CAPITULO 8

CAPÍTULO 8.

Por CHLOE HAMILTON.

Inmediatamente, di aviso a Richard y salí derrapando la camioneta en el apuro, rumbo a la oficina del Buro. Maldita sea, ¡¿cómo puede ser que ese maldito hijo de perra haya logrado escapar!? Estaba desesperada.

¿Qué diablos haré ahora?, me preguntaba. No podía creer que todo se haya ido a la mierda, esto no podía pasar. Se suponía que la policía debia encargarse de que no escape. Me estacione fuera de las oficinas y antes de bajar, azote mis manos contra el volante de la camioneta. Luego de descargar mi furia, baje de ella e ingrese corriendo dentro de las instalaciones del Buro. Richard estaba ahí, y no estaba solo. La familia Costello estaba presente, y entre ellos, Vigo.

-Sres. Costello. -Exclame a modo de saludo, intentando calmarme. -Que agradable conocerlos en persona, soy la agente Chloe Hamilton.

-Qué gusto conocerte, linda. -Dijo la Señora. -Mi nombre es Camila y él es mi esposo, Massimo. -Exclamo ella, señalando al hombre tan guapo y elegante a su lado. Supongo que es algo que lo heredaron de familia, puesto que sus dos hijos son una versión más joven de su padre, mientras que la chica, si bien, físicamente se parecía al padre, su aura era más parecido al de su madre. El hombre se puso de pie junto a su esposa y me saludo besando la palma de mi mano. -A mis hijos creo que ya los conoces. -Dijo la señora.

-Claro que sí. -Sonreí. -Es bueno volver a verlos. -Dije, refiriéndome a los gemelos y miré de reojo a Vigo, a quien había visto un rato antes.

-Chloe, me alegra que estés bien. -Dijo Richard, abrazándome. -Me asusto mucho tu llamado.

-Todo está bien, Richard. -Dije, calmando las aguas. -Fue un señuelo. Gagliano escapo.

-Lo se, querida. Es por eso que mande a llamar a los señores Costello. Considero que después de lo que ocurrió con Vigo, deben estar alertas ahora más que nunca.

-Entiendo. -Dije. -Me disculpo con ustedes, no quiero lavar culpas, pero se suponía que debia estar firmemente custodiado hasta su traslado, el cual se realizaría mañana a primera hora. Incluso vengo de firmar las fórmulas de la prisión. -Exclame.

-No se preocupe. -Exclamo Massimo. Su voz era algo fría, aunque hablo con un tono muy amable. -Entendemos perfectamente.

-Sin embargo, Chloe, voy a necesitar algo de ti. -Exclamo Richard. Vi a Vigo poner una cara de pocos amigos y cruzar sus brazos como niño regañado. - Se que te he prometido un ascenso. Sin embargo, voy a pedirte una tarea más antes de dártelo.

-Y… ¿De qué se trata? - pregunté frustrada. ¿Por qué diablos Richard me hablaba de eso adelante de esa familia? Creo que ellos no tienen nada que ver con lo que ocurre con respecto a mi empleo. -Aunque realmente creí que lo de mi ascenso era un hecho. Creo que hice correctamente mi trabajo. ¿Qué más esperan de mí?

-Se lo diré yo, si no le molesta. -Exclamo Camila.

-Adelante. -Dijo Richard.

-Cariño… -Dijo ella, amablemente. -Nuestra familia cuenta con un gran equipo de seguridad, debido a que somos personas muy importantes. Sin embargo, mi tonto hijo se niega a tener un grupo de guardaespaldas con él. -Exclamo ella. -Chloe, te lo pido como una madre desesperada… Necesito de tu ayuda.

-Está bien. -Exclame confundida. -Pero… ¿En qué puedo ayudarles?

-Necesito que seas quien custodie a mi hijo… No confío en nadie más que en ti.

-¿Qué? -Dije sorprendida

-Lo que mama quiere decir, es que quiere que seas mi niñera. -Dijo Vigo. -Cree que corro demasiado peligro estando solo.

-¿Es una broma? - pregunté.

-No, Chloe. -Dijo Richard. -Necesito que te encargues de la seguridad del Sr. Costello mientras atrapamos nuevamente a Gagliano.

-Pero yo…

-Claro que no estarás sola… Serás algo así como su guardaespaldas personal, tendrás a disposición a un equipo de agentes que custodiara la casa y el lugar al que se que vayan las 24 horas.

-Pero yo no soy guardaespaldas. Soy agente del FBI. -Exclame

-Lo se. -Dijo Richard. -Te prometo que después de que todo termine tendrás tu ascenso. Mientras tanto deberás permanecer siempre junto a Vigo.

-¡Pero tengo un trabajo! -Exclamo Vigo. -Tengo casos que resolver, clientes que esperan privacidad con sus asuntos, debo enfrentarme a un importante juicio en un mes… No puedo hacer esto.

-Deberás esforzarte, Vigo. -Dijo Camila.

-Papa… Por favor. -Exclamo él, buscando apoyo en su padre.

-Lo siento hijo, pero esta vez estoy de acuerdo con tu madre. -Exclamo Massimo.

-Puedes hacer de cuenta que Chloe es una especie de… Asistente. -Exclamo Richard. -Después de todo, tal vez pueda serte de ayuda con tus casos. Y tú, Chloe, tendrás más tiempo para investigar sobre ese caso que tanto te desvela.

-Pondremos las cosas claras. -Dijo Camila poniéndose dura. -De aquí no se va nadie hasta que firmen el maldito acuerdo.

-¿Que pasa si me niego? -pregunte, cruzándome de brazos.

-Tendré que despedirte, Chloe. -exclamo Richard.

-¿Qué? ¿Te das cuenta de que soy parte de esta fuerza desde hace mucho tiempo? ¿Cómo puedes deshacerte de mí tan fácilmente?

-Lo siento Chloe. -Dijo él, suspirando. -Pero si te niegas, estás desacatando una orden. Ya sabes como funciona esto.

Por supuesto que no nos quedó de otra, debimos firmar el acuerdo. Aunque no nos gustaba en absoluto la idea.

-Muy bien chicos. -Dijo Camila. -Tendrán que decidir en que casa vivir.

-¿Qué? -Exclamamos los dos.

-Pedí un guardaespaldas de tiempo completo. Lo que significa que tendrán que convivir.

-Qué más da. -Dijo Vigo. -De todas formas ya firmamos.

-Está bien, pero tengo una condición.

-¿Cuál es?

-Comenzaré mañana, primero tengo que hablar con mi familia para darle las noticias. Mientras tanto, podemos pensar en donde nos quedaremos.

-Me parece perfecto. -Dijo la Sra. Camila.

-Dime a qué hora vas a la oficina, te esperaré allí, mañana. -exclame.

-A las 7 a.m. Soy muy puntual. -Exclamo Vigo. -Tal vez debamos intercambiar números, por si acaso. -Dijo revoleando los ojos.

Vi una mirada y una sonrisa de picardía entre los gemelos. ¿Qué se traerán estos dos? Me despedí de todos y me dirigí a casa, debia hablar con mis padres sobre esto. El que me preocupa más es papa. No se como reaccionará al saber que estaré conviviendo con un hombre.

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