CAPÍTULO 12.
Por VIGO COSTELLO.
No se que fue lo que me paso que me hizo besarla. Pero juro que nunca había sentido nada igual. Mi cuerpo temblaba, tenía la piel erizada. No volvimos a hablar acerca de eso; sin embargo, mentiría si no dijera que ella provocaba muchas sensaciones en mí. Desde ese beso, quería más... Quería estar con ella, no dejarla ir nunca. ¿Cómo podría olvidarme de ese momento?
Después de comprobar su inocencia, Morgan realizo un pequeño viaje junto a su hijo. Quería pasar tiempo con él antes de volver a su trabajo.
En cuanto a nosotros, seguimos nuestras vidas normalmente. Ahora que había terminado este caso tan importante, me han llegado muchas ofertas de trabajo, las cuales por supuesto aceptare. Pero primero quiero ayudar a Chloe con lo que le había prometido.
Había estado trabajando en la oficina, mientras Chloe pasaba tiempo con mi hermana, que había venido de visitas. De un momento a otro, sentí un escándalo en la sala y decidí bajar a ver que se trataba. Me esperé cualquier cosa, menos lo que vi allí.
Mi hermana y Chloe estaban teniendo una especie de recital de Backstreet Boys en mi living. Me quede observando, al lado de las escaleras, mientras que las chicas cantaban con pasion “As long as you love me”, comencé a reír. Chloe al percatarse de mi presencia comenzó a cantar acercándose a mí. Estaba tan cerca, que no pude contenerme. La tome por la cintura y la bese, olvidándome por completo de la presencia de Fiore... La solté cuando ambos nos quedamos sin aliento.
-No vuelvas a hacerlo. –Dije susurrándole. –No sabes cuanto me provoca eso.
-Ejem. –Dijo Fiore. –Yo... mejor me retiro.
-Lo siento princesa. –Dije, refiriéndome a ella. –Yo...
-No hay problema. –Dijo ella sonriendo. –Los vendré a ver después.
-Te acompaño a casa. –Dijo Chloe. –¿Puedes quedarte un rato aquí? Les diré al resto de los agentes que te cuiden.
-Está bien. –Dije desilusionado. –No me moveré de aquí.
-Volveré por ti. –Dijo ella, volviendo a besarme. Sonreí ante ese gesto y finalmente la dejé ir.
*****
CHLOE HAMILTON.
Fiorella llego ese día a visitar a Vigo. Como él estaba ocupado con un asunto de su trabajo, ella se quedó hablando conmigo. Platicamos acerca de muchas cosas, entre ellas, hablamos de los sentimientos que comenzaba a desarrollar hacia su hermano. Ella me escuchó atentamente y me hablo cosas maravillosas de él. Luego comenzamos a hablar acerca de nuestro fanatismo por la Boy Band y fue cuando se le ocurrió hacer esa especie de show en la sala. Cuando vi a Vigo observándome, riendo, sentí la necesidad de acercarme y cantarle. Quería verlo sonreír. Claro que jamás imagine que esto termine en un beso. Pero no me arrepentía. Al contrario, me encanto.
Decidí acompañarla a Fiore porque necesitaba hablar con ella. Quería que me aconseje. ¿Que debo hacer con esto que me pasa con Vigo? Durante el camino, Fiore y yo comenzamos con la charla.
-Chloe... No entiendo, ¿que más quieres que diga? Mi hermano acaba de besarte adelante de mí. Jamás, óyeme bien, jamás mi hermano beso a una mujer delante de mí...
-Es solo que...
-¿Qué? Por favor. –Dijo ella, mientras me indicaba por qué camino seguir. –Mira Chloe, déjate llevar. Le gustas a mi hermano... Y él te gusta a ti. No entiendo por qué es tan complicado.
-Está bien… Tienes razón.
-Además. –Volvió a decir. Mientras aparcaba frente a su casa. –Odio ver que una mujer se acerque a mis hombres... Contigo no siento lo mismo... Me encanta verte cerca de Vigo... Y me encanta que seas mi amiga.
-Gracias Fiore. –Dije.
-De nada... Ahora ve tras tu hombre. –Dijo ella sonriendo y me dio un beso de despedida.
De camino a casa, fui decidida a confesarle a Vigo que desde que lo vi la primera vez no pare de pensar en él ni un minuto. Pero, al llegar a su casa, me encontré con una situación muy extraña. Habian pocos agentes afuera y eso era sumamente extraño, debido a que faltaba algún tiempo todavía para el cambio de turno. Por precaución, tome mi arma de la guantera de mi coche y le quite el seguro, mientras ingresaba precavidamente a la casa.
Cuando me adentre un poco más, me encontré con una situación inesperada. Dos de los guardias que debían estar junto a Vigo, estaban desmayados al lado de la puerta y en medio de la sala, maniatado a una silla, estaba Charles Gagliano.
-Hola, preciosa. –Dijo este, sonriendo con maldad.
-Que... ¿Que significa esto? –pregunte.
-Pues... Resulta que vine a hacerle una visita a mi antiguo amigo. –Dijo él. –Y... me avergüenza decirte que me tomo desprevenido y pues... aquí estoy...
-Do… ¿Dónde está Vigo? –pregunte.
-Mmm... Déjame pensar... Creo que fue por su viejo maletín de tortura. –Exclamo Gagliano.
Comence a reír.
-¿De qué hablas? –Dije, mientras lo apuntaba con mi arma.
-¿Qué? –Dijo este riendo a carcajadas. –¿Acaso no lo sabes? ¿Tu querido Vigo no te lo dijo?
-No se que quieres decir. –Dije.-Y tampoco me importa... –Dije tomando mi teléfono para llamar a la Agencia y reportar que lo tengo en mis manos.
-¿Vigo no te dijo quién es realmente? –Dijo, haciendo que detenga el llamado. Ante mi falta de respuestas, él volvió a hablar. –Vigo Costello... El hijo del gran Massimo Costello y la hermosa pero ruda Camila Bonano... Una mezcla increíble de genes, debo decir.
-No se dé que hablas y no me interesa tampoco. –Dije.
-Te lo diré de todas formas. –Dijo el riendo. –Es un mafioso.
-¿QUÉ? No sabes lo que dices. -exclame. -¿Vigo, un criminal?, claro que no. Él no se parece en nada a ti. Es abogado. Su trabajo es lograr que los tipos como tú vayan a la cárcel.
-Vigo Costello, es el hijo de “Los Herederos”, los mafiosos más temidos en Italia... Sus padres construyeron un legado, un imperio. Siendo aún muy jóvenes se adueñaron de todos los territorios, de norte a sur. No ha habido una organización más respetada que la de ellos. Y sus hijos, aunque ahora sean una especie de mafiosos rehabilitados, son igual de temidos que sus padres.
Me quede anonadada ante lo que Charles decía... ¿Es verdad lo que dice este hombre? No... Me niego a creer que me enamore de un mafioso. En ese momento, Vigo venía bajando de las escaleras con un maletín, su rostro estaba transformado, sus ojos estaban inyectados de furia.
Al verme, se quedó quieto en su lugar.
-¿Es verdad lo que él dice? –Le pregunté con lágrimas en los ojos.
-Vamos, Vigo... Cuéntale a tu novia quién eres realmente.
-Chloe... Necesito que te vayas... Te explicare luego.
-NO ME IRÉ A NINGÚN LADO. –Grite. –¿ES VERDAD LO QUE ESTE TIPO DICE?
-Chloe...
-Eres un mentiroso... Un maldito hijo de puta. –Grite.
En ese momento, no nos habíamos dado cuenta, Gagliano logro soltarse y tomando un cuchillo de la mesa comenzó a acercarse a Vigo con la intención de atacarlo. No lo pensé dos veces, estaba transformada por la furia, el enojo, la desilusión... Actúe como lo hubiera hecho cualquier persona, con miedo de perder a la persona que quiere. Dispare. Una sola bala y el hombre cayó al suelo.
Vigo me miro asustado. Se acercó al hombre desvanecido en el suelo y toco su pulso.
-Está muerto. –Dijo Vigo.
-Llamare a la policía. –Dije. –No te muevas de ahí.
-¿Vas a entregarme? –pregunto. –¿Sin pruebas?, y lo más importante… ¿Vas a acusarme de haberlo asesinado?
-No necesito pruebas. –Dije. -Me haré responsable de lo que hice, pero no te escaparas tan fácil.
-Perfecto... Entonces vas a juzgarme sin siquiera escuchar mi explicación.
-¿Que explicación, Vigo? ¿Que explicación puedes darme, ah?
-Gagliano no mentía. –Dijo finalmente. –Pero yo no soy como mis padres. No soy un mafioso. Charles estaba detrás de mí porque le ayude a mi hermano hace unos años con una misión... La misión salió mal y él me reconoció. Esa es la verdad. –Dijo con los ojos llorosos. -Obviamente en el bajo mundo funciona así, la llamada “Ley de Talión”.
-Voy a tener una pizca de consideración por ti. –Dije, llorando. –Porque en este tiempo que pase contigo me enamore de ti.
-Yo también me enamoré de ti, Chloe. –Dijo él.
-Te daré una hora antes de que llegue la policía para que huyas... Si en esa hora no estás lejos de aquí, iré por ti Vigo Costello... Y te haré pagar cada una de las fechorías que tú y tu familia hicieron. Te lo juro.
-Con que así va a terminar esto, ¿ah? –Dijo él, sin poder contener las lágrimas.
-Sí. Aunque me duela. –Dije. –Te haré pagar por tus engaños.
-¡NO TE ENGAÑE! MALDITA SEA. –Dijo él, gritando. –¡APENAS TE CONOZCO HACE TRES MESES CHLOE! ME ENAMORE DE TI... ENTIENDE ESO, NO TUVE LA OPORTUNIDAD DE DECIRTE LA VERDAD.
Me quede un rato analizando lo que iba a responderle, pero él volvió a hablar.
-Voy a decirte una ultima cosa, Chloe. –Dijo él, manteniendo la calma. –Y luego te prometo que me iré de aquí, desapareceré y no volverás a saber de mí.
-Te doy 5 minutos, antes de que cambie de opinión.
-Querías respuestas acerca del último caso en el que trabajaron tus padres. –Dijo él, tomando un expediente del maletín que traía en la mano. –Aquí están todas las respuestas.
-¿Qué? –Dije sorprendida. –Como lo...
-Espero que no te arrepientas por juzgarme. –Dijo él. –Porque tú no eres trigo limpio... Y cuando lo sepas, tu mundo de princesa de papi se va a caer sobre ti. Y yo no estaré aquí. –Dijo él, dolido. –Pero con el tiempo, si recapacitas y sientes que te equivocaste... Lograrás encontrarme... Y no te voy a juzgar por tus errores, pero espero... Que cuando ese momento llegue, estés completamente segura. Y ojalá no sea demasiado tarde.
Comence a llorar sin poder controlar mis lágrimas... Me sentía mal y aún no entendía a que se refería él con esas ultimas palabras. Vigo se acercó aún más a mí, me tomo del mentón elevando mi cara y deposito un beso cargado de tristeza en mis labios.
-Adiós Chloe Hamilton. –Dijo, antes de salir por aquella puerta para desaparecer.
Espere a que pase la hora, tal como se lo prometi, ordene algunas cosas para que mi historia tenga credibilidad y llame al Buro para informar lo que había ocurrido, en menos de cinco minutos, la casa de Vigo estaba rodeada de policías. Tenía mi vista perdida, no podía dejar de pensar en lo que me había dicho ese hombre. Y aunque nuestra relación no fue más que besos y un enamoramiento platónico, por parte de los dos, me duele el corazón de solo pensar que lo pierdo.
Richard llegó junto a los agentes y pregunto lo que había pasado aquí, así que decidí contarle “mi verdad”.
-Gagliano ingreso al lugar. –Dije. –Había salido por unos minutos a llevar a la hermana de Vigo a su casa, deje a los dos agentes que están siendo atendidos a cargo de él. Cuando llegue aquí, me encontré con la escena de que no había agentes en la casa, solo estos dos ahí, golpeados. Y a Gagliano amenazando a Vigo con un cuchillo, intente hablarle para que desista de la idea, pero él no me escuchaba... Así que decidí actuar. Le disparé. Era Gagliano o Costello.
-Está bien, Chloe... Lo entiendo. –Dijo Richard. –Haré lo que sea para que salgas bien parada de esto. Pero debo preguntar... ¿Dónde está Costello?
-Huyo. -exclame. -Seguramente fue a ponerse a salvo. No debe estar lejos de aquí.
-¿Y no lo seguiste?
-Pues… alguien debia quedarse aquí, ¿no? Y dado que los guardias no estaban, debí ser yo.
-Entiendo. –Dijo Richard. –Ahora solo queda asentar tu declaración y encontrar a Costello.
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Comments
Guillermina Ortiz perez
bueno y porque a él , ella fue quien lo mato y ahora salen con que lo van buscar para detenerlo , como que no es muy congruente no?
2024-10-02
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Nana Fernandez
ay cloe k injusta fuiste...el merecía poder defenderse...
2024-03-13
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Arminda Ovelar
Chloe se te va caer el mundo prepárate
2024-02-10
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