CAPITULO 4 LOS DÍAS HAN CAMBIADO

Siento que la luz del nuevo día golpea mi rostro. Siento mi cuerpo adormecido. No deseo abrir mis ojos en este nuevo día. Quiero seguir descansando, quiero estar siempre así, pero ¿por qué siento que mi sueño es vigilado? ¿Acaso mi mente está tan perturbada que ni dormir puedo permitirme? De pronto, me veo obligada a abrir mis ojos y él está allí, sentado, mirándome fijamente. Una expresión sin emociones, ni sentimientos, una mirada fría que es difícil de descifrar. ¿Qué pasa por su mente? Y el verlo hace que dé un solo brinco en la cama. Es tanto el susto y asombro que siento que mi corazón late de adrenalina y solo de mi boca salen unas palabras entrecortadas: "¿Qué...é haces túú..ú aquí?"

Elon había llegado a la mansión muy temprano, situación que tomó por sorpresa a la señora Enni, a la cual él no dio tiempo de hablar y abordó: "Señora Enni Victoria, ¿en dónde está? Le puede informar que la espero en el despacho."

"Joven Elon, la niña Victoria todavía sigue dormida. Iré ahora mismo y le diré que usted..."

"No es necesario", le interrumpió Elon. "Yo iré a su habitación personalmente."

Al abrir la puerta, estaba decidido a despertarla, pero observó que dormía con el vestido de anoche. "¿Por qué no se cambió? ¿En serio le gusta martirizarse?" fueron los pensamientos agotados de Elon, quien decidió sentarse y esperar que ella se despertara por sí misma.

Al verla saltar aturdida y desorientada, decide hablarle: "Al parecer, puedes dormir muy bien mientras vas ocasionando tragedias. ¿No crees que eres algo desvergonzada? Anda, termina de dar un brinco más alto, uno que te haga llegar hasta la ducha."

Siento congelarme como un témpano de hielo. "¿Qué hace aquí? Nunca ha visitado mi casa a menos de ser para indicarme sobre algunas reuniones importantes relacionadas con la empresa... Es más, no recuerdo la última vez de su visita. ¿Cómo pueden siempre estar tan tranquilos? ¿Cómo puede su tranquilidad intimidarme? Creo que su declaración es verdadera. Muchas cosas empezarán a cambiar. No puedo impedir que miles de ideas y situaciones sigan pasando por mi mente."

Elon observa que Victoria ha divagado en sus pensamientos. ¿Qué hace? - ¿Qué mujer más extraña?

- Victoria, ¿hasta cuándo debo esperarte? - Veo que todavía sigues inmóvil, así que decido levantarme y me dirijo hacia ella - Puedes actuar como alguien normal.

Victoria vuelve a su realidad de nuevo "Lo siento... solo... me sorprende verte aquí tan temprano " Siente que su vida será miserable - "¿Qué puedo hacer para remediar la situación? " Dirije su mirada nuevamente hacia él y de sus labios sale una pregunta que muchas veces se hizo en sus pensamientos y que nunca se atrevió a hacer "¿Por qué nunca he sido de tu agrado ni siquiera como una amiga?"

Elon observa detenidamente, sabe que nunca ha cruzado palabras más de las necesarias con Victoria.

"Victoria, ¿por qué tu interés ahora? Aunque responderé a tu curiosidad... no te odio, solo te veo como una persona extraña que primero se dedicó a jugar, luego a llorar y después a vivir lastimosa, y esos tres defectos son los que más detesto de un ser humano. No es nada en contra tuyo, solo mis ideales no son compatibles con los tuyos, es todo..." Respondió Elon.

Él continúa con sus argumentos frente al silencio de Victoria"... Y ya que estás tan conversadora, aprovecho para decirte que es mejor que nos llevemos bien a partir de ahora que estaremos en el mismo techo. Mis padres se han enterado de tus hazañas y harán un alto a su viaje... vendrán porque al parecer no quedaron a gusto con mi excusa, así que por favor trata de mantener la compostura y sé una buena chica delante de mis padres. No los preocupes."

Victoria no sabía qué decir, no sabía qué pensar a pesar de haberlo conocido desde su infancia. En realidad, no lo conocía o tal vez solo confirmaba que su esposo era un hombre que carecía totalmente de emociones y ella solo representaba un problema.

Elon siempre se preguntaba en qué mundo vivía Victoria, siempre notaba que su mente viajaba lejos y no tenía tiempo para sus reflexiones largas "Victoria, creo que agilizaré las cosas " sonríe maliciosamente mientras Victoria lo ve acercarse, pues la toma como un saco de costal y se dirige al cuarto de baño arrojándola sin compasión a la tina "No tengo tiempo para tus niñerías y tonterías. Me has hecho perder mucho dinero y debo recuperarlo, así que muévete, báñate y vístete o si no lo haré a mi manera y te arrastraré por las malas hasta el lugar de la reunión. No me obligues. En un momento entrarán y te ayudarán con el arreglo de tu vestido y maquillaje. Sé buena niña".

El agua estaba fría. Victoria trató de sentarse rápidamente. El frío verdaderamente la había despertado. Sintió gran enojo al ver cómo fue cargada y tirada como si fuera un objeto sin valor, a lo que protestó: "Dijiste que era en la noche la reunión... ¡bestia salvaje! ¿Por qué vienes a perturbar mi paz si es por tus negocios? En verdad lo siento, no lo volveré a hacer... ¿contento? ¿Eres feliz?"

Elon respondió: "Claro que no lo volverás a hacer, porque para eso estoy aquí, para impedir que tu cerebro actúe solo. ¿Acaso no ves que cuando piensas solo haces bajar las acciones de la empresa? Es mi deber vigilarte para que no cometas más burradas. Y muévete, princesa, a bañarte".

Elon bajó las escaleras y al llegar a la sala vio a Santiago, quien lo esperaba. "¿Joven Elon, esperará a la señora?", preguntó Santiago.

Elon se sentó y tomó los documentos que Santiago tenía en la mano. "Ve por mi traje y habla con el mayordomo. Dile que organice mis cosas en una de las habitaciones. Además, adecua este despacho y tráeme los documentos importantes que tenga en el apartamento y organízalos hoy mismo. Hay proyectos que necesito terminar de revisar".

Santiago estaba anonadado frente a las órdenes de su jefe, pues había descubierto que un témpano de hielo no puede contra los señores Walton y sabía que debía tomar precauciones frente a las acciones de su esposa, porque sus padres no estarían nada contentos.

Al final de la tarde, Victoria bajaba las escaleras de forma deslumbrante. No se desmerecía que era una mujer muy bella, con un cuerpo escultural al que muchos hombres deseaban. Su rostro parecía tallado por los mismos ángeles. Sus ojos tristes contrastaban con la belleza en sí misma.

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