Capitulo 16

Me levanté para hacer que viniera conmigo Megan, no me gustaba verla de esa manera y sé a la perfección que ella nunca haría nada para perder el empleo por el que por tanto tiempo se ha esforzado en tener.

Abrí la puerta mirando que la tenía de la mano.

Luciano: Megan… Tenemos que hablar.

Megan: No… no quiero hablar contigo.

Luciano: Vaaamos… No le va a pasar nada a tu amiga.

Ella apartó sus lagrimas dejando suavemente la mano de Danna, se levantó caminando hacia la puerta, pasó de mi… Rodé los ojos sin entender como se le ocurrió reaccionar así en frente de Ciro.

Le hice señal para que tomara asienta, la miraba realmente afectada.

Luciano: ¿De donde conoces a Danna? No me vayas a mentir por que sé que es de Inglaterra.

Ella se sorprendió.

Megan: ¿Entonces la conoces de allá?

Luciano: SI, LA CONOCÍ EN INGLATERRA.

Megan: ENTONCES FUISTE TU QUIEN LE DESGRACIÓ LA VIDA.

Luciano: ¿De que hablas? La conocí en el aeropuerto. Discutió con Dinora. Nunca la había antes hasta que hoy entró a mi oficina interrumpiendo la junta que necesitaba cerrar.

Megan bajó su mirada tratando de no decirme nada.

Luciano: ¿Quién es?

Megan: Es mi amiga. Su madre vivía aquí con un hombre, pero falleció su madre. Por eso tuve que venir de Inglaterra.

Luciano: ¿Hace cuanto tiempo la conoces?

Megan: Muchos. Ya perdí la cuenta.

Luciano: ¿Quién es Jorge Cossi?

Miré un poco de nervios en su mirada, estaba buscando palabras o como formular su respuesta…

Megan: Su novio.

Luciano: ¿Segura?

Megan: Bueno… su amigo que quiere ser su novio.

Luciano: ¿Dónde esta viviendo entonces?

Megan: En mi condominio. Su madre al morir no le dejó nada y tuvo que buscar algo mas económico que pudiera pagar.

Miraba que me mentía, había algo más.

Megan: Me dijiste que le darías el empleo. Se lo diste a Marcela la amiga de Gina. ¿Acaso solo por que se acostó con Paolo tiene mayor influencia?

Luciano: Marcela entró, creí que era tu amiga.

Megan: Como sea, da igual. Voy a mi puesto. ESPERO QUE TENGAS LA DECENCIA DE NO ACERCARTE A MI AMIGA. NO TE PREOCUPES, YA SÉ QUE DESPUES DE LO QUE HICE TENGO QUE PASAR MI CARTA DE RENUNCIA.

Solté un gran respiro rodando los ojos… No sé lo que esta chica esconde, tampoco sé que es lo que causó que Megan reaccionara así. Su historia no me convence del todo. Negué con la cabeza.

Luciano: No tienes que renunciar. Sabes que te necesito como mi asistente.

Asintió con la cabeza, mirando con una seriedad. Ella salió de la oficina cerrando de una manera que no entendía.

Tomé el comutador para que Gina vuelva a traer a los demás para terminar la junta. Necesitaba terminar ese tema cuanto antes.

Donatto:

Estaba en mi oficina, mirando del lado que había destinado el lugar que sería la oficina de mi hija Danna, negué con la cabeza, todo me recuerda a ella.

La puerta se abrió, levanté mi mirada viendo a Lester que como siempre él tenía un gran entusiasmo por la empresa y por tener todo en orden para cuando se haga su nombramiento como sucesor de la dirección, puesto que sin duda mi hija Danna era la indicada.

No lo podía dejar en manos de una mujer que no se dio a respetar, que no pudo comportarse ante un hombre que de seguro apenas conocía. Negué con la cabeza.

Lester: Donato, aquí te dejo los documentos que me pediste de la contabilidad.

Los tomé dejando a un lado la carpeta. Le hice señal para que tomara asiento.

Donato: Como sabes Danna, decidió independizarse, claro no me dijo si volvería o no. Lo que si hijo… es que mi enfermedad sigue avanzando más rápido que antes.

Lester: Donato, siento que debiste decirle a Danna antes que se fuera quien sabe a donde.

Donato: Mande a entregar mi testamento al despacho Bonnet, sé que él día de mañana que llegue a faltar harán lo que tienen que hacer para que le llegue a manos a mi hija la información que le corresponde saber, por otra parte no me interesa nada más.

Lester: Ya ni pude comprometerme con ella. Sabes que estoy enamorado de ella como un total loco.

Donato: Pierdes tu tiempo.

La puerta sonó de unos pequeños golpes… Lester miró hacia la entrada cuando se abrió la puerta.

Donato: Pasa, que gusto volver a verte por aquí…

- Hola cariño… ¿Cómo estas?

Lester miraba a mi nueva pareja.

Lester: Con permiso. Luego nos ponemos de acuerdo.

Lester se levantó quedando impresionado como siempre de mi nueva pareja, él se despidió de ella, muy amable se despidió de ella.

Me levanté para acercarme, moría por hacerla mi mujer. Ella se arrojó a mis brazos sin esperar que Lester aun saliera.

Donato: No creí que llegaría de viaje hoy.

Dinora: Me fue muy difícil alejarme de mis compromisos.

Donato: Dinora, sabes que la gran distancia me mata.

Dinora: Lo sé, por eso dije que en tres meses regresaría a Italia para tener que casarme con mi prometido. Pero cuando llegue te aseguro que cancelaré todo.

Donato: Porque no lo haces de una vez, así nos casamos nosotros.

Dinora: En verdad…

Ella sacó su móvil, empezó hacer una llamada:

Llamada:

- Hola Gina, me puedes comunicar con Luciano Ferrer.

- Señorita Dinora, claro. Ahora transfiero una llamada ya que esta en una reunión.

- Espero….

Luciano:

Teníamos una pequeña pista de como se había retirado ese dinero y por que no estaba en la contabilidad como tenía que ser.

El auricular del comutador empezó a sonar… Me levanté para atender la llamada…

Llamada:

- DIME GINA, ESTOY EN UNA REUNION. ¿ACASO NO LO SABES?

- Señor la señorita Dinora que quiere hablar de suma urgencia con usted.

- Ponla en la línea.

Me senté en mi silla mientras los demás estaban concentrados sobre el asunto, me ladeé un poco mirando a la loca que aun dormía. Rodé los ojos esperando que no se tardara en despertar que terminando tenía una cita con un importante cliente.

Llamada:

- Dime Dinora, ando en una reunión. ¿Llegaste bien?

- Si Luciano, si llegué a tiempo. Llegue a tiempo con mi verdadero prometido.

- ¿Disculpa?

- Como comprenderás, me cansé de ti, tus infidelidades, NO ME VOY A CASAR CONTIGO. HOY NI EN 6 MESES NI NUNCA.

- Esperaste para irte según tú para decírmelo. Bien pudiste decírmelo antes que te fueras. Como la DAMA que se supone que eres.

- No Luciano Ferrer. Sinceramente, solo me servías por el buen sexo que me podías dar, claro el préstamo de mi padre verá que mi prometido te haga llegar el cheque. HASTA NUNCA, YA PUEDES SEGUIR REVOLCANDOTE CON LAS PUTITAS FACILES QUE ESTAS ACOSTUBRADO.

La llamada la terminó. Dejé el auricular mirando que se estaba removiendo la chica loca.

Luciano: Prosigan ahora vuelvo.

Me levanté entrando al cuarto, cerré para no me escucharan y tampoco quería que nadie sepa que tenía metida aquí una mujer. En primera sería de ella quien hablarían y no de mi.

Me acerque mirándola.

Danna:

Empecé abrir mis ojos, pasé mi mirada hacia alrededor del lugar donde me encontraba, estaba demasiado confundida, no reconocía el lugar… Miré la silueta de Luciano Ferrer frente a mi…

Danna: No me acerques…

Mis ojos se llenaron de lagrimas negando con la cabeza… Miré el lugar, una habitación, una cama, yo con una sábana..

Danna: ¿Qué ME HICISTE?

Él se abalanzó encima de mi, rodeó mi cintura atrayéndome a él tapando mi boca… empecé a darle golpes como podía.

Luciano: Santos cielos, tranquilízate, tranquila niña… No te he hecho nada…

Casi susurrando se acercó a mi oído.

Luciano: (susurrando) Estas en un cuarto en mi oficina, te pusiste mal y perdiste el conocimiento. Afuera hay abogados y contadores y personas en una reunión. Tranquila… Te juro que no te he hecho nada.

Negué con la cabeza, mordiendo con fuerza su mano… él pegó mi cabeza a su pecho… Pude escuchar su corazón latiendo muy fuerte…

Luciano: Shhh… shhhh.. por favor… tranquila…

Mis lagrimas caían por mi rostro, percibí su aroma que tampoco era al del mal hombre… Cerré mis ojos dejando salir mis lagrimas…

Luciano: Te voy a soltar, pero por favor no grites, me puedes meter en problemas.

Asentí con la cabeza. Él se apartó lentamente, levantó sus manos en forma de rendición, me miró fijamente sin apartar la mirada.

Luciano: No puedes salir, espera hasta que se vayan.

Danna: Megan se va a preocupar.

Luciano: Veré que decirle. Es más toma mi móvil. Márcale y avisa que tengo una reunión y que no te pueden ver salir. ¿De acuerdo?

Asentí con la cabeza. Él marcó el numero de Megan… para que lo hiciera cuando desees. Se levantó dejando ver su mirada un poco de tristeza.

Solté un gran respiro agradeciendo al menos que el dueño de esta empresa no sea el que me lastimó.

Miré su móvil, lo miraba fijamente. Oprimí para hacer la llamada a Megan. Solté un gran respiro.

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Danna

Luciano

Lester

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