Capitulo 17

Danna:

Le marqué el numero de Megan, ella se tardo un poco en contestar.

Llamada:

- ¿Qué paso Señor Luciano?

- Soy Danna.

- Nena… dime, ¿Qué pasó?

- Luego te cuento, no puedo hablar mucho, aquí dentro hay unos hombres y me dijo el tal Luciano que no podía salir por nada del mundo.

- Si, son sus abogados.

- ¿Abogados?

- Si, es que hace poco se perdió mucho dinero por una mala transacción y los contadores aun no determinan como se hizo ese movimiento. ¿Pero que? ¿Esperaras?

- No tengo como salir.

- Entiendo. Bueno no te preocupes te espero.

- No, ve. Me iré en taxi.

- ¿Segura?

- Si. De todas maneras pensaba en pasar al supermercado para hacerme un poco de despensa.

- De acuerdo. Ya pasan de las 6:00 pm, hace rato que debí salir. Te veo en casa.

Asentí como si me pudiera ver. Sonreí terminando la llamada. Me levanté acomodando la cama de este lugar. Miré todo alrededor mirando unas fotografías que estaban en una repisa. Me acerqué mirando cada una.

Habían varias de Luciano con la odiosa de su prometida, todavía la recuerdo… la manera grosera y altera en que me trató en el aeropuerto. La manera que se refería a él que bien se pudiera acostar con cualquier mujer. Solté un suspiro, miré una foto donde habían 5 hombres con unas cañas de pesca… Sonreí mirando que eran hombres muy bien parecidos. Me imagino que eran los primos de Luciano que me había mencionado Megan.

Las dejé a un lado mirando otra foto con un hombre mayor y Luciano muy felices… Me imagino claro que este hombre debería ser su padre. Se parecía tanto a él.

Solté un gran suspiro. Me senté en la cama esperando que pudieran terminar pronto. Tampoco quería importunar y por algo Luciano me había dicho que por nada del mundo saliera para donde estaban los hombres.

Miraba que el reloj de pared marcaba ya las 8:30 pm y ellos seguían. Me levanté abriendo lentamente la puerta, miré por un pequeño espacio que aun estaban con las carpetas abiertas.

Negué con la cabeza… Rodé los ojos… Lo que me faltaba ahora que tenga que depender de la hora que terminarían estos hombres.

Caminé hacia una puerta que al entrar noté que era un baño… Cerré con seguro para poder hacer mis necesidades. Terminé de hacer pis, pasé una toalla desechable secando mi parte. Abrí la llave lavando mis manos… Me arrojé un poco de agua en mi rostro. Tomé una de las toallas pasandola suavemente… Me miré en el cuerpo.

Salí de nuevo un poco fastidiada, me senté en la cama dejando reposar mi espalda en la cabecera.

Levanté mi mirada viendo ahora que ya son las 10: 45 pm. Negué con la cabeza. No podía quedarme aquí toda la noche. Me levanté abriendo un poco la puerta… Miré que ya no había nada.

Sentí un gran coraje…

Abrí la puerta mirando que estaba completamente vacío el lugar.

Danna: IDIOTA… ME DEJÓ AQUÍ.

Negué con la cabeza… Estaba en verdad super enojada, ¿Cómo me pudo olvidar aquí? Abrí la puerta abriéndose rápido, golpeando mi rostro con tanta fuerza.

Danna: AYYYY..

Luciano: Lo siento… Disculpame en verdad, no pensé que estuvieras fuera del cuarto.

Me llevé las manos hacía mi frente donde había sentido el golpe. Él se me acercó intentando apartar mis manos.

Danna: Creí que te habías ido y te habías olvidad que estaba en el cuarto.

Luciano: A ver, déjame ver.

Él tomó mis manos apartándolas suavemente, empezó a observar donde estaba el golpe. Levanté mi mirada fijándome en él. Era un hombre demasiado atractivo, su perfecta barba con un poco de crecimiento. Negué con la cabeza… Es odioso, mal hombre y grosero.

Luciano: Bueno solo fue un leve golpe. Esperemos que no te quede un chipote.

Sonreímos los dos…

Luciano: Vamos te llevo a tu casa.

Danna: No hace falta, puedo tomar un taxi.

Luciano: Bueno puedes… pero por mi culpa estas hasta esta hora aquí encerrada en mi oficina, en mi empresa.

Danna: En verdad. Sé andar por la ciudad.

Él levantó sus hombros. Estaba seguro que no era de los hombres que insistirían.

Luciano: como gustes. En la esquina pasan…

Asentí con la cabeza, él se acercó a su escritorio abriendo su portátil.

Danna: Hasta luego.

Él no respondió a mi despido, me di la media vuelta saliendo de su oficina. Pasé por todo el pasillo, hasta llegar al ascensor. Oprimí el botón. Las puertas se abrieron… Bajé mi mirada soltando un gran respiro. Una mano detuvo las puertas para que no se cerraran.

Levanté mi mirada encontrándome con esos hermosos ojos color marrones, tenían una intensidad fija en mi… Entró presionando el botón para el primer piso.

Él tomó su móvil empezando a escribir. No sabía que estaba escribiendo pero al menos sabía que eso hacía. Miré por todos lados del ascensor, estaba con cámaras y todo. No quería mirarlo.

Danna: ¿Tienes mas primos aparte de los dela foto?

Lo miré, él levantó su mirada mirándome un poco confuso a mi pregunta.

Danna: Lo siento, es que estaba mucho tiempo en ese cuarto y no pude dejar de ver las fotos, me imagino que son sus primos y su familia y de su prometida.

Luciano: Mi prometida… cierto mi prometida. Gracias al cielo me libre de ese compromiso.

Me sorprendí al escuchar sus palabras, apenas hace unos días en el aeropuerto estaban juntos como una gran pareja. Megan me dijo que en meses se casaría con este hombre. Ahora ya no esta comprometido. Bueno lo que los hombres como el tipo de Luciano se podía dar el lujo de hacer.

Danna: Lo lamento.

Luciano: ¿Lo lamentas? ¿Por qué?

Danna: Por su compromiso que ya no se hizo.

Luciano: Yo no. ME alegro no haberme casado con Dinora.

Danna: Bueno, eso cada quien muestra su sentir.

Luciano: En cambio tú con novio ¿cierto?

Las puertas del ascensor se abrieron… él extendió su mano cediéndome el paso para salir de primero. Salí del ascensor caminando. Me dirigí hacia la puerta principal. Él se despidió del hombre de seguridad. Abrió la puerta volviendo a cederme el paso.

Habían varios hombres que me miraban como si estuviera haciendo algo malo.

Danna: Bueno. Gracias por todo.

Él levantó la mano en señal de adiós, sin decir nada más se subió a su auto. Caminé hacia la esquina esperando ver pasar un taxi… Miraba por ambos lados que no veía nada. Empezaba a preocuparme que realmente no hubiera ningún taxi por aquí… Me moví de allí. Empecé a caminar para ir avanzado y con suerte algún taxi aparecería por el lugar…

Escuché que alguien venía detrás de mi apurando el paso… Me di la media vuelta, no había nada. Sonreí, ya parecía una paranoica loca que creía que hasta aquí podía toparme con ese hombre malo… solté un gran respiro, cuando un auto se aparcó cerrándome el paso.

Di dos pasos hacía atrás… Trague saliva pegándome al muro de la propiedad por donde ya me encontraba.

Luciano: Crees llegar caminando hasta donde Megan vive. Vamos súbete.

Danna: No, ya le dije que puedo ir sola.

Él negó con la cabeza caminado hacía mi.

Luciano: NO TE ESTOY PREGUNTANDO SI QUIERES… TE ESTOY DICIENDO QUE TE LELVARÉ A TU CASA.

Negué con la cabeza cuando viendo que se apresuró a llegar a mi lado, me levantó como un costal de papas dejándome en su hombro. El pánico de nuevo volvió a mi cuerpo recordando que fue de la misma manera que ese hombre me sostuvo para arrojarme hacia la cama.

Danna: BAJAME… BAJAME… SUELTAME MALDITO…

Luciano: Oye calmate…

Danna: SUELTAME…

Mis ojos se llenaron de lagrimas… Luciano con mucho cuidado me bajó dejándome en el piso. Él me miraba demasiado confuso ante mi actuar, estaba claro que él se preguntaba de nuevo por que acuto así, pero no estaba para que nadie supiera de mi desgracia.

Luciano: Solo quise hacerte una broma.

Danna: ¿A CASO TODOS LOS FERRER TIENEN QUE TOMAR TODO A LAS FUERZA? ESTA ES SU ESTUPIDA MANERA DE HACER BROMAS.

Luciano: Sabes que… He trato de ser amable contigo. No sé que tengas en contra de mi familia. Tampoco sé por que te expresas de esa manera que “todo lo tomamos a la fuerza” NO SE CO QUE CLASE DE PERSONAS TE HAYAS TOPADO O QUE CLASE DE PERSONAS TE RELACIONES QUE TE TIENEN TAN TRAUMADO…

Danna: ME TOPÉ CON UN MALDITO FERRER… QUE SE BURLO DE MI… ME HUMILLO… ME UTILIZÓ… AUN ASI NO DA LA CARA EL MALDITO…

Él negaba con la cabeza bastante serio.

Danna: SI, ESE HOMBRE FERRER ME DEJÓ MUY EN CLARO QUIENES SON TODOS USTEDES. ASI QUE NO SIENTO NINGUN PLACER POR RELACIONARME NI EN LO LABORAL CON UN MALDITO FERRER MENOS CON HOMBRES COMO TU.

Luciano: Tienes razón. Somos tan despreciables para una mujer que solo habla a medias. Una mujer que no es capas de hablar con claridad para que pudiera entender. Dejame decirte NIÑA. SI TE ENEMORASTE DE UN FERRER Y NO LO PUDISTE AMARRAR COMO ESPERABAS… QUE MENTE TAN ESTUPIDA PUDISTE TENER PARA PENSAR QUE ESO SERÍA POSIBLE.

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Danna

Luciano

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