Elon salió de aquel oscuro lugar con Victoria en sus brazos, desconectada del mundo que le rodeaba. En las profundidades de su mente, se preguntaba una y otra vez qué pecado había cometido en su corta vida para merecer todo lo que estaba viviendo. Ella había tomado la fuerza de no dejarse suprimir por Elon, pero hoy le había demostrado que, por más que intentase correr, él ya estaba una milla delante de ella. En su corazón existía un profundo miedo que se había albergado hoy, pues jamás había visto tanta sangre salir del rostro de una persona, tantos gritos desesperados y el miedo de aquellas dos mujeres. Había visto cómo la vendedora se había orinado al ver cómo la señora Bring se le desfiguraba su rostro frente a las embestidas de aquella mujer que no emitía ni una pizca de humanidad.
Victoria pensaba que ese sería su destino si decidía seguir llevándole la contraria a Elon. Suponía que desde la huida del hotel Primavera había cometido muchos errores, pero Elon había sido considerado frente a lo que le había hecho aquella mujer.
Elon subió al carro con Victoria. Santiago cerró las puertas y dio órdenes de cerrar la casa e ir detrás del CEO. También le indicó a Yerry que fuera en el auto principal. Yerry subió de copiloto al lado de Santiago, quien iba manejando de regreso a la ciudad.
En el camino, Elon solicitó a Yerry averiguar por qué Victoria no estaba en la universidad. Quería todos los detalles y requirió que no podía estar a menos de 3 metros de distancia de ella.
Yerry se preguntaba cómo podría ingresar a la universidad y poder estar a tres metros de la señora. Esto solo le producía dolor de cabeza al solo lidiar con la nueva orden de su jefe.
Elon se había recostado un momento mientras Victoria estaba recostada en el sillón con la cabeza puesta hacia el otro lado del carro. Y al salir de aquel camino pedregoso, Santiago le preguntó a Elon: “CEO, ¿qué planes tiene para la señora? Hoy se ha revelado ante ella un lado suyo que no conocía. Recuerde que los señores Walton en cualquier momento vendrán a la ciudad y ella podría revelar ante ellos sus acciones".
Elon abrió sus ojos y visualizó a Victoria manifestando: “Ella no lo hará, sabrá lo que le conviene, está muerta de pánico solo por ver golpear a una mujer, eso la tendrá en silencio por un buen tiempo y de paso controlará su espíritu rebelde. No podemos darnos el lujo de que la mirada de mis enemigos se fije en ella o estaremos en problemas, mis padres no me lo perdonarán nunca… Santiago, llama a la señora Enni y dile que se puede retirar para su casa, que llegaremos tarde y no es necesario que nos espere… Si ve a Victoria en este estado, no lo dejará pasar y mis padres estarán mañana a primera hora. Necesito tiempo para pensar y ella necesita tiempo para calmarse."
Santiago obedeció la orden inmediatamente. Al llegar a la villa, Elon sacó del carro a Victoria, que se encontraba profundamente dormida. Entró con ella en brazos, subiendo las escaleras para ir hacia su cuarto y la dejó en la cama.
Al siguiente día, Elon ingresó nuevamente a la habitación de Victoria y la despertó jalando sus cobijas. Esta abrió sus ojos y, a la vez, se enroscó como un caracol. Elon le anunció que eran las 5 am de la mañana y que debía levantarse e ir a la universidad. Victoria le respondió: “¿Es para ti tan fácil seguir como si nada? ¿Acaso no tienes un corazón que te palpita y una conciencia que te remuerde?”.
“Tengo un corazón que su única función es bombear sangre y mantenerme vivo, y conciencia tengo, pero remordimientos nunca”, respondió Elon.
Victoria no luchó más y se levantó, quedando sentada en la cama. Elon salió de la habitación, no sin antes avisarle que la esperaba en una hora en el comedor.
Al rato, Victoria bajó del segundo piso y se sentó al lado de Elon, quien bebía su té tranquilamente. Al verla llegar, le expresó: “No sé dónde ha venido tu mal gusto por vestir. Al parecer, ha sido tu pasatiempo durante estos años y, a causa de tu forma de vestir, te han confundido con una ladrona. No me interesa qué te pones, pero si piensas visitar un lugar de prestigio, que tu ropa sea acorde a la ocasión y así evitamos seguir castigando a quienes intenten lastimarte. ¿Entendido?"
Victoria solo asiente y se dispone a desayunar. En ese momento, ingresan Santiago y Yerry. Victoria, al verlos, los fulmina con su mirada. Elon, al verla, le responde: “¿Por qué te enojas con ellos? No trabajan para ti, sino para mí. Así que no intentes persuadirlos, jamás me desobedecerán una orden”.
Victoria ríe sarcásticamente y expresa: “Al parecer, tienes bien amaestrados a tus perros de caza”.
“No los ofendas, solo son hombres fieles y de mi entera confianza”, respondió Elon.
“Ja, ja. Lo hacen porque tú les pagas, pero si fueras un muerto de hambre, no correrían por ti y te traicionarían”, expresó Victoria.
Yerry, que observaba la disputa de los esposos Walton, podía ser ofendido por cualquier cosa, pero jamás de morder la mano que se le ha extendido. Interrumpe el diálogo entre los dos esposos manifestando: “Señora, yo jamás me levantaría en contra del Joven Elon. Primero acabaría con mi vida antes de tener un pensamiento en contra del Joven amo”.
Victoria, anonadada, mira a Elon y le menciona: “Los entrenas bastante bien, tanto que te creen Dios para adorarte”. Victoria se levanta del comedor y manifiesta haber terminado su desayuno, aunque su vista se dirigió varias veces a la cocina. No pudo ver a su nana, pero sabía que Elon le había obligado a darle el día libre. Entonces toma su mochila y, sin mirar a ninguno de los tres hombres, expresa que ya es hora de ir a la universidad. Detrás de ella, sale Yerry.
Al momento de subir al carro donde Rafael le esperaba, le anuncia: “Que no se vuelva a pinchar el carro, Rafael, y ese hombre que viene no entrará en este carro”. Rafael asiente y da aviso a Yerry de que viaje en otro auto detrás de ellos, y así lo hace. No habían pasado dos minutos de recorrido a la universidad cuando Victoria suelta a llorar sobre sus piernas fuertemente. Su cuerpo temblaba sin freno alguno, y no sabía cómo se había podido contener al lado de aquellos tres que le habían mostrado su lado malvado. No quería mostrar debilidad, pero no podía ir en contra de una realidad. Elon le producía escalofríos. Se preguntaba en medio del llanto en qué momento aquel niño se había convertido en un monstruo. ¿Acaso la ambición lo había cegado totalmente? ¿Y hasta cuándo debía soportarlo?
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Comments
Laura Coliz
ella viene siendo un angel y el un demonio 👿
2024-04-22
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Laura Coliz
ella viene siendo un angel y el un demonio 👿
2024-04-22
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Laura Coliz
ella viene siendo un angel y el un demonio
2024-04-22
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