CAPITULO 8 UN VINO DEMASIADO AMARGO

Elon estaba sentado con su cabeza recostada hacia atrás en su coche, su corbata estaba desabrochada y su mano derecha estaba sobre su frente. Santiago abre la puerta y Victoria ingresa al coche, no hubo palabras, solo un silencio nuevamente en el viaje de regreso a casa. Estas nuevas situaciones desencajaban en la habitual rutina de Santiago, su incomodidad al estar con la pareja le ponía los pelos de punta y al parecer la señora le estaría complicando su existencia a través de su jefe.

Al llegar a la villa, Santiago sale rápidamente para abrir la puerta, pero Elon no se inmuta y solicita a Santiago retirarse por esta noche y da órdenes a Santiago sobre acomodar su agenda de mañana. Esto solo significaba para Santiago que Elon Walton no iría a su oficina y trabajaría desde casa. Ante los ojos de Santiago, solo pudo interpretar que la señora nuevamente se había metido en problemas, solo asistió y se retiró como le fue solicitado.

Elon salió del auto y dio la vuelta alrededor del mismo para abrir la puerta, Victoria salió algo confundida y expectante a lo que pudiera surgir, juntos ingresaron a casa, pero entrando, Elon se dirige al comedor de la cocina y pide a Victoria sentarse. Esta obedientemente le sigue y se sienta muy temerosa y en su defensa antes de ser juzgada expresa: "no me fui, era incómodo para mí, solo me dirigí al gran salón".

Elon vertió vino en dos copas, se acercó a Victoria y manifestó: "Veo que no consumes alcohol, pude observar que, aunque acercabas la copa a tus labios, jamás bebiste". Y mientras daba a conocer lo que había notado, pasó una de las copas a Victoria insinuándole que la bebería, a lo que Victoria responde: "no bebo alcohol".

Elon, sin dar un respiro, se coloca detrás de ella acercándose a su oído y le da a conocer que beber hace que las personas pierdan sus estribos, pero ayuda a sacar lo que verdaderamente se esconde en el corazón. Victoria no comprende a qué se refiere Elon frente a tan detallada explicación. Elon no da tregua y agarra con fuerza la barbilla de ella. Esta intenta zafarse, Elon presiona su rodilla sobre sus piernas para inmovilizarla y esta, aunque golpea con sus manos frenéticamente, este no la suelta. Elon con su fuerza obliga a Victoria a abrir su boca y vierte todo el vino, no solo de su copa sino de la copa de él. Victoria siente ahogarse y para poder respirar traga todo, el vino es arrojado a su garganta. Elon, al ver que todo ha ido a su estómago, la suelta. Esta tose violentamente cayendo su torso sobre la mesa y maldiciendo a su esposo: "¿Qué pretendes ahogarme? ¿No te cansas de ofenderme y arrastrarme que ahora también doblegas mi voluntad y me lastimas?".

Elon toma una de las servilletas y limpia sus manos y expone: "Si no hablas por las buenas, el vino lo hará por ti". Victoria comprende cuál es el plan maquiavélico de su esposo, así que se levanta rápidamente y se dirige hacia las escaleras. Elon la sigue de cerca. Esta corre hacia las escaleras que conducen al segundo piso, donde se encuentran las alcobas principales de la villa, y va al baño para vomitar todo el vino que ha consumido. Al entrar a su alcoba, sus ojos se fijan en su baño, pero solo a dos pasos cuando es tomada por la mano de Elon y arrastrada a la cama violentamente. Quiere pelear, pero todo en su mente da vueltas y un dolor punzante recorre su cabeza. Pero también se siente valiente y llena de energía para espectar a Elon todo lo que se ha guardado. Pero solamente cayó frente a lo que Elon buscaba, que todo lo que Victoria guardaba brotara de su propia boca y así, con mayor seguridad, Elon sabría a qué atenerse en un futuro.

Victoria empezó a llorar y reír a la vez. Parecía una loca desbordada. Su mirada se fijó profundamente en Elon y, entre sus movimientos desencajados, la llevó a estar al frente de él por unos centímetros. Tomó a Elon por el cuello de su camisa. Quería reprimir su boca, pero algo la impulsaba a enumerar cada uno de sus sentimientos guardados en su corazón.

Victoria empezó a golpear su pecho frenéticamente, pero este ni siquiera se inmutaba. Solo la observaba. Parecía divertirse ver una nueva faceta de ella. De pronto, Victoria empezó a escupir con repudio lo que no pudo más contener: "¡Eres una mala persona, bastardo frío, mal/#to, déjame en paz, no me uses, acaso no te basta tomar todo lo mío!".

Victoria disminuye los golpes y frente a él cae arrodillada llorando. Al verse postrada llevada por sus impulsos, su corazón sangra de dolor. Elon se inclina hacia abajo, quedando a su altura. La toma de la muñeca y la levanta llevándola hacia el baño. Abre la ducha. Victoria, al ver sus intenciones, se resiste y muerde sus manos. Este hace una mueca de dolor, soltándola y agarrándola por la cintura. Apenas esta da vuelta e intenta huir, la obliga a quedar bajo la ducha. Esta siente ahogarse y trata de zafarse, pero sus esfuerzos son un fracaso. Elon ni siquiera da un movimiento. Así que se rinde.

Elon suelta a Victoria y esta cae arrodillada nuevamente y expresa:"Déjame ser... Sabes que eres un canalla". Mientras soltaba cada palabra, no dejaba de llorar con repugnancia. Nunca había sido tratada así. De sus padres únicamente recibió amor y después de su muerte, la soledad fue su única compañía.

Elon da un suspiro de haber llegado a su límite de paciencia y, ante los argumentos de su esposa, le dice: "No es mi interés entrometerme en tu vida, pero has roto las reglas de tu inexistencia. Si ibas a romper tus propias reglas, ¿por qué no lo hiciste hasta el final? Eres un desastre, Victoria, y no permitiré que tu desastre me alcance. Eso entiéndelo y si eso equivale a vivir contigo bajo el mismo techo, así será".

Victoria, consternada, volteó su rostro hacia él. En su mente solo se dibujaban infinitas imágenes de Elon cada vez que sus acciones o palabras le hacían daño. Aunque eran pocas, eran suficientes para crear heridas. Sabía que Elon no conocía de sentimientos, pero en medio de su soledad, aceptar la propuesta de matrimonio por parte de los señores Walton la llevó a pensar que ya no se sentiría más sola. Pero no fue así. Fue más miserable y su soledad fue más profunda. Se había equivocado al soñar en que, por lo menos, podía encontrar un amigo en medio de aquel matrimonio. ¡Qué tan equivocada estaba! El destino había sido demasiado cruel al mostrar tanta felicidad y después arrebatársela. Su vida después de la muerte de sus padres había sido un vino demasiado amargo.

Así que, armada de valor, dijo: "Elon, por favor, separarnos es lo mejor. Yo no puedo seguir como si nada pasara. En estos días he podido ver algunas de tus verdaderas máscaras. Sé que no tengo las habilidades de mi padre o su astucia. Me llena de orgullo saber lo grande que fue y cómo, a pesar de los años, hay personas que lo añoran. Pero hoy confirmé que fue una buena decisión no salir a luz pública después de su muerte... ¿Cómo podría yo mancillar su muerte? Pero tú, tú me has pisoteado, has pisoteado el apellido de mi padre enfrente de todos con esa mujer. Me has obligado a aguantar sus insultos una y otra vez... Dime, ¿por qué tendría que seguir soportando?".

Elon no comprendía en qué estaba haciendo referencia Victoria. Él siempre había admirado a su padre y, por esa admiración, siempre había sido cuidadoso y se había esforzado por cumplir los sueños de su familia. Después de un momento de silencio, Victoria mencionó: "Te vi besarte con otra mujer en el pasillo. No me interesa qué haces con tu vida, pero en estos momentos cargo con un apellido que me ha pesado desde que mis padres murieron. Y por si no fuera poco, cargo con el apellido de tu familia. ¿Cómo crees que me verán los demás al ver lo que tú haces sin el menor pudor? Dame el divorcio. Ese es mi deseo".