Leyai: Lin seguirá durmiendo… no sé… tal vez una semana… quién sabe.
El ojos azules miró con enfado a su hermano, con su otra mano sacó una gran estaca de roca y la envolvió con un trueno, los otros dos estaban algo asustados al ver esa cosa filosa, - ¡lo va a matar! – pensaron. Leyai no se movió, solo detuvo el brazo con el que iba a ser atacado, con la otra mano usó su poder y sacó el sentimiento de estrés de su hermano, la amenaza desapareció en el acto y Tayue cayó dormido. El oscuro lo cargó y lo llevó a otra camilla para que descansara, lo arropó y volteó hacia los otros dos.
Leyai: Bueno, ya que mi hermano se durmió, podemos hablar sobre Lin.
El ojos rojos hizo el sentimiento en forma de esfera y empezó a moverlo con sus dedos.
Leyai: Siéntense, les explicaré todo.
Ambos hermanos enseguida tomaron asiento, no querían hacer enojar al oscuro.
Leyai: Esta bolita es un sentimiento negativo de Tayue, es decir, su estrés.
Birent y Yuiro asintieron con firmeza.
Leyai: Cuando yo saco algo como esto, la persona dueña de ese sentimiento deja de tenerlo, duerme profundamente y se despierta más fresca que una verdura. A Lin le quité el sentimiento de tristeza…
El gemelo sacó otra bolita de sus ropas.
Leyai: Vi que su humana había estado así desde ayer, así que la liberé de ese sentimiento para que pudiera dormir, porque no ha dormido, ¿cierto?
Yuiro asintió con miedo.
Leyai: No se preocupen por ella, despertará mañana, lo prometo.
Leyai guardó esos dos sentimientos en sus ropas y les sonrió a los hermanos.
Leyai: Tuve que dormir a mi hermano porque lleva un tiempo estresado, aunque sea el más fuerte de todos también lleva una difícil carga en su espalda, por lo que me deshago de ella con mis poderes para que vuelva a estar como nuevo, ¿y saben qué es lo más divertido de esto?
Los otros dos negaron con la cabeza.
Leyai: Que cuando se despiertan, no recuerdan absolutamente nada de lo último que hicieron como para entrar en crisis existencial, ¿no es genial?
Birent y Yuiro se quedaron helados ante el poder del oscuro.
Leyai: Bueno, debo irme… le tengo que avisar a Hayate que Tayue está indispuesto, ¡nos vemos!
El ojos rojos salió de la enfermería como normalmente lo hacen los demás, el ojos verdes y el cabellos azules se quedaron sin habla por un rato, luego se miraron y pudieron reaccionar.
Birent: Haga lo que haga Leyai, nunca le lleves la contra, ¿estamos?
Yuiro: S-sí, d-de acuerdo.
Al día siguiente, Shin caminaba por los pasillos, había dejado a sus bebés con unos ayudantes de agua, los cuales enseguida comenzaron a jugar con los niños; estaba mareada, sin darse cuenta bajó un nivel y al llegar ahí se golpeó la cara por su torpeza, - ¡rayos! Este celo es un problema… - se quejó y caminó por uno de los pasillos mientras tocaba la pared para evitar caerse. Al otro extremo del nivel, Zenitsu también caminaba en ese piso, el aroma a lavanda lo alarmó y empezó a buscar su procedencia. La ojiazul se detuvo en una esquina y se tranquilizó, recordó lo que había platicado con Kinto y Cronh sobre la manera de manejar su celo, cerró sus ojos y se concentró, - atraer a Issei… y a sus hermosos ojos amatistas hacia mí… - pensó con una sonrisa. El gemelo de Tehn siguió caminando y cuando dio vuelta, vio en el otro extremo a la morena, se sorprendió y regresó para esconderse, - ella debe ser la humana de Tayue y los demás… - pensó, luego se hizo invisible y asomó la cabeza para verla, ella abrió los ojos y el chico se ruborizó, - qué lindos… ¡y está en celo! -.
Zenitsu volvió a ocultarse, el olor de Shin era más fuerte que el de Lin, el cabellos cortos se tranquilizó y se sentó, - es muy bonita… pero no es nuestra… - pensó, luego el aroma empezó a desaparecer, el chico volvió a asomarse y ella seguía ahí, - ¿está controlando el celo? – se levantó y poco a poco empezó a acercarse, pudo notar que la chica estaba sonrojada y algo mareada, - está llamando a alguien… - concluyó, esquivó un jarrón y continuó, - tal vez podría… - su corazón empezó a acelerarse y, faltando pocos metros, el albino llegó hasta la presencia de la humana y le sonrió, esto hizo que el ojos plata se detuviera y se escondiera en otro pasillo para luego asomarse.
Issei: ¿Me llamaste, Shin?
La chica asintió mientras lo veía con sonrojo, - ¡sí puede! ¡Bien por mí! – pensó alegremente la humana, el ojos amatistas se acercó más a ella e inhaló ese embriagante aroma.
Issei: Hueles delicioso…
El corredor cargó a la chica en un rápido movimiento y se acomodó entre sus piernas. Shin lo miró y lo besó apasionadamente, esto hizo que el gemelo se ruborizara por completo y dejara de ver, - ¡es muy apasionada! – poco a poco se sentó y por un momento deseó que Lin fuera igual de entregada. La pareja se separó y el corredor empezó a desabrochar el cordón trasero de la blusa de su pareja.
Shindra: Espera…
Issei: ¿Quieres ir a mi habitación?
La chica asintió, el albino la sostuvo y usó su velocidad para irse de ahí y tenerla en su recámara. El fisgón suspiró y le tomó un tiempo calmarse, afortunadamente no había nadie más cerca, se materializó y empezó con sus respiraciones para componerse. Más tarde, el ojos rojos apareció en un pasillo del tercer nivel, afuera de las puertas de la enfermería, caminó y entró en ese lugar con normalidad.
Leyai: ¡Buenos días!
Birent: Buen día… aún no despiertan…
Leyai: Mmm… entonces hay que despertarlos.
Birent: Pues… moví un poco a Rein y no pasó nada.
El ojos rojos se acercó al cabellos grises y lo observó por unos segundos.
Birent: ¿Tienes alguna idea?
El oscuro asintió, puso su mano en su frente y cerró los ojos, después de un minuto los abrió y se alejó del segundo hermano, éste abrió lentamente sus ojos y se enderezó poco a poco.
Rein: Amm… ¿buenos días?
El ojos verdes se alegró y se acercó a su hermano.
Birent: ¡Rein! ¡Qué bueno que despiertas!
Rein: Si… ¡rayos, esa chica me golpeó muy fuerte!
Leyai se rio, fue hasta el cabellos rojo y le hizo lo mismo que a su hermano, despertándolo rápidamente.
Rentzu: Buen día… creo…
Birent: ¡Rentzu, buenos días!
Rentzu: Oye, esa chica tiene una mano muy pesada…
El ojos azul oscuros se quejó mientras se masajeaba el cuello y refrescaba su garganta. El oscuro despertó al tercer hermano, quien se enderezó y sobó su mentón.
Iory: ¿Dónde estoy…?
Birent: ¡Iory! Estamos en la enfermería, Tayue y los demás curaron sus heridas… y Leyai los despertó, ¿cómo hiciste eso?
Leyai: También me gusta robar sueños…
El primogénito rubio se incomodó un poco, Iory frunció un poco el ceño y se sentó en la camilla.
Iory: ¿Cuándo podremos ver tus poderes?
Leyai se sentó junto a su gemelo y le sonrió al chico de cabello naranja.
Leyai: Ya habrá oportunidad de eso, ahora que sé qué tipo de poder tienen, es justo que yo les muestre el mío.
Rein: ¡Espera! Antes de que despiertes a Tayue…
El oscuro detuvo su mano y la apartó de su gemelo para sonreírle al chico del tiempo.
Leyai: ¿Sí?
Rein: ¿Por qué no te habíamos visto antes?
Leyai: Si te refieres a esa guerra… yo no estaba en este mundo cuando sucedió, de hecho, Tayue me contó sobre eso hace poco, no le fue fácil decírmelo…
Birent: Es extraño que no te lo contara…
Leyai: Lo sé, por lo que me dijo, no me buscaron cuando esa guerra inició por el bien de ustedes.
Los cuatro hermanos se turbaron.
Leyai: Si hubiera participado en esa guerra, hubiera dejado que prosiguiera hasta que no quedara nadie de ustedes.
Iory: ¡¿Qué?!
Leyai: A diferencia de Tayue, a mí me gusta la agonía de los demás, mi hermano busca resolver los problemas sin tener que usar la violencia, aunque eso lo acabe estresando.
El ojos rojos volteó hacia su hermano y descubrió su frente de su cabello.
Leyai: Mi padre me consideraba peligroso, me encerró tres veces en el calabozo, me desterró durante años, no quiso saber de mí en mi ausencia y me dejó fuera de esa guerra.
El oscuro volvió a mirar a los hermanos.
Leyai: Una guerra es sinónimo de pérdidas, dolor, venganza, tristeza y enojo, sentimientos negativos que me alimentan y me hacen más fuerte, ¿entienden por qué les digo que me hubiera encantado alargar esa guerra?
Birent: S-sí… entendemos… creo que tu padre tomó una buena decisión… ¡sin ofender!
Leyai: Bien, ¿ya puedo despertar a mi hermano o tienen otra pregunta?
Iory: Yo tengo una: ¿por qué te encerraron tres veces en el calabozo?
El oscuro pensó un poco y sonrió divertido.
Leyai: La primera vez fue porque torturaba humanos para crecer mis poderes, después de eso mi padre me desterró; la segunda vez fue porque me peleé con Shin, en ese entonces ella aún era una humana ordinaria, pero se sabía mover; la tercera fue porque seguí hostigando a Shin y provoqué que se acostara con casi todos mis hermanos, mi padre la exilió y a mí me encerró de nuevo.
Los cuatro hermanos estaban muy sorprendidos.
Birent: ¡Wow! Ahora entiendo por qué Tayue tiene esos episodios de estrés…
Leyai: Es un Gran Maestro ahora, al igual que tú, las responsabilidades son aún más grandes que ser un primogénito.
El rubio asintió con una mueca de disgusto.
Birent: Bueno, ya puedes despertar a Tayue, gracias por tu honestidad.
Iory: ¿Le creíste todo lo que dijo?
Birent: Sí, ¿por qué? ¿Tú no?
Leyai: Si tienes alguna duda, puedes preguntarle a los demás, no mentí en nada.
Iory: No confío en ti.
El gemelo oscuro soltó una ligera risa.
Leyai: El que no puedas manipular mi mente como lo haces con los demás, no quiere decir que sea mentiroso.
El ojos negros se sorprendió un poco, pero se compuso.
Leyai: ¿Por qué crees que Shin pudo golpearte, aunque estabas usando tu poder en ella?
El oscuro sonrió mostrando sus colmillos, el psíquico entendió e hizo una mueca.
Iory: Oh, vaya…
Leyai: Deja despertar a Tayue.
El ojos rojos puso su mano en la cabeza de su hermano y en segundos el ojos azules despertó.
Leyai: ¡Buenos días, hermano!
El primogénito azul se levantó y talló sus ojos.
Tayue: ¿Me dormí?
Leyai: Así es, llevas días estresado, tu cuerpo ya merecía un descanso.
Tayue se estiró y miró a los demás.
Tayue: ¡Qué bueno que ya están bien! Para sus hermanos será una buena noticia.
Birent: Sí, iré arriba a decirles…
Leyai se levantó y lo detuvo.
Leyai: Descuida, iré yo, así me aseguro de que Lin esté bien.
Birent: Oh, de acuerdo.
Tayue se levantó de la camilla y fue al fregadero para mojarse la cara, el oscuro caminó hacia la puerta y esta vez la atravesó, sorprendiendo a los cuatro hermanos. En la habitación de los hermanos de Birent, el gemelo de cabello corto entró y cerró la puerta.
Yuiro: ¿A dónde fuiste?
Zenitsu: A dar una vuelta…
Leyai: ¡Buenos días!
El ojos rojos apareció de repente en las puertas abiertas del balcón, recargado y con una ligera sonrisa, todos voltearon asustados por no escucharlo entrar.
Jink: ¡Oh! ¡Hazlo de nuevo!
El oscuro le sonrió al rosado y acarició su cabeza.
Zenitsu: ¿Qué haces aquí?
Leyai: Vengo a ver si Lin despierta, sino… pueden despedirse de su humana…
Todos: ¡¿Qué?!
El oscuro soltó una risa burlesca.
Leyai: Es broma.
Zenitsu: Maldito idiota…
Leyai: Por cierto, sus tres hermanos ya despertaron y se encuentran bien.
Todos se miraron alegres con la noticia, Tehn volvió a iluminarse con su sonrisa, Leyai elevó su mano e hizo apagar al chico.
Leyai: Controla tu brillo, pequeño.
Herkes: ¿A-atenuaste su luz?
Leyai: Sí, ¿por?
Jink: ¡Eso fue asombroso!
De pronto la humana despertó y se enderezó en la cama.
Leyai: ¡Buenos días, Lin! ¿Dormiste bien?
Lin: Buenos días… sí, ¡dormí como nunca!
La cara de la humana estaba fresca y radiante, un ligero aroma a lavanda perfumó la habitación, sus cortejantes se ruborizaron un poco, menos Leyai y Tehn.
Leyai: Me alegra, cuando estén listos bajen a la sala de juntas, hay unas cosas que discutir, también tú, Lin.
Lin: Está bien.
El ojos rojos caminó hacia la puerta y salió. Zenitsu reaccionó y se acercó a su gemelo.
Zenitsu: ¡¿Cómo rayos logró apagarte?!
Tehn: N-no lo sé, solo apagó mi brillo, pero mi sentimiento no sufrió alteración.
Yuiro: Debe ser muy poderoso como para lograr algo así.
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