi corazón, ¿quieres ser mi novia?, así tal cual sin rodeos me lo pidió. No pude negarme y le dije que si quería ser su novia.

Nos dimos un beso, fue muy largo, no besa muy bien pero se que con la práctica va a mejorar.

Después fuimos al cine ahi me tomó de la mano y la acariciaba suavemente.

Cuando llegamos a mi casa me abrazo fuerte me dijo que estaba muy feliz que fuera su novia y nos besamos de nuevo.

- Que lindo amiga, estoy muy contenta por ti.

- Un día deberíamos de tener cita doble.

- Si sería increíble

Íbamos caminando cuando Ian se colgó de mi cuello y del de Maritza.

- Hola chicas, ya me contó mi amigo Gael que son novios, felicidades amiga.

- Gracias amigo.

Me miró a los ojos y sonrió.

- Te queda bien ese color en tus ojos, los resalta.

- gracias, dije quitando su brazo de mi cuello.

- Bueno me voy, felicidades amiga.

El corrió a su salón.

- No seas grosera con el Kami ya le dije que tú tienes novio y el me dijo solo quiero tener su amistad.

- Pero es que entiende para mí es incómodo el me gustaba y puse su nombre con corazones.

- si te entiendo ahora yo escribiré con corazones Gael te quiero mucho.

- jajaja que gracioso, dije molesta.

Entramos a clases y las brujas seguían molestando a la chica de siempre.

Tenía ganas de hacer algo pero no quería más problemas.

Llegó la hora del almuerzo, Maritza y yo nos sentamos en las gradas, Gael e Ian caminaban hacia nosotras.

Maritza no dejaba de sonreír.

- Hola hermosa dijo Gael dándole un beso rápido a Maritza.

- Oigan no coman pan frente a los hambrientos.

- Yo me hice tonta con mi almuerzo.

- chicos este fin es mi fiesta de cumpleaños, me imagino que van a ir.

- si vamos a ir, dijo Maritza.

- Yo no lo siento.

- Y si le digo a tu mamá que me acompañes, será divertido.

- No creo la verdad no quiero tener problemas con mi madre.

- Está vez no llegaras tarde, solo va ser un rato.

- Pero Maritza mi mamá no me va dejar.

- Déjame intentarlo, dijo ella sonriendo.

- Si no quiere ir está bien, ya se que no le agrado, dijo Ian serio.

Bajo las escaleras molestó y se marchó.

- Por que no te agrada Ian si el es un buen chico, dijo Gael.

- si me agrada es solo que cuando lo conocí salía con Zoe y ella me odia.

- No quiere que Zoe la moleste por hablar con Ian.

- Ya entiendo, que mala onda por qué Ian es buen tipo.

Terminamos de almorzar, a lo lejos mire a Ian jugando básquet con otros chicos, no quería ser grosera pero es que no puedo ser su amiga.

Llegó el fin de semana, yo estaba en casa esperando la llamada de Rodrigo pero el no me marcaba, yo le llame muchas veces y no contestaba.

Estaba preocupada el nunca era así.

Mientras caminaba como loca en círculos por qué el no me llamaba, mi mamá me tocaba la puerta.

- Adelante.

- Hija Maritza está abajo me dijo que te invitaron a una fiesta y que mencionaste que yo no te daría permiso. Pero si quieres ir puedes ir hija, se que últimamente no soy una buena madre pero créeme que estoy tratando de cambiar eso.

- No quiero ir.

- Ya te dio permiso tu mamá, así que acompáñame por qué yo no quiero ir sola, por favor.

- Pero no quiero ir.

- Vamos solo unas horas.

- Pero no quiero ir Maritza, mi mamá me miro ve a divertirte con tus amigos cuando quieras salir de la fiesta me llamas y te voy a buscar.

- Pero mamá...

Maritza me miró enojada.

- Voy a cambiarme, Maritza saco de la habitación a mi mamá y cerro la puerta.

- Odio que no quieras venir, solo es una fiesta no hay nada de malo.

- Rodrigo no me contesta, si hablara con el tal vez le explicaría que voy a ir a una fiesta.

- Vas a tener el celular en la mano, Puedes llamarlo desde la fiesta. Vamos kami acompáñame.

- Ok solo por qué me estás rogando pero si me la paso hablando con Rodrigo no te enojes.

- No, te prometo que no me enojo.

Miré mi ropa y nada me gustaba, Maritza era la que armaba mi outfit.

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