El capítulo 6 el último paladín

Después de la larga y agotadora batalla en el castillo, el rey y su esposa se acercaron a los tres héroes para agradecerles personalmente por su valentía y habilidad para defender su reino. El rey, con un tono de voz emocionado y agradecido, dijo:

"No tenemos palabras para agradecerles lo suficiente por todo lo que han hecho por nosotros. Han demostrado una valentía y habilidad impresionantes en la batalla, y han salvado no solo nuestras vidas, sino las de todos nuestros ciudadanos. Como rey, tengo el deber de recompensarlos adecuadamente por su servicio al reino."

El rey ordenó a sus sirvientes que trajeran grandes bolsas llenas de oro, que entregó a los tres héroes como muestra de gratitud por sus acciones. También les entregó atuendos personales de la mejor calidad que se podrían encontrar en el reino. Naru, en particular, recibió un pase de identidad especial que le permitiría viajar y entrar en cualquier lugar sin problema alguno.

Mientras los tres héroes se retiraban para descansar después de la batalla, Isaías tomó a Naru aparte para hablar en privado. Él lo llevó a un rincón apartado del castillo y le habló sobre el templo antiguo y el anciano paladín llamado Roxhel.

"Naru, necesito hablarte sobre algo importante", comenzó Isaías. "Hay un templo antiguo ubicado en las afueras de la ciudad, donde se encuentra Roxhel, el último paladín de nuestro reino. Él es uno de los pocos que ha sobrevivido a los tiempos oscuros y tiene un conocimiento profundo de las artes sagradas. Creo que podríamos necesitar su ayuda en la lucha contra estas fuerzas demoníacas que hemos estado enfrentando".

Naru estaba intrigado e interesado en aprender más sobre este paladín. ¿Cómo es que había logrado, y qué podría enseñarle a él? Isaías notó la curiosidad en los ojos de Naru y continuó:

"Sin embargo, Roxhel no es un hombre fácil de tratar. Es cínico y desconfiado, y no siempre está dispuesto a ayudar a los forasteros. Tendrás que demostrarle tu valía antes de que esté dispuesto a trabajar contigo".

Después de esa conversación, Isaías se despidió de Naru para ir a su templo y continuar investigando las fuentes demoníacas que amenazaban al reino.

Más tarde ese mismo día, el espadachín y Naru partieron hacia el templo antiguo. Durante el viaje, el espadachín decidió tocar el tema de la vida de Naru, sabiendo que la vida del joven en Nueva York había sido solitaria y difícil. Quería saber más sobre su pasado y ayudar de alguna manera.

"Oye Naru, ¿Cómo era tu vida antes de venir aquí? Me imagino que debe haber sido difícil para ti, sin amigos ni familia cerca".

Naru se quedó callado por un momento, recordando sus días en aquella ciudad. Respondiendo Naru "mi vida, no era nada interesante" quedo en silencio en seña de no querer hablar más al respecto.

El Espadachín entendiendo el cómo se sentí puso su mano en el hombre y le dijo "ahora las cosas son diferentes, tienes a un amigo"

Naru sonrió en expresión agradecida y en cuanto menos se dieron cuenta su destino se Ceñia delante de ellos.

El templo antiguo, un lugar que estaba rodeado de un bosque oscuro y denso, y el camino hacia él era empinado y peligroso. Naru y el espadachín avanzaban con cautela. Finalmente, llegaron a la entrada del templo, donde un hombre mayor los recibió con un gesto frío. Era alto y fornido, con una barba agrisada y unos ojos plateados que parecían escudriñarlos hasta el fondo del alma. Se presentó como Roxhel, el último paladín del reino.

El espadachín explicó que venían de parte de Isaías el sacerdote, y Roxhel respondió con un gesto irónico.

"¿Isaías? Ese viejo loco siempre ha estado obsesionado con estas cosas. ¿Qué quiere de mí?" preguntó Roxhel, mirando a los dos forasteros con desprecio.

El espadachín explicó que estaban buscando información sobre los demonios que habían invadido el reino, y que creían que Roxhel podría ayudarlos. Roxhel los miró con desdén, pero luego sus ojos se posaron en Naru, y algo llamó la atención de roxhel en este joven escuálido.

"Veo algo en ti, muchacho," dijo Roxhel, examinando a Naru con sus ojos plateados. "Hay un poder en ti, algo que no he visto en años. ¿Quién eres?"

Naru sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo al ser escudriñado de esa manera y respondió, tragando saliva. "Soy solo alguien que llegó a este mundo por casualidad, con un poder que no entiendo. Dentro de mí hay una voz que me guía y me impulsa a hablar y cosas suceden. Yo tampoco estoy seguro de lo que soy", dijo Naru con duda en su rostro.

Roxhel observó a Naru con atención y sintió la incertidumbre y las heridas que llevaba por dentro. Entonces habló con voz seria. "No estás listo, chico. ¿Cómo podrías entender todo el peso que se te ha depositado? Si quieres seguir hablando y seguir por este camino, deberás hacer la prueba del alma."

Naru sintió algo retorcerse dentro de él, pero sabía que no tenía otra opción. El espadachín que estaba en silencio hasta ese momento intervino y dijo a Naru: "Si vas a hacer la prueba, yo iré contigo."

Naru respondió con determinación: "Me someteré a la prueba del alma."

Roxhel escuchó la respuesta de ambos y expresó una sonrisa siniestra mientras los guiaba hacia lo profundo del templo, donde se encontraba una puerta grande y negra. Allí, Naru sería puesto a prueba.

La presencia de esa puerta era fuerte e imponente, lo que hacía que el corazón de Naru latiera con fuerza. Podía sentir la energía oscura que emanaba de ella y se preguntaba qué tipo de prueba le aguardaba

De repente una oscuridad se ciño sobre la puerta tomando el cuerpo del joven Naru y adentrándolo a la fuerza, El espadachín sorprendido sacó su espada e intentó entrar a la fuerza pero ninguno de sus ataques funcionaba.

Roxhel lo miró y dijo "es inútil espadachín, ahora todo depende de este chico.." se quedo mirando a la puerta, preguntándose a si mismo si fue la mejor decisión para este joven.

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