La boda

—Padre, madre al igual que a todos ustedes quiero decirles la sorpresa… y es que estoy comprometido con la mujer que invade mis sueños y dueña de mis suspiros ella es Tirilith Mibrul aparte que todos están invitados a mi boda con ella. —levantándose de su asiento suspiro ligeramente y con la copa alzada en la mano comentó de una sonrisa tan contagiosa como una gripe en épocas de diciembre pero que a todos hizo felicidad menos a Tirilith que casi se atraganta por lo dicho de su amado. Por lo que velozmente lo volteo a mirar a lo que él solo hizo un gesto con su mano para que siguiera sentada y no exaltara por lo que acababa de decir además que dándole a entender que en un momento le explicaría lo sucedido.

—Oh que alegría me da hijo mío es la mejor noticia que nos pudiste habernos dado pero ¿cuando es la boda…. Ya tienen fecha o no? —interrogó rebosante de carisma la linda dama que se levantó de la mesa con las manos en la mesa puestas y todos sorprendidos de la noticia que había dicho el hijo menor de los cuatro pero el que está ma sorprendido es el padre que no pensó que su hijo se casaría tan pronto más bien piensa que es una verdad para no estar en casamiento con Tehara quien es la chica que selecciono que es de la familia cromlue que está asociada con la familia Rinolusa desde hace décadas.

Posó su mano sobre su cabeza con el codo en la mes en lo que su mente estaba hecha un lío por lo que acaba de pronunciar su amado; “es verdad que andamos y que hicimos un contrato para que nuestro noviazgo salga a la luz pero casarnos el desde un principio dijo que el matrimonio no era más que una farsa”, “cómo hemos llegado a esto, pareciera como si fuese tan solo hace unos días que nos conocimos”, ella seguía con miras perdida y la cabeza en otro lado pero como es que todo empezó o más bien como todo cambio y se llegó hasta este instante.

Todo empezó una mañana el sol y se encontraba en el cielo resplandeciente y calentando todo desde las flores hasta los grandes edificios al igual que a los animales; ella cantaba una canción romántica de como el amor puede ayudarte a superar cualquier obstáculo pero su voz no es muy agradable para su hermano mayor que salió de la casa para fumarse un cigarrillo que es lo que hace habitualmente al abrir los ojos; muchos dirían que es su desayuno pero aunque es verdad nunca se pierde el desayuno que hace su hermanito que para su suerte hizo licuado de banana con avena, hot cakes con miel de maple y fresa fileteada encima para todos hizo eso con un bello mandil estampado con cabecitas de osos con color blanco de fondo, unas bermudas rosas claro, un suerte de algodón color rojo como la fruta granada, un chongo improvisado para poder cocinar en paz; mientras que su hermanito se finalizaba por alistarse ella esperaba en el comedor sentada con los alimentos listos y cuando por fin su pequeño hermano terminó de colocarse su uniforme e ir a comer solo ya que ella tiene que apurarse a bañarse el agua que se golpea con el suelo que es el azulejo del baño color blanco como la nieve; además que también tiene que estar lista para ir a dejarlo hasta la escuela; se colocó un conjunto parecido un traje azul que compro hace poco para el trabajo además que se peino con una cola de caballo así con el pelo bien recibido, unos zapatos de tacón, un listón que amarra su cabello y de ahí irse a su nuevo empleo los nerviosos estaban al borde que casi le hacen perder el apetito pero gracias adiós y a su fuerte estómago eso no sucedió pero si era verdad que estaba un tanto nerviosa similar a un niño en su primer día de clases o en su baile de salida de la escuela.

Tomó las llaves de su casa y se fue junto a su hermano para dejarlo en la escuela; no tardó mucho en llegar a la escuela donde se despidió de un beso en la mejilla con su hermano y después tomar un taxi para llegar unos minutos antes de su hora de entrada para no llegar tarde y estar más que puntual en el lugar, al llegar y bajar del auto aun sigue sorprendida por el descomunal edificio que sin mas le sorprende. Al llegar sus compañeros de trabajo la saludaron muy amables y con una linda sonrisa le dieron la bienvenida y ella más que feliz se encontraba pero sus manos temblaban un poco, el sudor salía un poco pareciera que estuviera haciendo un poco de ejercicio, sus pies de debilitaron ligeramente, subió por el elevador y se sentó en su escritorio y comenzó a revisar que es lo que debía de hacer “debo tranquilizarme si no, no podré estar aquí eh escuchado que el ceo es muy perfeccionista… puede que no conserve el empleo si me muestro débil o nerviosa enfrente de el” paso por la mente de Tirilith y finalmente se pudo calmar un poco al igual que sentándose de su asiento pero que lamentablemente para ella eso cambio y más se intensifico sus nerviosismos ya que un hombre en traje llegó y con la cara enojada y sería entro a su oficina por lo que ella le dio la bienvenida pero el empresario solamente la ignoro y no le prestó atención.

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