Naru y el espadachín viajaban juntos en busca del reino mortal, cuyo nombre era conocido solo por los más experimentados viajeros. El camino que tomaron los llevó por extensas praderas, por montañas imponentes y por ríos caudalosos. Durante el camino, Naru y el espadachín conversaron sobre sus vidas, sus metas y sus experiencias.
A medida que se adentraban en el territorio del reino mortal, el paisaje se volvía cada vez más impresionante. Los campos verdes se extendían hasta donde alcanzaba la vista y las montañas se alzaban hacia el cielo en un espectáculo majestuoso. La flora y la fauna eran abundantes y exóticas, y Naru no podía dejar de maravillarse ante cada nueva especie que veía.
Durante el viaje, el espadachín le enseñó a Naru algunas técnicas de combate y le explicó la historia del reino mortal. Naru descubrió que el reino estaba gobernado por un rey sabio y justo, y que la gente vivía en paz y prosperidad.
Sin embargo, también había peligros en el reino mortal. Las fuerzas oscuras de la magia negra y los seres sobrenaturales amenazaban la seguridad de la gente común. El espadachín le aseguró a Naru que lo mantendría a salvo y lo ayudaría a encontrar un lugar seguro para vivir en el reino mortal.
Finalmente, después de varios días de viaje, llegaron a las puertas del reino mortal. Las puertas eran altas y magníficas, hechas de un metal dorado y adornadas con incrustaciones de diamantes y rubíes. Los guardias de la puerta les permitieron el acceso al reino, y Naru y el espadachín avanzaron hacia la ciudad capital.
A medida que se acercaban a la ciudad, la emoción y la anticipación de Naru aumentaban. No sabía lo que el destino le deparaba, pero estaba decidido a enfrentar cualquier desafío que pudiera surgir en su camino. Con el espadachín a su lado, Naru se sintió más seguro y valiente que nunca antes.
Pero justo antes de entrar al reino mortal.
Los guardias del reino mortal les bloquearon el paso y les exigieron ver sus papeles de identificación. El espadachín mostró sus documentos, pero Naru no tenía ninguno. Los guardias insistieron en que necesitaban ver algo que confirmara la identidad de Naru antes de permitirles el ingreso al reino.
Naru miró hacia el espadachín, que le dio una mirada tranquila y sacó una moneda de oro de su bolsillo. "Aquí está lo que necesitan", dijo con una sonrisa.
Los guardias aceptaron la moneda y les permitieron el ingreso. Naru se sintió incómodo al ver que la corrupción era tan común en este reino. Pero cuando entró en el reino, se sorprendió por su belleza. Las calles estaban llenas de gente y los edificios eran altos y majestuosos. Las casas estaban hechas de madera y ladrillos blancos, y los restaurantes emanaban aromas tentadores.
Naru se dejó llevar por la vista, pero de repente se sintió mareado y escuchó una voz en su cabeza. "Están aquí", dijo la voz. "Están ocultos. Están adentro. En lo profundo".
El espadachín notó que Naru no se sentía bien y le preguntó si estaba bien. Pero Naru seguía escuchando esa voz. Cuando miró a lo lejos, vio a un mendigo sentado en el suelo, pidiendo limosna. Al mirar sus ojos, vio la terrible oscuridad y dentro de su corazón un demonio que gritaba a la vida interior de esta persona, atormentando su vida y su mente. El mendigo se levantó y comenzó a gritar a todo el que pasaba frente a él.
Naru sintió una fuerza interna que lo guiaba hacia el mendigo, a pesar de las advertencias del espadachín. Se acercó lentamente, sintiendo cómo la energía se acumulaba en su interior y se expandía por todo su ser. El mendigo, al ver a Naru acercarse, empezó a gritar y a agitarse, como si estuviera siendo atacado.
El espadachín intentó detener a Naru, pero fue en vano. La fuerza que lo impulsaba era demasiado poderosa. Naru colocó su mano sobre la cabeza del mendigo y le habló en voz baja. El demonio dentro del mendigo respondió con furia, gritando y retorciéndose.
"¿Quién eres? ¡Aléjate de mí!", gritó el demonio a través del mendigo.
Pero Naru no se inmutó. Mantuvo su mano sobre la cabeza del mendigo con calma y seguridad. De repente, una luz brillante salió de su mano y envolvió al mendigo. El demonio aulló de dolor y una sombra oscura se desprendió del cuerpo del mendigo y se alejó a gran velocidad, desapareciendo en la distancia.
La gente que observaba quedó atónita. El espadachín no podía creer lo que acababa de presenciar. Tomó a Naru del brazo y lo llevó a una posada cercana para sacarlo de la vista de los curiosos.
"¿Qué acabas de hacer?", le preguntó el espadachín, incrédulo.
"No lo sé", respondió Naru, sintiendo toda la energía que fluía por su cuerpo. "Algo dentro de mí me impulsó a hacerlo".
El espadachín estaba desconcertado. Nunca había visto algo así. Pero sabía que había algo especial en Naru, algo que iba más allá de lo común.
"Tenemos que tener cuidado", dijo el espadachín. "No sabemos lo que nos espera en este reino".
Naru asintió, sintiendo toda la emoción de lo que acababa de ocurrir. Sabía que tenía algo más que lo que podía ver y tocar, algo que le permitía conectar con el mundo espiritual. Y estaba dispuesto a seguir explorando este nuevo camino que se había abierto ante él.
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Updated 52 Episodes
Comments
Alberto Herrera Gómez
okey. exorcista de profesión 👏🤗☯️
2024-04-22
1
Yelsin Yels
Muy bien
2023-12-21
1
Dark Darian🌹
👏🏻👏🏻👏🏻
2023-03-21
2