Mi primera Vida

Juana: Ares o Bastian ya no sé ni con quien hablo, ¿Quien es el dueño original del cuerpo?

Ares: Bastian no existe mi querida emperatriz, al momento de nacer su alma se perdió en el limbo, yo tome su cuerpo, siempre he sido yo, siempre haz estado en presencia del dios del caos. Quise ser otro, no quería obedecer el designo de los dioses por Verónica, adopte otra personalidad pero descubrí que era perder el tiempo, este mundo está podrido, los malos deben ser juzgados. Ahora que lo sabes ¿que harás?

“¿Qué haré? Una excelente pregunta, si esto me lo hubiera contando antes quizás saldría corriendo, pero Justo lo dice cuando estoy enamorada hasta los huesos. ¿No es justo verdad?”

Juana: Dime algo primero, ¿por que siempre decías que querías mi cuerpo? ¿Ibas a pasar tu alma a mi cuerpo?

“Aquí viene de nuevo, cuando camina lento con esa mirada que no descifro me pone nerviosa”

Me levanto de mi asiento y me sentó en su regazo, comenzó a bajar mi vestido, dejo mis pechos expuestos, cada uno cabía perfectamente en sus manos. Los besos por el cuello eran enloquecedores.

Juana: Ares…

Ares: Me encanta como suena mi nombre de tu boca.

Juana: No me distraigas y responde lo que te pregunté.

Ares: Para responderte esa pregunta te contaré una breve historia de mi primera vida. Después entenderás quien eres para mi y cuál era la necesidad de poseerte.

Juana: Te escucho.

“Me cubrí el pecho, no iba a permitir que este hombre me distraiga”

Ares: Se hablan historias de mi, quien fui y que hacía, también existen historias de hijos y muchas amantes.

Juana: leí tu vida Ares, a parte del dios del caos, te atribuirán gran masculinidad y virilidad. ¿Alguna amante por ahí?

Ares: En esta vida no, solo una esposa. ¿Contenta?

Juana: Por ahora, pero sigue.

Ares: Cuentan que tuve muchas mujeres y que cada encuentro con ellas, nacieron hijos, algunos no reconocidos otros muy famosos, también se habla de la diosa Afrodita, ella estaba casada con Hefesto y yo era su Amante, nos veíamos en secreto hasta que su esposo nos descubrió y nos puso en evidencia ante los dioses, incluido mi padre. La ira fue tal que fui marginado y desterrado. Mi deseo por Afrodita seguía intacto, era el ser más Perfecto que había conocido. Tanta fue su belleza que cuando los dioses nos descubrieron en la cama quedaron fascinados con ella, aceptaron ponerse en mi lugar. Aun desterrados nos dábamos la forma para volver a vernos, en realidad nunca tuve un hijo, se que dirán que es improbable pues la historia dice lo contrario, pero te juro que no los tuve. Mi padre me maldijo cuando era muy joven, me afirmó que no tendría descendencia alguna, yo era un árbol torcido en su jardín, estaba defectuoso así que no permitiría que yo extendiera mi linaje.

Afrodita era la mujer que en ese momento deseaba, la verdad la disfrutaba, ella manifestó que estaba embarazada de mi, algo que me pareció imposible, pero por un momento pensé que Zeus me había perdonado, lidere batallas para ella y Apollo.

Traicione a mi madre y mi hermana por pedido de Afrodita, mi padre me hirió en batalla, de nuevo me juzgo por ser un mal hijo y lo peor un traidor. Claramente las palabras de mi padre ya no le tomaba importancia, pero todo cambió cuando descubrí que el hijo que nació de Afrodita no era mío, ella no solo estaba conmigo, también era la mujer de todos los dioses del Olimpo. La maldije y me maldije a mi mismo por crédulo. Solo dire que estuvo con mis hermanos incluso mi padre.

Decidí alejarme de ella y de mi familia, tenía mi propio ejército, causaba caos por donde pisaba. Mi madre insistía en que volviera al Olimpo pero yo estaba más que convencido que no pertenecía a ese lugar. Historias se escribían en mi ausencia, hijos, guerras que no participe, supe que era mi madre quien quería que el mundo temiera y recordara al gran Ares. Después de unos años la volví a ver, tenía muchos hijos, como sabrás eran de varios dioses, incluso tuvo relaciones con los mortales. En una cacería me encontré con el gran amor de Afrodita, su nombre era Adonis, un hombre con belleza infinita, en ese momento no sabía quién era o lo que era para Afrodita, él fue un inexperto en la hora de enfrentar a un jabalí, ese día ese joven chico falleció, yo estaba en el lugar así que me atribuyeron su muerte todo por celos.

Quise dar fin a ese asunto, así que busque Afrodita, no puedo negar que esa mujer era realmente hermosa, hacía que cualquier hombre mortal o inmortal cayera rendido a sus pies. Tenía un plan, ella moriría, así que lo hice yo. le pedí a Hades y Persefone que se la llevaran, les daría mi inmortalidad y mi corazón a cambio de que ella jamás volviera al mundo. Ellos aceptaron, yo pase a la historia a base de mentiras, de narraciones mal contadas, pero lo peor es que afirmaron que mate a Afrodita por celos, la verdad es que la asesine por ser una víbora manipuladora, causó tanto daño, utilizo a las personas a su antojo. Viendo cómo está este mundo, dire qué hay miles de afroditas, existen hombres y mujeres que descubren las debilidades de los demás y las usan para su placer, los manipulan. Te dire esto pero no lo tomes a mal, tú eres como ella, emanabas belleza y deseo, se que nadie puede decirte que no, por eso te odie a penas te conocí, como la vida me pondría dos veces la misma mujer delante de mi, una que me hizo bajar la guardia y sufrí las consecuencias.

Pero todo era diferente, al conocerte vi que eras una mujer honesta, no había rastro de maldad en tu alma.

El día que tú perforaste mi cuerpo con tu espada, Hades me devolvió el corazón. Aquel corazón que comenzó a latir desde que pronuncie por primer vez tu nombre.

Si existe un alma gemela definitivamente eres tú, te conozco, eres mi complemento, me traes paz, calmas mis demonios internos, cada segundo de mi vida te deseo, anhelo tus caricias, tus besos.

Ahora bien por que siempre te he dicho que deseo tu cuerpo no es para transmigrar mi alma a tu cuepro, lo que yo deseaba era tenerte solo para mi, no quiero que seas compartida, no quiero que otro hombre te vea, te toque o tenga pensamientos impropios. Que sea el único que deje caminos de besos en tu piel. Soy egoísta, soy posesivo, soy celoso, todo esto lo descubrí contigo. Ámame, suplico que lo hagas, te imploro que me veas como el único hombre, de mi alma, se mi todo. Juro que te daré el mundo entero.

“Wow la historia que he leído es diferente, pero también se que es un punto de vista de alguien más, nunca se encontró las memorias de Ares, solo escritos por los demás, mientras él habla entre a sus recuerdos, cada palabra que decía era cierta, me tranquiliza algunas cosas, otras me inquieta”

Juana: Gracias por contarme tú historia Ares, entré en ti y pude corroborar que era cierto, no creo que debas suplicar mi atención y menos mi exclusividad, yo soy tuya de pies a cabeza. Solo hay un problema…

Ares: Dime cuál…

Juana: No podrás cumplirle la promesa a Lord Jansey, no podrás tener los 12 hijos.

“Aunque es algo que me duele, lo acepto, yo deseaba tener muchos hijos, fue única hija y sentí la soledad de un hermano, de un cómplice, pero también se que podemos adoptar”

Ares: Yo realmente lo lamento, no te conté esto antes, me imagino que te decepciona.

Juana: No es tu culpa, de todos modos existen otras maneras para tener hijos.

Ares: ¡No acepto concubinos!

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