CAPÍTULO 16.
Por VIGO COSTELLO.
Después de unos días en Italia, finalmente aterricé en Rusia. Al llegar allí, sabía perfectamente a quienes debia llamar. Así que, tome asiento fuera del aeropuerto y marque un número de teléfono. Luego de unos tonos, la voz de ese hombre, respondió con un perfecto acento ruso.
-Hola. -Exclamo.
-Tío… -Dije, sonriendo.
-¿Vigo? ¿Eres tú? -Pregunto Illya al otro lado de la línea.
-Sí, tío… Yo… Necesito de tu ayuda. -Dije.
-Claro que sí. -Respondió él. -Dime donde estás.
-En el aeropuerto de Moscú.
-No te muevas, llegaré en unos minutos. -Dijo, colgando la llamada y evidentemente, en diez minutos, el tío Illya aparcaba allí. Del otro lado, Luka era quien bajaba del coche.
-¡Campeón! -Grito Luka. -¡Carajo!, qué grande estas.
-Hola tío. -Dije, abrazándolo a él y luego a su hermano. -Gracias por venir por mí.
-Sabes que siempre cuentas con nosotros. -Dijo Illya. -¿Sabe tu padre que estás aquí?
-Sí… Yo… De hecho lo llamaré en cuanto consiga alojamiento.
-Te quedarás con nosotros. -Dijo Luka. -Por supuesto.
-Está bien. –Dije.
Luka subió mi maleta al coche y luego, subiendo al asiento trasero, partimos rumbo a la mansión Rostov. Luka e Illya son dos de los mejores amigos de papa. Desde pequeño, siempre han estado para mí. Siempre supe que en caso de estar en problemas puedo recurrir a ellos. Luka se casó con una mujer muy bella, llamada Larisa. En cuanto a Illya, se casó con Masha. Ambas mujeres rusas. Papa siempre dice que nada le sorprendió más que saber que sus dos grandes amigos fueron cazados por dos mujeres hermosas, aunque Luka siempre ha sido el más racional de los dos. En cuanto a Illya… Vaya, que fue una sorpresa… Supongo que con ella encontró la horma de su zapato.
Cuando llegamos a la mansión, las dos mujeres nos recibieron.
-VIGO COSTELLO. -Grito Masha, y aquí ven lo que les digo… La horma de su zapato. -¡Qué grande estas! Niño ingrato, aún sigo esperando que me traigas una novia.
Comencé a reír.
-También me alegra verte, tía.
-Claro, porque Larisa está pintada. -Dijo la esposa de Luka, haciéndose la ofendida.
-Claro que no, eres mi favorita… Pero no le digas a mis otras tías. -Dije bromeando.
-¡Oye! -Me reprendió Masha.
-Solo es una broma… Las quiero a las dos. -Dije.
-Por favor, pasa Vigo. -Dijo Luka. -Dejaremos tu equipaje y hablaremos un poco de lo que te ocurre.
Una vez que me acomode en mi habitación, llame a papa para decirle que todo estaba bien. En ese momento estaba con Noah y Giovanni, por lo que agilice un poco las llamadas. Suspire. A veces es bueno tener a muchas personas preocupadas por ti… Pero otras no tanto.
Baje las escaleras y me senté con mis tíos a explicarles mi situación y como fue que llegue aquí. Ellos me escucharon atentamente y no me interrumpieron en ningún momento. Cuando acabe, me quede unos minutos esperando a que me digan algo… Lo que sea… Finalmente, Luka hablo:
-Bueno, yo… no soy muy bueno con estos asuntos del amor, pero… Creo que si ella te ama y tú a ella y su destino es estar juntos, tarde o temprano todo se resolverá.
-No debes rendirte. -Dijo Masha. -Lucha por ella.
-No… No. -Dijo Illya. -Difiero… Claramente, Vigo está seguro de su amor… Pero fue ella quien reacciono mal y es por ella que mi sobrino está en este caos… Mi consejo es que tengas paciencia, al final de cuentas, cuando ella aclare tus ideas, vendrá por ti… Y si no lo hace y tú estás seguro de que ya no sientes nada por ella, puedes iniciar una nueva vida… Ser feliz. -exclamo. -Además, no siempre somos los hombres quienes tenemos que luchar por una mujer, a veces también es bueno sentir que alguien luchara por nosotros. No siempre es el hombre el que se equivoca. -Exclamo, bajo el asentimiento de Luka y la comprensión de mis tías.
-Gracias. -Dije. -Yo… Creo que me quedaré un tiempo, aclararé mis ideas… Tal vez realice algunos trabajos aquí… Descanse… Y luego pensaré que hacer.
-Puedes quedarte con nosotros el tiempo que quieras, amor. -Dijo Larisa.
-Gracias tía. -Dije.
Desde ese día, me quedé en Moscú… Han pasado tres meses ya desde mi llegada… Durante mi tiempo por aquí, estuve trabajando en algunos casos fáciles como divorcios, entre otros. Visite otros lugares como San Petersburgo, Siberia, etc. Es un país increíblemente bueno con una arquitectura espectacular. En algunas ocasiones salí de bares, tuve la oportunidad de conocer mujeres, pero al final, nunca podía llegar más allá de lo que quisiera… Chloe aún me duele, aún la tengo clavada en mi pecho y aunque lo nuestro no llego a nada, era increíble como me pude enamorar de ella.
También recibí las visitas de mis abuelos. Me fui con ellos por unos días a Italia, pase por mi vieja casa. Habian tantos recuerdos allí. Regrese a Moscú luego de unos días allí, al llegar de nuevo a la mansión Rostov, me encontré con una agradable visita. Papa y mamá estaban aquí.
-¡Papá, mamá! –Exclame al verlos.
-Vigo… -Dijo papa, acercándose para abrazarme.
Hacía tanto tiempo que no los veía, ni siquiera pude despedirme de ellos. Papa me abrazo y yo caí al suelo, de rodillas. Solté todo el dolor que no había podido.
-Papa lo siento… Fui tan estúpido… -Dije. -Me deje llevar por la furia de tener a ese maldito en mi casa y actúe impulsivamente… Puse en riesgo todo.
-Calma, campeón. –Dijo papa. -Todo estará bien…
-Hijo no llores. -Dijo mama.
-Me enamoré de ella, mama. Y no sabes como duele. -Dije, sincerándome con ellos.
-Cariño… El amor siempre va a doler… Pero al final, valdrá la pena. -Dijo ella.
Papa y mamá se quedaron unos días aquí, aprovechando a pasar tiempo con sus amigos.
Hoy era un día extremadamente frío aquí. Me encantaba visitar este país, pero sus inviernos son demasiado crudos. Me encontraba en los terrenos de la casa, practicando tiros con la colección de armas de mis tíos. Me tomé el atrevimiento de tomar algunas del cuarto del pánico.
Estaba probando una UZI, siempre me han fascinado esas armas; en ese momento sentí pasos a mis espaldas, eran papa y mis tíos quienes se acercaron a mí.
-¿Qué haces, Vigo? -pregunto papa.
-Practico puntería. -Dije, colocándome un cigarro en la boca mientras vuelvo a disparar el arma.
-¿Por qué lo haces?
-Para no olvidarme de donde vengo… Ni quien soy…
-Eres Vigo Costello… Mi hijo… Un abogado increíble. -Dijo papa. -¿Qué más?
-Un mafioso. –Dije.
-Hijo… –Dijo papa riéndose. -No estas ni cerca de serlo… Deja de torturarte.
-¿Por qué papa?, ¿No soy lo suficiente valiente? ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?
-Porque la vida no es fácil. -Dijo él. -Créeme que si pudiera, absorbería todos los problemas, te quitaría el llanto, el dolor… Haría que tu vida solo sea felicidad… Pero, ¿qué estaría haciendo contigo? Estaría encerrándote en una burbuja de cristal. Todo lo que te ocurre hijo, todo lo que tú crees que duele, que te lastima, son experiencias que te forman…
Suspire.
-Tienes razón. -Dije.
-Y ahora… Deja eso. -Dijo quitándome el cigarro de la boca. -¿Desde cuándo fumas?
-¿Desde cuándo fumas tú? -pregunte.
-Desde que me case con tu madre. –Dice él, provocándome una risa. Papa palmeo mi espalda, luego tomo el arma y comenzó a disparar. En menos de cinco minutos vacío el cargador. Massimo Costello aún seguía intacto. -Me encantaba esta arma.
-Aún no pierdes el toque, Costello. -Dije.
-¿Tú crees? -pregunto. -A veces extraño esto.
-¿Te arrepientes? - pregunto.
-No, necesitaba dejarlo. -exclamo mi padre. -Jamás me arrepentiré de elegirlos a ustedes.
En ese instante comenzamos a sentir algunos estruendos, por lo menos cinco disparos salieron a espaldas de papa y él ni siquiera se inmutó. El muñeco de tiro que estaba a unos metros de nosotros tenía un agujero en la cabeza. Papa me observo con una sonrisa. Me giré y a mis espaldas vi a mama, ella me guiñó el ojo y soplo la punta de su arma.
-Vaya. -Exclame. -Fue impresionante, Sra. Costello. Pero solo una bala alcanzo al muñeco.
Papa negó con la cabeza y miro a mamá. Luego ella me vio a mí, elevando una ceja.
-Las cinco balas fueron al mismo hoyo. -Dijo ella.
-Okeey. -Dije sorprendido. -Mama. Eres increíble.-Dije abrazándola y elevándola en el aire.
La tarde la pasamos así, entre bromas con mis padres y mis tíos. A pesar de todo, el exilio no fue tan malo.
Pasaron algunos días más. Mis tías y mamá salieron de compras por la ciudad y mi padre y mis tíos se encontraban bebiendo Vodka en la sala. A veces me sorprendían. Esos hombres eran de hierro. Claro que yo estaba con ellos, pero con el segundo trago ya me sentí mareado, por eso decidí abandonarlos. Me dirigí al despacho de los tíos, a veces me permitían estar ahí para trabajar más tranquilo. Esta vez, decidí quedarme por un rato para aclarar un poco mis ideas. Me serví un trago de Whiskey y me relajé en el sillón, encendiendo un cigarro.
Un rato después, escuche los toquidos de la puerta.
-Adelante. -Dije. Pasaron unos minutos y nadie ingreso, por lo que pensé que era la mucama que tal vez querría limpiar y al oírme dentro, decidió irse. Sin embargo, minutos después la puerta se abrió. Me bebí el Whisky de un trago y apagué el cigarro. Me giré y dije:
-Ya me iba, así que puedes limpiar.
-No vine a limpiar. -Dijo una voz femenina, que reconocería donde sea.
-Chloe. -Dije poniéndome de pie. -¿Qué haces aquí?
-Se acabó tu ventaja. -Dijo ella. -Te encontré.
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Comments
Nana Fernandez
jajaj ya era hora...pensé k iría todas las generaciones y ella sin aparecer jajajaj
2024-03-13
2
Arminda Ovelar
😁 😁 😁 😁 y al fin lo encontró
2024-02-10
0
franleiza maria cortez
esperando más capítulos
2023-02-11
1