El espadachín y Roxhel tomaron a Naru y lo cargaron entre los dos. Se dieron cuenta de que no podían permanecer en el templo durante mucho tiempo, ya que la dura batalla contra la entidad oscura pudo haber llamado la atención de algo malvado y peligroso. Juntos, se apresuraron hacia la salida, el corazón latiéndoles con fuerza en el pecho mientras corrían por los oscuros pasillos del templo.
"¿Qué está pasando?" preguntó Naru, luchando por mantenerse consciente mientras el espadachín y Roxhel lo llevaban en brazos.
"No lo sé", respondió Roxhel, su voz temblorosa. "Pero algo malvado está detrás de todo esto."
Mientras corrían hacia la salida, oyeron un fuerte estruendo detrás de ellos. Se volvieron para ver cómo una gran bola de fuego de color carmesí caía del cielo y se estrellaba contra el templo, destruyéndolo todo. Roxhel gritó de sorpresa y miedo.
"No", dijo con tristeza. "Este lugar... no... ".
De repente, demonios de tamaño mediano y pequeño comenzaron a salir del templo en llamas. Corrieron detrás de nuestros tres personajes, quienes corrían hacia una colina cercana. La vista era aterradora y surrealista, mientras los demonios se acercaban a ellos.
"¡Tenemos que correr!" gritó el espadachín, mientras seguían subiendo la colina. Pero los demonios los perseguían, lo que dificultaba su escape.
Finalmente, llegaron a la cima de la colina y se detuvieron al borde de un lago profundo. Sin pensarlo dos veces, saltaron al agua fría y oscura para salvarse. A medida que caían al agua, podían oír los gritos y chillidos de los demonios que habían estado persiguiéndolos.
Nadaron lo más rápido que pudieron, alejándose de la colina y del lugar donde el templo había sido destruido. La oscuridad los rodeaba y las estrellas brillaban en el cielo nocturno. Finalmente, llegaron a la orilla del lago y salieron del agua, temblando de frío y miedo.
Roxhel y el espadachín ayudaron a Naru a ponerse de pie mientras se miraban el uno al otro, aún en estado de shock por lo que acababan de vivir. Sabían que necesitaban descansar y recuperarse, pero también sabían que tendrían que enfrentarse a más peligros antes de encontrar una respuesta a todo lo que había sucedido.
Roxhel, Naru y el espadachín salieron del agua y se alejaron del templo antiguo. A medida que se iban alejando, podían ver el fuego y la energía necrótica y oscura que rodeaba el templo. Roxhel se sintió abatido por la situación, ya que el lugar no era solo su hogar, sino que estaba lleno de recuerdos y memorias de los paladines.
Mientras Roxhel se disgustaba por la situación, los demonios que salieron de la bola de fuego carmesí comenzaron a expandirse y tomar territorio. Los demonios eran seres oscuros como animales y algunos salían como murciélagos negros volando en diferentes lugares del mundo.
Decidieron regresar al castillo del rey y dar un informe sobre el ataque. Pero cuando decidieron regresar, vieron una especie de neblina gris pero muy sutil cubriendo todo el reino mortal. Al acercarse, Naru con su dedo tocó esta niebla y se disipó a gran velocidad, revelando una tragedia sin precedentes. La ciudad y el castillo estaban ardiendo en llamas y no había nada ni nadie y tampoco señal del enemigo. Había varios soldados muertos y ciudadanos muertos, pero no había señales de nadie más.
Naru cayó de rodillas al suelo llorando por los muertos, incluyendo niños y niñas e incluso el mendigo que liberó. Junta sus manos entre sí y comienza a decir en voz baja "¿por qué sucedió todo esto?" "Dios, ten misericordia".
En ese instante, una pequeña luz salió del cuerpo de cada muerto del reino y viajó al cielo. La situación dejó a todos impactados, preguntándose entre sí cuando sucedió todo esto.
Roxhel miró a su alrededor, tratando de buscar algún rastro del enemigo, pero no había señales de nada. La situación era desconcertante, y todos estaban abrumados por lo que habían presenciado.
"Tenemos que encontrar al responsable de esto", dijo el espadachín con determinación. "No podemos dejar que el reino caiga en la oscuridad".
"¡Pero cómo vamos a hacerlo!", gritó Roxhel. "¿Cómo podemos luchar contra algo que no podemos ver ni tocar?"
Naru levantó la cabeza y dijo: "No podemos permitir que esto vuelva a suceder. Debemos encontrar una manera de proteger a nuestro reino y a nuestra gente".
Juntos, decidieron investigar y encontrar una manera de detener al enemigo y proteger su reino. Pero sabían que sería una tarea difícil y peligrosa, y que tendrían que estar preparados para lo peor.
Después de buscar por todo el castillo y la ciudad, Naru, el espadachín y Roxhel aún no podían encontrar a Isaías. Estaban empezando a sentirse desesperados y preocupados por su amigo. Fue entonces cuando notaron una extraña niebla oscura que comenzaba a envolver todo el reino mortal. A medida que la niebla se acercaba, pudieron ver a lo lejos la silueta de innumerables demonios avanzando hacia ellos.
Roxhel se puso tenso y listo para luchar, pero el espadachín se mantuvo calmado y le dijo a Naru: "No creo que podamos luchar contra tantos demonios. Tenemos que encontrar una salida, y rápido".
En ese momento, Naru sintió una extraña voz en su cabeza que le decía: "Usa el libro. El poder vendrá a ti". Naru estaba confundido, ya que no tenía el libro en ese momento. Sin embargo, el espadachín parecía saber de qué estaba hablando.
"Lo sé", dijo el espadachín. "Tomé el libro antes de salir del templo. Aquí lo tienes". El espadachín sacó el libro de su bolso y se lo entregó a Naru.
Naru abrió el libro y leyó las palabras en su interior en un idioma que nunca antes había hablado. "El poder sea aquí. Venid y servid". De repente, el cielo se abrió y seres alados con armaduras doradas cayeron del cielo para ayudar a Naru y sus amigos.
La batalla fue intensa y llena de suspenso. Los demonios eran innumerables y cada uno parecía más peligroso que el anterior. Los guerreros de luz luchaban con fuerza y valentía, pero parecía que nunca iban a poder vencerlos. Roxhel luchaba a su lado, tratando de proteger a Naru y el espadachín de los ataques de los demonios.
En un momento, Naru se vio rodeado por un grupo de demonios y se sintió abrumado por el miedo y la incertidumbre. Fue entonces cuando escuchó de nuevo la voz en su cabeza. "Confía en ti mismo. Confía en el poder del libro". Naru cerró los ojos y se concentró en el poder que sentía dentro de sí.
De repente, una luz brillante y cegadora emanó del libro en su mano, y todos los demonios a su alrededor fueron destruidos. Naru abrió los ojos y vio a los guerreros de luz peleando y venciendo al resto de los demonios, mientras la niebla oscura comenzaba a disiparse lentamente.
La batalla había terminado, y Naru, el espadachín y Roxhel se miraron entre sí con alivio y asombro. "No podría haberlo hecho sin ustedes", dijo Naru. "Gracias por confiar en mí y en el poder del libro".
Roxhel sonrió y le dio una palmada en el hombro. "Eres un verdadero paladín, Naru. Lo sabía desde el momento en que te conocí". El espadachín también asintió con aprobación. "Ahora, vamos
Quedando exhaustos después de la lucha, pero felices de haber logrado vencer a los demonios y sobrevivir a la batalla. Naru se siente agradecido por el poder que le fue concedido y decide que debe usarlo con sabiduría y responsabilidad. Con esto en mente, Naru, roxhel y el espadachín se preparan para continuar su búsqueda de Isaías y averiguar qué es lo que sucedió en el reino.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 52 Episodes
Comments