Victoria desconocía los alcances de su decisión impulsiva y ahora se encontraba sumergida sin poder salir a la superficie, aunque se sentía en desgracia, pero no podía irle peor ahora... desconocía muchas caras de su esposo que aparentemente era tranquilo, pero con esa misma tranquilidad ya la había agredido. Al parecer, llevar a Elon a perder dinero no era una buena opción, eso ya era sinónimo de pasarla bastante mal... sin embargo, se sentía afortunada de no ser agraviada peormente. Él era capaz de más, pero manejaba sus límites con ella.
El actuar rápido de Elon había subyugado a que la familia Walton Lauder se viera en chismes de farándula y, sobre todo, que las acciones de las empresas se vieran afectadas.
La única intención de Elon al develar el velo de los acontecimientos de aquella noche lluviosa era que Victoria tuviera un solo camino, una sola decisión. Pero también necesitaba darle una ventana de respiro. Por ello, Elon Walton se adelanta ante la búsqueda en su mente de argumentos de Victoria y expone:
"No me interesa qué haces con tu vida, pero si tus decisiones son piedra de tropiezo en mi familia y mis negocios, las quitaré, y eso te incluye. Y no te imaginarás de qué manera... De ahora en adelante, participarás en diferentes reuniones sociales y harás presencia cuando yo lo solicite en la empresa. Además, mantendrás tu lengua guardada y hablarás cuando yo te lo indique... Una pérdida de un inversor implica que se pondrá en riesgo la credibilidad de nuestros apellidos... No sé en qué dedicas tu tiempo, y tampoco es de mi interés, pero recuerda que ahora ya no es tu tiempo, sino mi tiempo sobre el tuyo... A donde quiera que vayas, deberás informar cada paso, cada lugar. ¡No se te olvide!"
Victoria sabía que su esposo de papel no se la pondría fácil, pero no tenía argumentos en su defensa. Había tirado todo por la borda por no soportar un poco más. Tenía responsabilidades, entre ellas demostrarse a sí misma que era una persona útil y valiosa, y al parecer, ante los ojos de Elon, ella solo vivía de vaga.
Pero todas estas restricciones solo habían complicado más las cosas. Sin embargo, la curiosidad iba por encima de todo lo que se le venía por delante. En primer lugar, ¿por qué había de tener cuidado con Elena? ¿Qué tipo de persona podría ser ella? Eran las preguntas que se hacía Victoria. No era tonta para no darse cuenta de que su participación en las reuniones sociales estaba ligada a ocultar a la joven Madison la relación superficial que existía entre Victoria y Elon. Pues de todo lo dicho por Elon desde que entró a la sala de estudio, no podía dejar de pensar en qué tipo de familia eran los Madison y, en especial, su hija.
Elon no dio más tregua y solicitó a Victoria salir del despacho. Esta, en silencio, se retiró, pero no sin antes dejar claro que no será por un largo tiempo su silencio y obediencia y habiendo advertido cerrar la puerta sin la menor delicadeza.
Elon retoma la información en sus manos y dice a Santiago: "Es hora de retomar donde quedamos, pero si tienes algo que decir, hazlo".
Santiago siente el frío recorrer por sus venas. Aunque por su mente cuestionó a Elon, trató de disimularlo muy bien, pero al parecer su jefe era una persona a la que no se podía engañar. Así que, lleno de curiosidad, se atrevió a preguntar: "CEO, ¿por qué ha decidido guardar silencio sobre lo sucedido con los Lauder y los deseos del padre de la señora?"
Elon, sin dejar de revisar los documentos, responde: "No tenemos la certeza cien por ciento, y hay cosas que es mejor que las mismas personas descubran. ¿Por qué debería intervenir? ¿Acaso eso ayudaría en que deje de cometer estupideces...?"
Santiago no refuta ninguna de las apreciaciones de su joven jefe, pero sabe que, aunque no existe una certeza por las pocas pruebas, hay seguridad de que la realidad presentada era otra de los esposos Lauder y consideraba que la joven esposa no tenía el discernimiento debido a la falta de preparación y eso conllevaba a que cometiera errores.
Hasta muy tarde de la noche, Elon y Santiago se encontraban en el despacho. Parecía interminable las filas de documentos. La revisión de cada proyecto era la parte más fatigante para Santiago. Ya Elon era demasiado meticuloso y quisquilloso, pues si el proyecto no lo convencía, era desechado sin importar el tiempo invertido.
El trabajo se vio interrumpido por la señora Enni, quien abrió la puerta y se acercó a la mesa dejando una taza de té para Elon. Santiago observa fijamente a la señora Enni de forma molesta por la interrupción, pero esta comprende sus intenciones dejándole claro que no está ahí por el joven y que no tiene por qué pedir permiso a quienes son menores que ella.
Santiago no deja de lado su asombro, pero también observa que Elon no siente molestia por las acciones de la Señora Enni.
Enni, al terminar de discutir con Santiago molesta, se dirige a Elon: "vive como un ser humano de verdad, mírate cómo tu frente se arruga y todavía eres joven..."
Elon no toma interés a sus palabras, a lo que vagamente responde: "es por la migraña".
La señora Enni pugna sin disimulo ante su respuesta floja y le refuta: "pues deberías decirle a Victoria que te diga qué hacer para tus dolores de cabeza".
Elon deja por un momento sus cosas y mira a la señora Enni, no comprende qué podría serle útil Victoria y su molestia y dolores solo aumenta con ella...
La Señora Enni sabe que ha llegado a la línea con Elon y le recuerda beber el té y se despide.
Al salir del despacho, ve a Victoria hurgando en la nevera en busca de comida, sabe que esto es sinónimo de ansiedad, que algo le preocupa y solo busca calmarse con la comida.
El panorama observado lleva a reclamarle a Victoria su ingreso a la cocina como si fuera una ladrona. Victoria se asusta y con pan tajado en la boca y en sus manos quesillo manifiesta su asombro, pues era tarde y se suponía que ya se habría ido su nana.
La señora Enni manifiesta que en los días en que Elon ha estado viviendo en la mansión no lo ha visto comer, solo bebe agua y café, muchas veces se preguntaba si en verdad era humano. Sus demandas y exigencias tarde o temprano le cobrarían factura al joven. Por ello, aconseja a Victoria: "deberías recetarle algo para su migraña... morirá joven y tú serás viuda si sigue sobreexigiéndose".
Victoria, muy tranquila, responde: "Nana, desde que tengo uso de razón, nunca lo he visto enfermo y un dolor de cabeza no lo matará... y si no come es porque tal vez no tiene hambre".
La señora Enny no podía creer las respuestas dadas por este matrimonio jovial. Así que decide irse en paz y dejar de lado sus preocupaciones. Da un beso a su niña Victoria y se retira. Victoria, con el alma medio dormida, voltea a ver hacia el pasillo pero retoma su vista hacia las escaleras y sube al segundo piso, a su alcoba, para dormir plácidamente.
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Comments
Vianey Hernandez Ortiz
Entonces Victoria está estudiando para ser doctora???🤔🤔
2024-01-14
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