Elon continuó su recorrido hasta llegar a la zona exclusiva, saludando a todos los dueños que se encontraban en el lugar para recibirlo. En el momento en que se acercaba al siguiente, Santiago le recordó el suceso presentado hace una hora con Victoria. La gerente salió a recibirlo con su séquito de vendedoras. Elon observó y preguntó: "¿Dónde se encuentra el señor Bring para faltar hoy cuando siempre ha sido muy diligente?".
La gerente respondió: "Joven CEO, disculpe al señor Bring. Debido a problemas de salud, se encuentra hospitalizado, pero como gerente e hija, estoy aquí en su representación". Elon observó a la chica de pies a cabeza y reconoció que el señor Bring había educado a su hija diligentemente en los negocios, pero no la había visto cuando una disputa se formaba en su local, por lo que no estaba lo suficientemente preparada para la administración de los negocios de su padre. Le manifestó: "¿Así que me estás diciendo que eres la responsable de las tiendas de tu padre? Entonces dime... ¿dónde estabas cuando aquí, hace una hora, una de tus empleadas y tu madre hicieron un escándalo y golpearon a una mujer?".
La joven gerente sentía gélidas dagas salir de la boca del CEO. Siempre lo había admirado de lejos, y esta vez era la primera vez que lo tenía tan cerca, pero estaba siendo cuestionada por la conducta de su madre y el mal proceder de una de sus empleadas. No se había enterado de lo sucedido si Katerin, una de sus vendedoras de confianza, no se lo hubiera informado. En su corazón, rogaba que la situación no hubiera llegado a oídos del CEO, pero al parecer, por su forma de preguntar, fue un espectador de la situación. Por lo que respondió: "Me disculpo en nombre de mi madre y los empleados, y por mi descuido. Y aunque no es una excusa, solo me ausenté 40 minutos para ver a mi padre, quien necesita de mí". La chica se inclinó tanto como pudo. Sabía que el escándalo podía llevarlos fuera del centro comercial, y eso equivaldría a la quiebra. Pero si dependía de ella proteger a su padre y sus negocios, también se arrodillaría.
Su padre siempre le había advertido que el joven CEO no era una persona fácil de manejar y, sobre todo, era un hombre peligroso. Elon reconocía que la chica aún era joven en los negocios y, al parecer, había sacado el carácter de su padre. Así que respondió: "Tu padre siempre ha sido un hombre muy diligente y ha sido fiel a nuestros centros comerciales desde la administración del anterior CEO... Dejaré pasar esta vez tu error, pero no habrá una segunda oportunidad... Sin embargo, habrá que disciplinar a quienes hoy dañaron la imagen de la tienda... Incluyendo a tu madre para que haya un referente en los demás empleados".
La joven trataba de contener su temblor. Su padre también le había contado que el joven CEO era diferente a su padre, el anterior CEO, y no dejaba de lado el castigo a quienes se convertían en su piedra de tropiezo. Así que estaba angustiada por su madre, porque no sabía qué le vendría en manos de este hombre que había sentenciado disciplinarla, pero tampoco podía intervenir. Eso equivaldría a perder la oportunidad dada. Así que solo asintió.
Elon se retiró continuando su visitación y, a la salida del centro comercial, le expresó a Santiago: "Ya sabes qué debes hacer". Santiago asintió y sabía de antemano que nada bueno vendría para la señora Bring.
^^^...Horas después...^^^
Lo que quedaba de tarde había transcurrido normalmente y Victoria se encontraba en una tienda de libros. Había elegido dos de ellos. Los necesitaba si quería comprender mejor los puntos en los cuales no entendía para el examen. Cuando de pronto, su guardaespaldas Yerry manifestó que era hora de irse y de inmediato. Su rostro indicaba que algo pasaba, así que pagó rápidamente los dos libros y salió.
El guardaespaldas no había vuelto a dirigirle la palabra y su rostro se había convertido en una mirada vacía que generaba un muro en el cual no podía comunicarse con él.
De pronto, observó que el auto se retiraba de la ciudad. Esa situación la colocó aún más nerviosa a Victoria. No sabía a dónde este hombre la llevaría, pero sí tenía claro que él había recibido una orden de él. ¿Acaso se habría dado cuenta de lo que pasó en el centro comercial? Pero ella había observado sin dejar de vista a su guardaespaldas y nunca lo vio tocar su celular, y por eso se sentía aún más intranquila.
Luego, notó que el auto se desvió en la salida de la ciudad por un camino pedregoso que conducía hacia el bosque. Después de 15 largos minutos por aquel camino, visualizó una casa. Victoria se preguntaba por qué había sido llevada a ese lugar. ¿Acaso sería castigada por haber ocasionado un escándalo? Se recriminaba que últimamente estaba perdiendo los estribos de su vida.
El auto se estacionó al frente de la casa y pudo reconocer los demás autos que estaban a su alrededor. Al parecer, su esposo se encontraba en este lugar. ¿Qué pretendía hacerle? Eran las preguntas que angustiaban a Victoria. De pronto, el guardaespaldas Jerry, con la puerta abierta del carro, saca a Victoria de sus pensamientos al pedir con una voz gélida que bajara del auto e ingresara a la casa, que el señor Elon la esperaba.
Victoria baja del auto y se dirige hacia la puerta de aquella pequeña casa. Antes de ingresar, el joven guardaespaldas le dice: "Señora Victoria, creo que necesitará armarse de mucho valor y mantenerse tranquila". Tal mención solo la llenó de más angustia. Esas palabras solo indicaban que nada bueno tendría en el momento que ella ingresara en aquella casa. El cambio de estado de sus guardaespaldas, su silencio y la advertencia solo le daban la razón. Una situación horrible se presentaría.
Victoria tomó un respiro profundo y decidió ingresar de manera muy cautelosa. Al estar ya dentro, se quitó sus zapatos, dejándolos en la entrada de la puerta, pues había visto muchos zapatos dejados allí. Se dirigió hacia la salita y allí pudo visualizarlo sentado con la cabeza inclinada hacia atrás y sus ojos cerrados, sosteniendo una botella de agua en sus manos.
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