Amiga

—Tomé jefe los compre para usted… tengo la idea que le gustaran —mencionó dejando en el escritorio un bolsita de papel con los dulces que había comprado que está divida por la mitad una para el ceo y la otra para ella y sin mas salió de la oficina con un paleta en la boca del mismo modo que con las manos ocupadas con la charola así que se dispuso a ir a dejarlas en la cafetería donde al bajar del elevador se volvió a encontrar a jadrio quien se encontraba con ropa nueva que es: un par de short de mezclilla color café caqui, un playera algo larga pero que es pequeñamente ajustada por lo que deja un poco a relucir su cuerpo formidable de color verde como el pasto que crece en el suelo, unos zapatos negros como el carbón y una corbata que hace un buena combinación con el conjunto de ropa que trae puesta encima.

—Hola Jadrio hace un momento que te vi… ¿qué haces aquí? —interrogó con una sonrisa y dejando la charola en su lugar para que segundos después se acerca a él.

—No es nada es solo que he venido a comprar una leche chocolatada ya que se a antojado a mi y a un amiguito ¿y tu? —respondió con alegría resonante para dar al mundo y sin mas tomo la leche del estante.

—He tenido que regresar la charola a su lugar —comento mientras mira con cautelosa la leche de sabor de su compañero para no cometer el error que tirársela como hace unos momentos anteriores.

—Oh que bien pero no tienes que venir a dejarla ya que en todo el edificio tienen el sistema de vajilla a todo vapor que es como se le conoce que hay en la paredes para dejar las charolas con los utensilios trastes sucios… pero mira no te sientas mal por eso se que eres nueva que te parece si te invito una lecha chocolate ¿entonces dices que si o es un no? —opino con felicidad en sus ojos y dando información valiosa a la chica que una impresión se puede notar en su rostro; “entonces con que hay sistema aquí ni lo sabía pero que bueno que ahora Jadrio me lo dice” pensó Tirilith.

—Pues mira el chocolate no es mi fuerte pero si te acepto con mucho gusto una de las cosas que más me gustan y es una bolsa de papas sabor habanero —argumento con una risilla y tomando del otro estante las papas embolsadas.

—Claro, si eso te gusta a ti, entonces con gusto te lo comprare… cuanto será de todo esto —comento luego de acercarse al personal de la tienda para pagar e irse.

Sin más ella llegó otra vez a su puesto laboral para poder terminar todo el trabajo; “no sabía que en esta empresa trabaja personas tan gentiles y amables, empiezo a creer que esto es lo mejor… pero por ahora no ha venido a la casa mi hermano mayor, solo espero que este bien y que también haya comido” pensó Tirilith mientras el elevador subía por lo que al llegar se apresuró hasta que recibió una llamada.

—Hola, buenas tardes señora Tirilith —respondio una mujer quien detrás del teléfono esta colocando un or de zapatos en una caja.

—Eh hola soy pero ¿Quién habla? —habló dejando de teclear y tomando el celular.

—Habló yo, flenia —comentó con la voz relajada y sosteniendo el celular entre el hombro y su mejilla ya que sus manos ocupadas están.

—Ah hola flenia, perdón por no asistir a la invitación es que se me hizo tarde, pero como conseguiste mi nombre. —se disculpo con algo de culpa encima y de nuevo volviendo a teclear.

—Lo encontré en la tarjeta de la empresa ya que como compraste los zapatos con la tarjeta de creído que es de la empresa no fue muy difícil el poder encontrar tu número —explicó con una sonrisa en el rostro y alegría en su corazón por volger hablar con su mejor amiga.

—Ah ya entiendo pero ¿dime para que me marcas te? —indagó tomando el teléfono.

—Lo que pasa es que mi mamá te quiere invitar a cenar y quería saber que día no estas ocupada para que mi madre haga la comida… no sabes lo mucho que estraña mucho y las muchas ganas que quiere verte —dijo con la mirada abajo y feliz ya que deseaba hablar nuevamente con su amiga ya que no fue muy fácil el encontrar su número.

—Pues por el momento estoy un poco ocupada pero que te parece el día viernes en la noche ese día no estaré ocupada en toda la tarde —mencionó lanzando un suspiro al aire al igual que recargando su cabeza en el respaldo de la silla.

—Entonces le digo a mi mamá que el día viernes… sin más te dejo para que sigas haciendo tu trabajo. —y sin más colgó la llamada y Tirilith se apresuró con su trabajo; “espero no tener trabajo el viernes se que no he visto a la madre de flenia desde que me fui de aquel lugar pero también tengo muchas ganas de poder vernos otra vez, realmente ella fue una madre para mi por lo que desde aquel suceso no le he podido contar nada y la extraño a ella y a flenia” “mejor me apuro para no tener nada de trabajo para ese día y llevar conmigo a mi hermanito” paso por la mente de Tirilith.

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