CAPITULO 9

CAPÍTULO 9.

Por VIGO COSTELLO.

Después de salir de la comisaria, me dirigí a mi despacho a seguir con mi trabajo. El beso que le di a Chloe, aún daba vueltas en mi cabeza. Había pasado menos de una hora, cuando papa ingreso a mi despacho y prácticamente me saco a empujones de allí.

-¿Papa que ocurre? —pregunte.

-Vigo… Gagliano escapo… Debes venir conmigo. -Exclamo papa.

-Papá, cálmate. -Dije. -¿A dónde iremos?

-Necesitamos ir al FBI, nos llamaron para informarnos la situación. -Dijo papa. -Y tú… Tendrás protección las 24 horas, a partir de ahora.

-Papa… Estás loco. -Exclame.

-No… Estoy preocupado… Maldita sea Vigo, toda la vida me enfrente con muchos mafiosos, y a muchas cosas con tal de que estés seguro. De que ni tú ni tus hermanos conozcan la maldad en el mundo. Lastimosamente, no podía encerrarlos en una burbuja. Yo… Hice lo que pude Vigo, pero tengo miedo, ¿entiendes? Después de todos estos años, tengo miedo por ti. De verdad que si pudiera hacer algo lo haría… Pero abandone ese mundo, ya no tengo tanto poder. ¿Me oyes? Necesito, hijo… Escúchame bien, necesito que me hagas caso.

-Está bien papa, pero cálmate. ¿Qué hay de Alessandro?

-Tu hermano acaba de regresar. Ya entrego el mando. -Dijo.

-Está bien. -Suspire. -Te sigo… Haré lo que digas.

Y… Resumamos que fue así como termine metido en esto, ahora no solo tendré seguridad las 24 horas, sino que también tendré que convivir con Chloe Hamilton. Maldita sea, ¿por qué me pasa esto a mí?

Tal como lo había prometido, al día siguiente, llegue a la oficina a las 7 en punto y ella ya estaba esperándome fuera, apoyada en su coche.

-Buenos días. -Dijo ella.

-Hola. Qué puntualidad. -Dije sorprendido.

Ingresamos a la oficina, la invité a tomar asiento en un sillón frente a mi escritorio para que esté cómoda, mientras yo seguía trabajando en el expediente de Morgan, ella leía algunas cosas en su laptop.

-¿Quieres un café o algo? - pregunté. -Mi asistente aún no llega, pero puedo traerte lo que quieras.

-No… No te preocupes. -Dijo ella. -En qué trabajas? —Pregunto.

-Preparo un caso… Tengo un juicio en unas semanas y estoy algo trabado con eso. Y tú?

-Investigo un caso… Uno que llama mucho mi atención… Fue el último en el que trabajaron papa y mamá cuando se retiraron del FBI.

-He oído hablar de tus padres. -Dije. -Es decir… Investigue un poco sobre tu familia. Alexander Hamilton era un gran Agente… Fue una pena que se retirara; sin embargo, supe que trabajo un tiempo para el equipo de seguridad del presidente de Estados Unidos.

-Así es…

-Sin embargo… No encontré nada acerca de Elizabeth Shore, tu madre… Solo algunas…

-Tal vez porque su verdadero apellido es Steel… Lo averigüé hace poco tiempo, créeme, he peleado demasiado con mis padres por ese caso.

-Sí… Encontré algunos casos de Elizabeth Steel… Debo decir que era igual de buena que tu padre.

-Gracias. -Sonrió.

-Sabes… -Dije. -Tal vez las cosas no resulten tan malas. -Exclame. -Quiero decir… Tú puedes darme una mano con algunos casos y yo puedo ayudarte con tu investigación. Cuando las cosas se calmen hablaremos con mis padres y luego tú tendrás tu ascenso y yo seguiré siendo abogado.

-Me parece buena idea. De esa manera será más llevadera nuestra convivencia. -Dijo ella. -Hablando de eso, ¿Dónde viviremos?

-En mi casa. -Exclamo Vigo. -Tengo demasiadas cosas de mi trabajo ahí.

-Bueno… Me parece bien entonces. -exclamo ella.

-Podemos buscar tus cosas cuando salgamos de aquí. -exclame.

-Perfecto. -Dijo ella.

-¿Ves? Nos vamos entendiendo. -Dije sonriéndole.

En ese momento, golpearon a la puerta de mi oficina, mire la hora y eran las 8 am, probablemente mi asistente acababa de llegar.

-Pasa. -Dije.

-Buenos días, Señor. -Dijo ella. -Señorita. -Dijo, viendo a Chloe. -¿Se les ofrece alguna cosa?

-Por favor, tráenos dos cafés y… por favor intenta no pasarme a nadie hoy, estaré muy ocupado.

-Perfecto Señor. -Dijo ella. -Enseguida traigo sus cafés.

-Es muy bella tu secretaria. -Dijo ella cuando la chica se fue.

-Sí… Y muy servicial. -Exclame. -Es una buena persona.

-Y bien… Ponme al tanto de tu caso. -Dijo ella, tomando asiento esta vez, en la silla frente a mi escritorio.

-Ok… Mira, ella es Morgan Hawke, mi cliente. -Dije, mostrándole su foto.

-Morgan… ¿Hawke? ¿La modelo?

-Exacto. -Exclame. -Está acusada de asesinar a su esposo 20 años mayor que ella.

-Vaya, eso si no me lo esperaba. -Dijo ella. -¿Es a ella a quien visitabas ayer en la prisión?

-Así es. -Exclame. -Necesitaba que me diga más detalles de su caso porque realmente es muy difícil. -Suspire. -Ella jura que es inocente. -Dije. - Y si te soy sincero, le creo.

-Sí… Todos los culpables dicen lo mismo.

-Lo se, ¿verdad? Pero… En mi profesión, sea culpable o inocente, debemos intentar defender al cliente de todas formas. -Dije.

-Bueno, muéstrame el expediente, veré en que te puedo ayudar. -Dijo.

Le entregué el expediente y ella comenzó a leer, mi asistente ingreso con las dos tazas de café y luego se retiró, cerrando la puerta detrás de sí. Ella seguía concentrada en el caso de Morgan y yo, esperaba pacientemente a que finalizara.

-Ok. -Dijo finalmente. -Esto realmente está muy difícil.

-Lo se. -Dije frustrado, poniéndome de pie y comenzando a caminar por la oficina.

-Aclárame algo, Vigo. -Dijo ella. -¿Si Morgan jura ser inocente, donde estaba al momento del crimen?

Me quedé en silencio por un momento.

-¿Vigo? -pregunto ella. -¿Acaso no se lo preguntaste?

-Sí… Si Chloe, se lo pregunte… Pero… ella me pidió que no se lo diga a nadie… Ella no quiere que lo mencione, que intente poner otra excusa, no lo se…

-Vigo… ¿Te das cuenta de que suena aún más culpable?-Dijo ella.

-Lo se, Chloe… -Exclame. -Estoy atado de manos… Su cuartada es buena, yo… la verifiqué, ella decía la verdad… Pero me hizo prometerle que no la usaría para el juicio. Que haga lo posible para salvarla sin tener que emplear ese recurso.

-Será difícil… Pero haremos lo posible para hacerlo bien.

-¿Sí? Chloe, conozco de memoria, cada ley, artículo, código… Cualquier cosa que pueda utilizar para salvarla… Pero nada sirve…

-¿Qué posibilidades hay de que ella acepte hablar conmigo?

-No lo se… Tal vez si te presentas conmigo ella quiera decirte algunas cosas. -Dije.

-Perfecto, te acompañaré a tu próxima cita y hablaremos con ella. -Dijo Chloe. -Tal vez pueda sacar algún dato que nos ayude.

-Gracias. -Exclame. -¿Qué te parece si vamos a mi apartamento? Necesito tomarme un descanso de esto, me está enloqueciendo.

-Muy bien. -Dijo ella. -Debo pasar por mi casa a buscar una maleta.

-Ok, iremos allí primero.

Así, nuestro primer día, pasaba volando y pacíficamente. Tal vez no sea tan malo después de todo. Además… Solo será por un tiempo, hasta que Charles vuelva a estar tras las rejas.

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