—Pero señorita Tirilith sigue en las instalaciones de la compañía por lo que lo que diga el jefe se debe de hacer… y digo que la llevo hasta su casa —mencionó apuntando con su dedo a él mismo por lo que Tirilith no sabía que hacer; “se que jadrio es bueno pero por que demonios el ceo me esta abrazando parece que esta celoso… mejor no le hago caso debe seguir pasado de copas desde que llego esta asi” reflexiono la muchacha quien una diminuta incomodidad le invadía el cuerpo.
—Como usted diga ceo… te agradezco mucho el querer llevarme pero ya me has ayudado mucho y no es mi intención el aprovecharme de tu bondad por lo que el jefe me llevara —opino con la expresión triste y separándose del agarre del ceo.
—Esta bien para otro momento será, entonces ¿no? —mencionó el cual su mirada demuestra que la tristeza se había metido en su cuerpo; mientras que el ceo al oir eso la soltó de su agarre “sabía que ella no se iba a resistir a mí buen encanto” pensó el ceo el cual solo sonrió ligeramente pero de una forma un tanto burlona.
—Si para otra ocasión será —respondió con una sonrisa y dando un paso a tras para estar más lejos de él.
—Hasta mañana Tirilith —comentó con su mirada en ella y la tristeza de su lado.
—Nos vemos mañana jadrio —comentó moviendo la mano en forma de un saludo para despedirse por que jadrio le respondió con el mismo saludo.
Ambos bajaron hasta el estacionamiento subterráneo con ayudadel elevador donde el estar ahí, para Tirilith se le hace un poco incomodo estar con el jefe “¿Por qué no dice nada?, esto están incomodo el estar aquí con el jefe hubiera preferido el irme con jadrio mínimo el me hubiera sacado una sonrisa o algo por el estilo… aunque no entiendo el por que el ceo se puso de manera tan autoritaria… será mejor no hacerlo enojar puede que este molesto por que lo deje encerrado” “quisiera preguntarle pero no se como reaccionará” paso por la mente de la mujer quien solo sugeto con fuerza su celular para no estar tan nerviosa con su jefe.
Ambos subieron al auto luego de quitarle la alarma al auto y al principio ninguna palabra se pronunció de ambas partes por lo que un silencio incomodo invadió el auto.
—Gr-gracias jefe por llevarme hasta mi casa… pero no tenia que hacerlo —dijo con la cabeza fachada y mirando hacia el suelo demostrando que no es muy agradable el estar a solas con su jefe.
—No es necesario pero acepto tu gratitud, ¿así que ya cenaste? —pronunció volteando a verla para después prender el auto al igual que comenzar a manejar.
—No aun no… pero no se preocupe ahorita que llegue a mi casa me haré de comer una rica sopa —habló con un tono de voz agradable y sus mejillas se engordecieron demostrando que esta sonriendo; “este día fue muy largo por lo que no he podido ver a mi hermano ni a salir a comer ya que tuve que apresurarme con los archivos… pero que más da ya por fin lo podre ver y preguntarle el como estuvo su día” pensó la mujer quien se encuentra ahora más relajada.
—¿Pero por que no ha comido señorita? —interrogó un poco molesto y sorprendido a la vez, ella solo lo volteo a observar velozmente pero no sabía que decir hast que respiro hondo y por fin pudo hablar luego de unos pocos segundos.
—No era necesario hacerlo además el trabajo es muy importante y como mi tacon se rompió no pude terminar mi trabajo ya que gracias a usted tuvimos que ir a comprar unos cuantos pares de zapatos.
—No, pero que estas diciendo, tanto como tu me dijiste a mi que debía de descansar y dormir lo mismo es contigo que debes de comer bien y no saltarte ningún comida ¿entiendes? —regaño con el ceño ligeramente fruncido y bajando un poco la velocidad en la que se encontraba el vehículo.
—Si jefe pero cuando llegue a mi casa haré de comer así que no es necesario, el molestarse tanto por algo así —opino con la mirada en el dando el querer justificarse.
—No, ya es muy tarde para que empieces hacer de comer… además debes de estar gotada por todo el trabajo… por lo que te llevare a comer algo adecuado que una simple sopa —mencionó un tanto molesto con la mirada enfrente en el camino.
—No, no es necesario además usted debe de irse ya ha descansar a tenido un día difícil —dijo con su mano en su teléfono y la confusión un poco en ella.
—¿Y usted no señorita Tirilith?... lo mejor es que deje su tercedad y acepte se que le va a gustar la comida —pronunció para que luego girará rápido su cabeza y la viera para que sus ojos se encontraran rápidamente; “es bonita la señorita Tirilith aunque también se puede notar que es risueña… que diablos estoy diciendo debo de seguir un poco borracho, mejor sigo manejando” pensó Maruen quien solo sonrió con una inmensa velocidad para que la chica no lo pudiese notar.
—Bueno como usted diga jefe —comentó con la mirada abajo y la manos entrelazadas; “¿por qué el jefe querrá llevarme a cenar?, será que acaso estara agradecido pero si no he hecho algo que se destaque” paso por la cabeza de la alegre chica.
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