Los príncipes azules no existen

Al día siguiente acompañe a mi abuela a la iglesia.

Salimos de ahí y dimos una vuelta por el parque, ahí había unas canchas de fútbol.

- Ahí juega Rodrigo, dijo mi abuela señalando el partido.

Yo miraba desde lejos, mi abuela y yo pasamos cerca, entre más cerca pude reconocerlo.

- ¡Va anotar un gol abuela!, mi abuela siguió avanzando, yo miraba con atención. ¡anoto un gol!

Las chicas que estaban en las gradas gritaban cómo locas, una de ellas se lanzo hacia el y se abrazaron.

Sentí que mi corazón se rompía, no podía creer que el tuviera novia y me engañara.

Camine rápido para alcanzar a mi abuela, entre en mi habitación y me acostó derrotada definitivamente los príncipes azules no existen, pensé.

La mañana siguiente mi abuela y yo bajamos del auto, el rápidamente se acercó nos saludo y yo lo ignore.

Después de terminar de limpiar, se acercó a mi.

- Kami ¿estás enojada conmigo?

- No dije sin alguna expresión.

- Ayer te vimos jugando fútbol en las canchas de la iglesia, dijo mi abuela entrando a la cocina

- Entonces me viste jugar, dijo el emocionado.

- Si y vi a una chica abrazandote, dije cuando mi abuela se había marchado.

- ¿una chica?

- si una chica delgada, pelo corto, tez blanca, dije molesta.

- ¿con blusa azul?

- si creo, dije indiferente

- Es mi hermana

- ¿tu hermana?

- Si a mí hermana le gusta mucho el fútbol y le encanta ir a mis partidos.

- yo pensé que tenías novia.

- claro que no tengo novia, si me la paso trabajando Kami.

- bueno pero es que no creo que no tengas novia.

- Pues me gustaría tener novia pero la chica que me gusta vive en otra ciudad.

En ese momento mi abuela entro y el salió rápido con la comida en las manos.

Estuvo toda la mañana ocupado, cuando íbamos a almorzar, se sentó más cerca de mi.

Cuando mi abuela se levantaba el me miraba.

- Kami, me gustas se que sería complicado una relación, pero al menos déjame estar cerca de ti estos días.

- Pero si ya lo estás, sonreí.

Tomo mi mano

- ¿puedo darte un beso?.

- Si, dije nerviosa.

El me sonrió, te lo voy a dar cuando menos lo esperes, sonrió.

Mi abuela regreso y los dos disimulamos lo que sentimos, el hablando con mi abuela sobre el trabajo y yo solo mirando a mi abuela e ignorando su presencia, me encantaba escuchar su voz.

La tarde paso rápido el me miraba y me sonreía yo estaba derretida por el.

Cerro el local mi abuela hacia cuentas y el entro a la cocina yo estaba guardando la mantequilla en el refrigerador de la cocina.

Sentí que me abrazaron por detrás, me quedé inmóvil.

- Te ves muy bonita.

Me soltó y sonrió.

- Rodrigo, mi abuela puede vernos, fue lo único que pude decirle, estába muy nerviosa.

- Si perdón es que tenía muchas ganas de abrazarte.

Entonces no pude más y lo bese me fui directo a sus labios. El me miró asombrado.

- Perdón es que yo no quería, entonces el se acercó y me besó, era mi primer beso no sabía cómo seguirle el ritmo, estaba nerviosa. El se separó y sonrió.

- Besas rico, dijo sonriendo.

Mi abuela entro a la cocina y el se alejo corriendo de mi, tomó su mochila y me dijo adiós.

Yo no podía creer lo que me pasaba, era mi primer beso y fue tan lindo.

Iba en todo el camino repitiendo la imagen de mi primer beso, por fin mi príncipe me besó, el me despertó de esta tristeza que sentía mi corazón, pensaba yo mientras miraba las luces de los autos.

Moría por hablar con el, esa noche me la pasé pensando en el y sus besos.

En la mañana nos decíamos hola frente a mi abuela como si nada sucediera.

Entro a la cocina y me dejo una caja pequeña.

- Es un regalo para ti, algo pequeño pero para que pienses en mi.

- Rodrigo muchas gracias.

El me besó de nuevo pero fue un beso rápido, por qué mi abuela se estaba acercando, yo tomé la caja y la guarde en mi pantalón.

- Cada que podía entrar a la cocina, lo hacía y cuando estaba cerca de él y mi abuela no me veía, me robaba un beso.

Moría por saber que me había regalado, entre al baño y saque la cajita.

Eran unos aretes hermosos, en la cajita también había una nota.

¿quieres ser mi novia?

Yo no podía creerlo, el me lo pidió, su letra era linda.

- Tienes bonita letra, dije acercándome a el.

- Ya lo leíste.

- Ya sonreí.

- ¿que respondes?

- Si, quiero.

El me abrazo y sonrió.

- se que te irás pero no quería perder la oportunidad de hacerte ni novia, podemos hablar por teléfono, mandarnos mensajes.

- Si me encantaría, solo no le digas a mi abuela.

- Si entiendo, el me soltó.

Salió de la cocina, porque mi abuela gritaba como loca.

- ¡que tanto haces Rodrigo!¡ hay clientes Rodrigo!

- ¡ya voy jefa!, gritaba Rodrigo.

Yo estaba muy feliz, no podía creer que era la novia de Rodrigo, el es un buen chico trabajador, amable y responsable.

A la hora del almuerzo, el acercó su rodilla y yo coloque mi mano en su pierna, por un instante.

Cuando mi abuela nos dejaba solos.

El se acercaba a mí me decía cosas lindas.

Y yo lo besaba.

- Voy extrañar almorzar a tu lado hermosa.

- Ya Rodrigo por favor no quiero estar triste, hoy es el mejor día de mi corta vida.

- Te gusta estar a mi lado.

- Mucho me encanta.

Nos besamos rápido antes que mi abuela nos viera.

Cuando podía iba a la cocina y me abrazaba, yo buscaba sus labios para besarlo.

Al cerrar la tienda se acercó con un papel, es mi numero, agregame. Apenas iba a besarme cuando escuchamos los pasos de mi abuela cerca.

- Escríbeme, dijo sonriendo y diciendo adiós.

Apenas llegué a mi recámara tomé mi celular y le mandé un mensaje.

- Hola, me temblaba la mano al mandarle un mensaje.

- Hola hermosa, no dejo de pensar en ti.

- Rodrigo a veces ni te creo lo que me dices.

- Eres mi novia Kami, si pienso en ti.

- no quiero que esto termine, es como estar en un cuento.

- Es nuestra historia de amor☺️😘

- Estoy muy feliz de que seas mi novio.

- Y yo de que una niña bonita me acepte.

- Me encantaron los aretes son hermosos.

- Que bueno que te gustaron los vi y dije esos tienen que ser de mi novia.

- Jamás nadie me había regalado unos aretes.

- Me da gusto ser el primero

- Descansa Kami, hoy tuvimos mucho trabajo y si te mirabas cansada.

- Si descansa tu también, nos vemos mañana.

- 😘

El cerro la conversación con un emoji de arrojar besos.

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