CAPITULO 17 MIEDO

La casa en el bosque era sencilla por dentro. El color blanco predominaba como si fuese un lugar cálido pero gélido a la vez. Victoria agarraba con más fuerza sus libros sobre su pecho. Caminó lentamente y suavemente que ni ella pudo percibir el sonido de sus pasos. Tomó un profundo aire y habló - "¿Por qué me has traído aquí?"

Elon abrió sus ojos y fijó su mirada en ella. Se levantó y se acercó al punto de que solo pocos centímetros separaran sus rostros. Inclinó su cabeza de tal manera que su boca quedó cerca del oído de Victoria y en un susurro le dijo: "Quiero que veas con tus propios ojos qué significa portarse mal. Así que solo sígueme.

Victoria sintió amenazantes sus palabras, pero comprendió que únicamente iba a ver algo que nada tenía que ver con ella. Pero ¿por qué Elon la hacía partícipe de sus cosas? A ella no le interesaba su vida ni qué hacía con su oscuro mundo. Después de reflexionar, simplemente le siguió y entró con él en aquella casa. Ingresaron por una puerta secreta que a simple vista solamente era una pequeña biblioteca. El camino a seguir era todo oscuro y se lograba ver en medio de la oscuridad una escalera que al bajar era como un palco. Elon ya se había sentado en una de las sillas y a su lado se encontraba otra silla. Victoria se acercó y se sentó tímidamente. En su mente, nada más podía preguntarse qué diablos era ese lugar que únicamente le producía escalofríos.

De pronto, notó que había un gran ventanal al frente de ellos y se podía visualizar todo hacia afuera. No se atrevía a preguntar por qué estaba allí, cuando de pronto observó ingresar a una mujer siendo llevada con fuerza por otra mujer corpulenta y que vestía igual que aquellos hombres que la seguían detrás.

Victoria, exaltada, se levantó por inercia de la silla al reconocerla. Era la mujer que la había acusado de ladrona en frente de todos. Entonces comprendió que su guardaespaldas Yerry sí había informado a Elon.

Victoria agarraba con tanta fuerza sus libros como si fuera su único salvavidas. En su mente se preguntaba por qué esa mujer estaba allí. ¿Acaso Elon la mataría? Sus manos empezaron a temblar y sudar.

La mujer fue obligada a arrodillarse bruscamente y al levantar la vista por el movimiento de otro hombre que ingresó al lugar con otra mujer, pudo reconocer que era la joven vendedora quien la había ayudado en la tienda y trabajaba también en ese lugar, además había empujado a la mugrienta chica en su favor.

Aquella escena provocó que el corazón de Victoria no soportara más, su mente estaba distorsionada, su corazón al parecer latía con tanta fuerza que ella misma podía escuchar sus propios latidos, un terror inundó su mente totalmente que la dejó petrificada y totalmente fría.

Victoria quería huir pero su cuerpo no respondía y sus ojos no podían desviar la mirada de aquellas dos mujeres.

La chica vendedora fue puesta al lado, de pie sujetada por dos hombres mientras la otra permanecía arrodillada en el suelo espetando palabras y exigiendo que le soltaran, a pesar de su voz sonora y chillona se podía notar el miedo que le producía estar ahí.

Luego se escuchó una voz, era la mujer que la había obligado a arrodillarse - "Señora Bring no sabe por qué está aquí... yo se lo diré. Usted se ha portado muy mal tocando las cosas ajenas del señor Argel y él no soporta que nadie toque lo suyo".

La mujer consternada gritaba - "no he tocado sus cosas, jamás me atrevería hacerlo soy consciente qué clase de persona es... por favor déjenme ir". La mujer lloraba lamentándose por su imprudencia y tratando de recordar cómo le había faltado al respeto a aquel hombre que se hacía llamar el Argel... sus ojos giraron a su izquierda para visualizar nuevamente a la vendedora de aquel almacén y fue allí donde comprendió a qué se refería aquella mujer, la joven que había mencionado delante de todos que era una ladrona era propiedad de Argel, reconoció que se había metido con algo preciado para ese hombre por estar en tal absurda situación.

La señora Bring incorporó su cuerpo al suelo suplicando por perdón. Al mismo tiempo, la vendedora solo lloraba amargamente, su cuerpo temblaba descontroladamente y no caía al suelo porque aquellos hombres la tenían agarrada tan fuertemente que ni desmayarse le era permitido.

Victoria, petrificada, viendo aquel escenario, se arrepintió en su corazón de no haberse ido tranquila de aquel lugar. Eso habría evitado toda aquella situación y sentía culpa por el destino de aquellas dos mujeres. Y se preguntaba qué clase de persona era Elon. Sabía que era alguien que cargaba una sombra y esa sombra era Argel, el nombre por el cual lo conocían en el mundo bajo. En su rostro, sus lágrimas no dejaban de caer silenciosamente, expectante a lo que podría ocurrir.

Un grito salió de los labios de Victoria y, a la vez, tapó su boca temiendo ser escuchada por aquellas mujeres y dejando caer sus libros en los cuales tanto se aferraba. La señora Bring había sido golpeada por aquella mujer corpulenta varias veces en su rostro y parecía no detenerse.

Los gritos de dolor eran ensordecedores y como agujas entraban al alma de Victoria, quien cayó de rodillas ocultando su rostro con sus manos y, suplicante, habló a Elon: "Por favor, te lo suplico. ¡No más! No le hagas más daño, déjalas ir... ha sido mi error, pero no las mates, no las golpees más. ¡Para ya, por favooor!"

Elon, sin mirar a Victoria, le dijo: "Esto no es por ti, ellas se lo han ganado. Si permito que mujeres como ella sigan dañando mis negocios y no les doy una lección, nunca aprenderán a comportarse. Victoria, esto es lo que sucede cuando las personas se comportan irrazonablemente. Hay cosas que no puedo pasar por alto."

Victoria se acercó a Elon aún estando inclinada y tomó su mano acercándola a su pecho y aferrándose a ella fuertemente. "Elon, dime por qué tu corazón se ha llenado de maldad, por qué siempre has tenido un corazón frío. Elon, todos somos seres humanos y cometemos errores, pero no puedes condenar por tu propio juicio a la humanidad... ¡Te lo suplico! Déjalas ir, ellas ya aprendieron su lección."

Victoria no paraba de llorar y aferrarse al brazo de Elon. Este dio indicación a sus hombres para que se detuvieran y así lo hicieron, sacando a las dos mujeres de aquel lugar.

Santiago ingresó al lugar y se acercó a Elon indicándole qué debía hacer con aquellas mujeres. El CEO, de forma inexpresiva, les indicó dejarlas tiradas a la entrada de sus casas y que les dejaran una clara advertencia: no habrá una segunda oportunidad. Santiago llamó inmediatamente dando las indicaciones de su jefe.

Victoria, al escuchar que Elon había dejado en paz a aquellas mujeres, se aferró aún más a su brazo como si temiera que él cambiara de opinión.

Santiago sentía tristeza porque podía ver a través de sus ojos la angustia de la señora Walton. Ella había conocido de primera mano un poco del oscuro mundo de Elon y sabía que eso había derrumbado su corazón y llenado de miedo. Así que se retiró afuera esperando órdenes de Elon.

Transcurrió una hora hasta que el corazón de Victoria se calmó. En ese momento, Elon le habló: "Ya puedes soltar mi brazo, es hora de irnos, es de noche".

Victoria no tenía fuerzas y su cuerpo tampoco le respondía. Elon, al ver su silencio, comprendió que seguía en shock, así que ágilmente la levantó en sus brazos y salió de aquel lugar.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***