Desconcertada

Llegue a la habitación, no soporto estar en presencia de Bastian, pero hoy pedí que mi comida la trajeran aquí, estaba realmente cansada.

Tome una ducha relajante y salí en busca de mi cena.

La habían dejado en el balcón, me encanta como se ve el reino de noche, así que es un lindo lugar para cenar.

“Pero qué sorpresa ver que habían dos platos de comida, me imagino que Bastian no había cenado. así que pensaron que lo haríamos juntos.

Bastian llegó y se hizo a mi lado y destapó su plato, sirvió el vino para los dos, la cena era en silencio, la verdad yo no quería hablar, también se que él no lo haría.

Bastian trajo su mano hacia mi, lo único que pensé es que me iba atacar de nuevo, estaba alerta a sus movimientos pero sentí que con su dedo pulgar limpio la comisura de mis labios. Quizás había algún residuo de comida.

Juana: Gracias

Bastian: No fue nada

“¿Habló? Pero que hombre más extraño”

Durante la cena sentía los ojos de Bastian sobre mi, la verdad era algo incómodo así que tuve que intervenir.

Juana: ¿Tienes algo que decirme?

Bastian: la verdad si.

Juana: Habla.

Bastian: Revise los libros, debo decir que haces un excelente trabajo, en cuanto al presupuesto actual, encontré algunas inconsistencias. Tenías razón al afirmar que algo tramaban.

Juana: Bien, sea lo que sea me imagino que tú lo puedes manejar. ¿Verdad?

Bastian: Así es, pero sabes muy bien quién soy, aunque nuestro matrimonio sea una farsa debo cumplir como mi deber de emperador,

Juana: Si entiendo bien, ¿al encontrar los culpables los castigarás?

Bastian: Los matare y será delante del pueblo para que sepan qué pasa cuando roban.

Juana: Bien, hazlo.

“La verdad coincido con el, este reino ha sido generoso con cada uno de sus ciudadanos, no existe la pobreza, así que no les da derecho a robarnos. En mi familia siempre es castigado aquel que sea corrupto y codicioso.

Bastian: ¿Estás segura de mis métodos?

Juana: Lo estoy, recuerda que soy la esposa del emperador tirano, así que eso me convierte en una tirana también ¿verdad?

“Bastian no respondió, solo sonrió y siguió con la cena”

María llegó, esa mujer si que me desespera, se paró al lado de Bastian, vi como le tocó el hombro.

María: Vengo ayudarlo mi señor

“Batían se movió con disimulo, vi como hizo que la mano de María se alejara, ¿acaso no son cercanos?”

Juana: Los dejare solos, me imagino que los dos tienen cosas que hacer, vuelvo en una hora, espero que para ese entonces, ya no este aquí Maria.

Decidí que estaría un momento en el lago, la verdad habían cosas que pensar, antes de entrar llame a las sombras.

Sombras: Mi señora, ¿que ordena?

Juana: Averigua todo sobre Maria, la criada de Bastian, algo en ella no me gusta.

Sombras: Si mi señora.

Las sombras abandonaron el lugar, decidí quitarme la ropa y meterme al lago. Me fui hacia el lado más profundo. Nadar despejaba la mente, me ayudaba a pensar con claridad.

Malaba debo salir de expedición, no sé si deba dejar a Bastian en este lugar, me aterra saber que si me descuido, incendia el reino.

Creo que ya era de volver a mi habitación. Me imagino que Ares volverá para tener una charla.

“El camino hacia la orilla lo hice lentamente, el agua era tan curativa en este lugar, sentía que mis músculos se relajaban, pero mis ojos se fijaron en Bastian, estaba en la orilla”

Yo estaba totalmente desnuda, no me detuve, decidí salir así, mi bata de dormir estaba a su lado, así que si o si, debía ir hasta el.

Sus ojos no dejaban de mirarme, me inspeccionó de arriba abajo.

Juana: ¿Que haces aquí?

“Bastian no me respondió, solo me entregó la bata para que me cubriera”

Seguí mi camino, lo mejor era ir a dormir, Bastian iba detrás de mi, ahora tenía una sombra en rueditas.

Seque un poco mi cabello, me cambie de ropa y me recosté en la cama, había unos documentos que debía revisar, así que comencé a leerlos, Bastian se hizo al otro lado, lo vi como acercó la silla de ruedas, de un solo movimiento quedó en la cama.

“Es hábil, lo debo admitir, comenzó a soltar su camisa, estaba de espalda a mi. Luchaba un poco por quitarsela así que solté los documentos y le ayude”

Bastian: Gracias

Juana: No es nada.

Seguí revisando mis documentos, la verdad esto de ser la Emperatriz es agotador, miles de cosas por hacer.

Bastian: ¿Que tienes ahí?

“¿Pero a este que le picó? No entiendo por qué ahora quiere hablarme”

Juana: Una investigación que hicieron del reino de Tars, estan traficando niños, así que mañana iré a destruir la familia real.

Bastian: Entonces vas por el reino número 21, uno más para la colección.

Juana: Así es, espero que en mi ausencia no destruyas Zenda, solo tardaré dos dias en volver.

Bastian: No prometo nada.

“Bastian se dio la vuelta y se durmió, yo seguí un rato más revisando cada detalle, no había pasado más de una hora cuando Ares hizo su aparicion.

Ares: Mi querida Emperatriz, no sabes cuánto anhelo que llegue el momento de verte.

Juana: Por lo visto nos veremos todos los días, comenzaré a traer té y galletas, haremos más amenas nuestras charlas.

Ares: Tu sarcasmo es exquisito.

Juana: Ares no daré vueltas, ¿Dime que quieres para que abandones el cuerpo de Bastian ?

Ares: Quiero tu cuerpo, si me lo das abandonaré a este hombre.

Juana: Olvidalo, así tenga que ir a buscar al mismo Zeus para que te destruya lo haré. Juro que te extinguirás.

“Vi como la expresión del rostro cambió, ¿le tiene miedo entonces? “

Ares: Nos veremos pronto, mi emperatriz.

Bastian cayó dormido, ya no puedo prolongar esto, al volver de la expedición debo encargarme de sacar a Ares

————————————————————

Al llegar la mañana comencé alistarme para salir, Bastian seguía en cama, al menos eso pensaba pues cuando salí estaba en su silla mirándome.

Juana: ¿Que?

Bastian: ¿Iras vestida así?

Juana: Por supuesto, debo estar cómoda.

Bastian: ¿Cual es tu estrategia? ¿Los matarás o los enamoraras?

“Que diablos dice, acaso esta… ¿celoso?”

Juana: Cualquiera de las dos opciones me parece bien. Me marcharé, espero que cuides del reino.

Bastian: No es necesario.

Juana: No entiendo lo que dices. ¿Acaso acabarás con todo en mi ausencia?

Bastian: No, yo iré contigo.

Juana: ¡¿Que?! ¡No! Te quedarás aquí, tú.. tú no podrías luchar en tu estado.

Bastian: No sería un buen esposo si no apoyara a mi amada, iré alistarme.

“No entiendo qué pretende este hombre, salió de la habitación dejándome desconcertada”

Al llegar a la puerta del castillo estaba la tropa listo, me entregaron mi caballo, una vez me subí vi que Bastian venía sobre uno también.

Bastian: ¿Nos vamos mi amor?

“Este imbecil está buscando su muerte”

Juana: ¡Andando!

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***