Capitulo 12

Megan se aparcó. Abrió la puerta saliendo. Hice lo mismo. Me baje… Levanté mi vista cubriéndome del sol que estaba con sus rayos a todo lo que daba. El edificio era enorme y demasiado alto. Se veía de mucho lujo. Claro al ser de un maldito Ferrer y ser dueño de casi Italia podía darse semejante lujo de tener este lugar.

Megan: Vamos, tengo que checar mi entrada.

Asentí con la cabeza, mi corazón empezó a latir tan fuerte que no sabía que pudiera suceder en este horrible lugar.

Megan se fue a poner su huella como me había dicho, miré por todos lados mirando que solo éramos ella y yo.

Danna: ¿Solo nosotras estamos?

Megan: Por ahora si. Pero ya van a empezar a llegar todos.

Me senté en una sillones de espera. Ella se sentó junto a mi mirando como siempre.

Megan: Tranquila. Verás que no es tan grave.

Danna: ME VIOLARON MEGAN.

Cerré mis ojos dejando caer mis lagrimas, levanté mi mirada hacia ella, mi mirada que dejaba ver el gran dolor que estaba llevando por dentro, ella se sorprendió al escuchar mis palabras. Negó con la cabeza llenándose igual sus ojos de lagrimas.

Me tomó de la mano haciendo que me levantara para ir algún lugar. Entramos a una oficina a la cual ella cerró con seguro.

Megan: ¿Qué has dicho?

Danna: Me desgraciaron la vida. Un maldito Ferrer me violó.

(Escuchen- Possibility, Lykke Li)

Ella no buscaba palabras para decirme, estaba tan sorprendida dejando caer sus lagrimas.

Megan: ¿Un Ferrer? ¿Estas segura?

Asentí con la cabeza cubriéndome el rostro con mis manos, sentí como sus brazos me rodearon por completo, su mano pasaba suavemente por mi cabello.

Megan: Pero los Ferrer siempre han sido unos hombres intachables.

Danna: Las apariencias engañan. Me quitaron todo. Mi padre me echo de mi familia, de mi casa, cuando se lo dije esperaba recibir apoyo, pero fue todo lo contrario.

Megan: No se que decirte, jamás hubiera pensando algo así. Creí que te habías enamorado de alguno de ellos. ¿Pero como sabes que fue un Ferrer? ¿Los conoces?

Negué con la cabeza bajando mi mirada. No tenía fuerzas para mirarla a los ojos. Sentía tanta vergüenza.

Danna: Cuando pasó… fue horrible, me tomó a la fuerza, me golpeó… aun tengo los moretones de lo que me hizo con tanta saña.

Megan negaba con la cabeza, apartó sus lagrimas.

Megan: ¿Quién de ellos fue?

Danna: No lo sé. No vi su rostro, tenía un pasamontañas, aunque intenté quitárselo pero no pude. Solo me dijo que “SABRAS QUIENES SOMOS LOS FERER?.

Megan: Bueno eso no es una gran pista. ¿Lo denunciaste?

Danna: Noooooo… claro que no. ¿Cómo puedo denunciar a alguien sin siquiera lo vi?

Megan: Es que son varios. Esta el señor Luciano Ferrer, esta Diego Ferrer, esta Paolo Ferrer, esta Máximo Ferrer, y esta David Ferrer. Ellos 5 estaban de vacaciones… en Inglaterra.

Negué con la cabeza, ¿Cómo era posible no saber quien de esos hombres me había hecho eso?

Danna: Mi padre es un hombre poderoso en Inglaterra. Es el dueño del imperio “Alzars” el concesionario de autos. No tengo idea de que haya hecho mi padre, por que me dijo que lo que mi padre le hizo lo cobraría conmigo. Le pregunté que si tenía enemigos, me dijo que no.

Megan me tomó de ambas manos juntándolas en mi pecho.

Megan: Sea lo que tu padre haya hecho, no debieron cobrarlo contigo y menos de esa manera. Te voy ayudar. Pero tienes que ser fuerte. No te digo que de la noche a la mañana puedas dejar lo sucedido atrás, pero hay que poner de nuestra parte. Aquí vienen mucho Luciano y Diego. Sus primos casi no. Pero podemos. Claro que podemos.

Levanté mi mirada abrazándola fuertemente, ella me respondió con gran fuerza.

Megan: Quedate aquí para que te tranquilices, voy a mi lugar cuando llegue el señor Luciano te aviso. No sé si el te vaya a entrevistar o Diego. ¿De acuerdo?

Asentí con mi cabeza. Megan me dejó un beso en la frente, me sonrió y salió de esa oficina dejándome en ella.

Solté un gran respiro, me sentí aun poco aliviada por haberle dicho y dejar salir un poco de lo que he estado llevando conmigo. Quizá eso me hace falta hablarlo tal cual para que mi mente me deje descansar.

Megan:

Sentía un gran dolor por lo que le había pasado a Danna, jamás hubiera pasado por mi mente que un Ferrer pudiera hacer daño a una persona, al menos no de la manera en que lo hicieron. Negué con la cabeza, yo que siempre he admirado a todos los Ferrer en especial al señor Luciano que con mucho esfuerzo tiene todo lo que tiene. Que si bien su familia siempre ha sido adinerada y él mucho tiempo estuvo en cuna de oro, pero cuando cayó en crisis económica la empresa por el mal manejo que le había dado los padres de Paolo, Máximo y David, Diego y Luciano fueron los que hicieron levantar todo ganando mucho más terreno en los negocios. Creció de manera descomunal derribando a muchas empresas fantasmas y recuperando lo que ellos tenían de varios desfalcos.

Empecé a ocuparme de los documentos que había dejado Luciano en mi escritorio. Tenía que ponerme al día ya que la próxima semana retomaría mi nuevo puesto.

Miraba la hora donde sabía que estaba próximo en llegar. Sinceramente no sabía ni como verlo al saberlo también sospechoso de lo que le pasó a Danna.

A mi punto de vista el señor Luciano siempre ha sido un hombre derecho, muy capas de hacer las cosas, nunca se le ha escuchado hablar mal de él en las revistar de sociedad y siempre cuando lo hacen siempre ha sido de manera intachable, por el contrario, tiene una novia medio desquiciada que solo él aguanta, su motivo real por el que esta con la señorita Dinora ha sido por un préstamo grande que le hizo a su padre. La señorita Dinora siempre ha tratado de atarlo pero por el mismo Luciano que me ha tenido poca o mucha confianza me ha contado que él ya no sentía nada por su prometida. Diego, un hombre igual de la alta sociedad que siempre se ha dicho maravillas de él y de su prometida que en 3 meses se casarían, lo que sé de él es que siempre ha estado bajo el mando de Luciano y han crecido los dos juntos en todo el ámbito de los negocios. Es su primo del señor Luciano, siempre ha sido un gran deportista y conocedor del mundo. Paolo, que puedo decir de Paolo es un jugador empedernido que le gusta las mujeres pero que a ninguna toma enserio y siempre se le conoce una diferente, al menos conmigo siempre ha sido muy respetuoso. Máximo, todo un caballero, honesto y pulcro en todo lo que hace. Lleva el área contable de Luciano y muy pocas veces se le ve venir a este lugar. Su presencia del señor Máximo ilumina tanto como lo hace el señor Luciano. David, otro soltero codiciado, siempre anda de viaje por las franquicias que ha adquirido el señor Luciano. Es como su representante pero de igual manera un hombre seguro de si mismo… el único que ha tenido una vida loca ha sido Paolo, pero nunca se ha escuchado que trate mal a nadie.

Luciano: MEGAN!!!

Pegué tremendo brinco al escuchar a Luciano… No me había dado cuenta que había llegado por andar haciendo conjeturas.

Levanté mi mirada, sonrió. Tenía lentes oscuros. De seguro había pasado muy buena noche con su prometida.

Tragué saliva.

Luciano: Muy enamorada estarás que no te diste cuenta que llegué.

Megan: No.. como cree.

Luciano: Es cabecita anda por otro lado.

Sonreí un poco nerviosa, miré hacia la oficina donde estaba Danna. Sinceramente Luciano era un hombre muy encantador pero siempre mantenía su línea de Jefe a empleada.

Luciano: ¿Revisaste los documentos que te dejé?

Megan: mmm, si. Apenas los estoy retomando.

Luciano: ¿Llegó tu amiga?

Megan: si, solo que esta en la cafetería de enfrente, no había desayunado la pobre.

Él sonrió quitándose los lentes de sol, me miraba fijamente.

Luciano: Bueno, cuando regrese has que pase a mi oficina. Seré quien la entreviste.

Megan: ¿No era Diego?

Luciano: No. Diego cambió unos turnos para poder asistir a mis reuniones. Ves la importancia que estes ya como mi asistente.

Sonreí asintiendo. Él se dio la media vuelta caminando hacia los ascensores. Abrieron la puerta y el se metió para ir a su oficina. Entre cerré mis ojos negando con la cabeza. Salí de mi escritorio para ir en busca de Danna. Abrí la puerta de la oficina encontrándome con una escena muy triste. Sus ojos rojos por tanto llorar, mi corazón me dolía al verla de esa manera. No sé mucho de ella pero no se merecía por nada de lo que estaba pasando. Ahora que sé que su padre prácticamente la echó de su familia debe sentirse tan sola.

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Danna

Megan

Luciano

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