Desastre

—Si quieres que acepte tu disculpa, esta bien acepto tu disculpa pero no tienes que preocuparte a todos les puede pasar… fue simplemente un error así que no tiene por qué preocuparse ¿pero esta bien no torció el tobillo? —susurro en el oído de la chica y luego preguntó angustiado al igual que alejándose de su aparato auditivo además ella al oír su voz grave solo sintió nerviosa al igual que se sonrojo un poquito pero sin nada esas palabras no les encontraba sentido el sí creer lo que las anteriores chicas decían al ser secretarías de las demás oficinas o creer lo que acaba de decir; su mente desbordada no le hacía entrar un tanto en la realidad.

—¿Pe-pero ceo eso sí-significa que no me va a despedir?, es-estoy b-bien gracias por su preocupación —tartamudeando similar a un chico cuando se le va a declarar a su persona amada; pero ahora con la cabeza hacia arriba para poder ver al rostro del empresario ya que es más alta que ella, ya que para estar de cara a cara con el debería subir a un banquillo para ver la expresión que está haciendo en este momento.

—No ¿por qué la despediría? sólo por este diminuto percance, por quien me toma señorita Mibrul?... Por alguien que despide a las personas por que cometen pequeños errores —pregunto un tanto molesto por lo que le acababa de decir Tirilith, ya que algo que el odia y repudia son los chismes.

—Por nada, es solo que me habían dicho que usted es muy exigente al igual que gruñón con las personas que comenten errores además que yo pensé que por este error usted me despedirá —respondió pero ahora con las orejas rojas y con su mirada encontraba con la del ceo.

—Aj, no tendría que hacerles caso a los rumores y aunque algunas chicas si las despedí pero fue por otras razones distintas, pero crea que a usted no es una de esas que despido por que si… pero tendría que hacer algo sumamente grave para que llegara hasta ese punto como a las anteriores chicas y chicos que han sido mis secretarios o mayordomos —luego de hacer el primer ruido posó la plana de su mano en la frente y segundos más tarde tomó la mano de la chica para que le diera a conocer su sinceridad y que no era para nada mentira lo que acaba a dar a conocer.

—Esta bien le creo jefe… entonces sin más le entrego los documentos —termino y salió de la oficina tenebrosa que es el sobrenombre que los empleados le dieron por las mujeres y hombres que salían llorando.

—Claro no te olvides arreglar ese calzado para evitar accidentes tanto dentro de la empresa como afuera y no se te ocurra decir que es lo que paso en este sitio, además no se te olvide cerrar la puerta—hablo mientras que agitaba su mano y su cara se iba tornando como estaba que era una seria además lo que terminó por decir resultaba más como amenaza que como una orden, y sin más la joven chica sintió un escalofrío por todo su cuerpo.

—Si jefe como usted ordene. —agachando la cabeza y con la mente un pico más tranquila y sin más cerro poco a poco la puerta y tomó su celular para ver si de casualidad tiene mensajes pendientes de su hermano. Entonces para su suerte si tiene, el cual es de su hermanito el cual decía «rilith acabo de salir de la escuela te espero para ir juntos a la casa o me voy solo», sintió alivio y le marcó por llamada.

—Espera diez minutos en lo que preparo mis cosas para irme nos vemos en chocolate fantasy World, que está junto a la fuente de la promesa del corazón».

—Está bien hermanito te espero en lo que compro un helado —con una alegría tan rebosante y agradable se notaba a través de la llamada.

—Bueno pero ten cuidado no quisiera que algo malo te pasara —con el celular en el hombro y sujetando con su cabeza o mas bien apretando terminó la llamada ya que sus manos están ocupadas organizando todo su escritorio ya que esta hecho un caos similar si un tsunami hubiese pasado en el lugar y hubiera arrebatado con todo en su camino.

“Mejor salgo de una vez no quiero que el jefe se enfade por lo de hace un momento”, “no, no creo solo son tontas especulaciones mía… debería de creerle y no pensar en los tontos rumores que circulan por ahí” “que estoy pensando solo en pira idiotez debo de apurarme para no dejar en espera a mi hermanito, mejor me apuro y me voy”. Ella sin más tomo su bolsa y se dirigió a toda prisa descalza ya que el tacón si la lastimó bastante; pero que desafortunadamente no pudo por que alguien mencionó su nombre.

—¿Señorita Mibrul a donde cree que va? —la voz grave del jefe resonó por los oídos de la linda que chica que sin más se voltio.

—E-este disculpe jefe pero voy de salida lo que pasa es que mi hermano me esta esperando —contestó con su voz alegre y sin miedo ahora pero con tono respetuoso habló.

—Entiendo pero ¿quién le ha dado la autorización para salir de la corporación? —interrogó con un tono arrogante pero ella pensó para no explotar o demostrar su enojo ya que la arrogancia es algo que le disgusta mucho como una piedra en el zapato o un cabello encontrado en la comida.

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