Capítulo XIII Espiando a Leo

Capítulo 15: 25 de Abril de 2050

Querido Roy:

Las últimas semanas han sido tumultuosas en la mansión Rufino. A pesar de las tensiones y los conflictos que rodean mi vida como dócil, encuentro consuelo en las pequeñas victorias y en las amistades inesperadas que se cruzan en mi camino.

Después del incidente en la cocina con Druscila y Coram, me sentí más alerta que nunca. La tensión en la mansión era palpable, pero asumí mi nuevo papel como encargada con determinación y dedicación. Cada tarea completada era un recordatorio de mi valía y habilidades.

Aunque Lidya estaba ausente debido a su enfermedad, me esforzaba por seguir su ejemplo y mantener la calma en medio del caos. Reconozco el sacrificio al que nos sometemos las dóciles para mantener el orden en la mansión, y me siento orgullosa de desempeñar mi rol con excelencia.

La sombra de Fredy aún se cierne sobre la mansión, pero su ausencia física nos brinda un respiro. Cada vez que cruzaba su mirada fría, recordaba la importancia de mantenerme firme en mis convicciones y responsabilidades como encargada.

A pesar de todo, encontré un rayo de esperanza en Leo. Aunque nuestras interacciones son limitadas, su gentileza y compasión me recuerdan que aún existe la posibilidad de redención y amor en este mundo oscuro.

Hoy, mientras supervisaba las tareas de algunas dóciles, pude espiar a Leo en su habitación. Ver su cuerpo musculoso marcandose a través de sus brazos y su pecho me dejó cautivada. Él estaba en boxer en esos momentos así que también pude apreciar un poco de su intimidad, algo que me dejó sin aliento.

Sin embargo, mi deber como encargada me llamó de vuelta a la realidad, recordándome la importancia de mantener mi enfoque en las responsabilidades que me han sido confiadas. Además, mientras lo espiaba, con infinita curiosidad, Druscila se acercó amenazante.

— Dócil Mia, ven aquí — me dijo seria. Estaba cruzada de brazos.

Me acerqué con cierto miedo unos metros hasta donde se encontraba ella.

— Sí, señorita Druscila, estoy a su servicio — le respondí haciendo la clásica pose de sumisión de las dóciles.

— ¿Estabas espiando a mí hermano Leo? — Me susurró con un poco de celos. Al parecer se habías dado cuenta de lo que yo estaba haciendo. Y no le gustaba que vieran a su hermano. Algo extraño porque de todos modos, él era intocable para ella.

— No, para nada señorita Druscila, yo...

— No me mientas, he visto la forma en que mirabas a Leo. No toleraré que te acerques a él de esa manera.

— Lo siento, señorita Druscila, no fue mi intención...

— Tienes suerte de que no te haya reportado de inmediato con mi madre, ella nunca permitiría esto. Pero no te equivoques, no dejaré que te acerques a mi hermano. Él es demasiado importante para ser involucrado con una simple dócil como tú.

— Entiendo, señorita Druscila. No volverá a ocurrir.

— Bueno, más te vale. Mantén tus ojos y tus manos lejos de Leo si no quieres enfrentar las consecuencias. Las cuales serán graves.

— Lo prometo, señorita Druscila. No volverá a suceder.

— Bien, como castigo por tu insolencia, tendrás una tarea especial que realizar.

—¿Qué tarea, señorita Druscila? — le consulté preocupada, ya que ella tenía fama de torturar a las dóciles que cometían faltas.

— Quiero que limpies los baños de los empleados. Es un trabajo sucio y poco apreciado, pero es lo que te corresponde por desobedecerme.

— Pero, señorita Druscila, ¿no hay otra forma de demostrar mi arrepentimiento? — le pregunté implorando su compasión, las heces de los demás siempre me habían dado mucho asco.

— No hay lugar para discusiones, Mia. Esta es tu tarea y debes cumplirla. Si no estás satisfecha, puedo asegurarme de que tu castigo sea aún más severo.

—Entiendo, señorita Druscila. Haré lo que me pide — le dije sin vacilar para dejarla satisfecha.

—Así me gusta. Aprende a respetar las reglas si no quieres enfrentar las consecuencias.

— Sí, señorita Druscila. Me pondré manos a la obra de inmediato.

A pesar de mi castigo, no temí su presencia. Reconocí su autoridad, pero también comprendí el propósito de nuestro orden social. Cada dócil desempeña un papel vital en el funcionamiento de la mansión, y estoy determinada a cumplir con mis deberes con orgullo y dignidad. Me da curiosidad Leo, pero debo mantener mi lugar.

Te escribiré pronto, querido Roy. Por ahora, debo concentrarme en mis responsabilidades como encargada.

Tu Mía 🌹

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