Capítulo X

HOLI SI LLEGASTE HASTA ESTE CAPÍTULO TE PIDO QUE POR FAVOR NO LEAS MAS. ESTOY EDITANDO LA NOVELA DE A POCO Y SI SIGUES LEYENDO NO VAS A ENTENDER NADA.

YO ME VOY ANOTANDO QUIENES LA ESTAN LEYENDO, LES AVISARÉ CUANDO ACTUALICE

gracias por entender 🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻

12 de Abril de 2050

Querido Roy: Quedaba pendiente quebré relatara de regresar de la fiesta de gala, estoy muy cansada y solo tengo dos horas para descansar así que pretendo ser breve. Cómo bien sabes, fui de incógnito, mi antifaz negro me permitía cubrir mi rostro parcialmente, pero de todos modos tenía mucho miedo de ser descubierta. Al entrar en el gran salón pude apreciar el enorme trabajo de mis compañeras dóciles, aún sin mi ayuda todo había quedado perfecto. Ya habían llegado varios invitados y al verme entrar con Leo muchos fijaron su atención en mi. Intenté mantener la calma, con el antifaz y la peluca color azul debía ocultar bien mi identidad.

— Ve a beber algo de la mesa ¿Quieres Mia? Yo tengo que buscar a mi hermana Druscila, quédate cerca — Me dijo Leo antes de dejarme sola

— Si claro, intentaré no llamar la atención — le respondí mientras miraba para otro lado

— Muy bien Mia, me gusta que siempre seas obediente, eso es algo difícil de hallar, incluso en las dóciles— me dijo con una sonrisa cínica ¿Para que me había llevado hasta allí de incógnito? Sabía que yo debía estar trabajando en el salón . Simplemente quería ingresar allí conmigo, como si yo fuera un accesorio.

— ¿Le sirvo algo señorita? —Me dijo Ruth mientras miraba al piso, había interrumpido mis pensamientos y obviamente no me había reconocido. Era un alivio que no pudiera mirarme a los ojos

— Si gracias, puedes buscarme algo salado de la mesa y ¿Cuál es tu nombre? — Le pregunté divertida. Era bueno poder jugar a ser Dominem una vez. La pregunta la tomó desprevenida .

— Mi nombre es Ruth, señorita. Siempre a su servicio — Me respondió mientras se sonrojaba. Estaba impecable con su vestido negro y sus zapatos. La conocía desde hacía varios años y si Ruth trabajaba duro, podría llegar lejos sin dudas.

Luego de comer lo que ella me trajera deambulé un poco, evitando las miradas, por suerte había pocos hombres. Algunos de edad avanzada seguían a las dóciles con la mirada. Quizás me estaban buscando a mí, la famosa Mia. Así que era un alivio estar pasando desapercibida. De pronto lo vi, era Fredy, llamando a Ruth para que lo siguiera. Había sido cauteloso y no había llamado la atención, los vi meterse en un pasillo con poca luz. Dude un poco, pero finalmente decidí seguirlos. Al entrar en el pasillo me di cuenta de que conducía a uno de los baños, el que estaba clausurado. Vi la puerta entreabierta y me asome. Me sorprendió ver a Ruth de rodillas, llorando, tenía parte de su ropa rasgada. Fredy me estaba dando la espalda en esos momentos.

— ¿Por qué no quieres abrir la boca? Debes obedecerme y sacar la lengua "conejita" ¿Acaso quieres terminar en la calle? Sucia dócil —

— No señor, por favor. Puedo hacer lo que me pida, no me vuelva a golpear, se lo pido — le suplicaba Ruth con mucho miedo en su rostro. Me recordó por un momento a la joven frágil que sufría los castigos de la directora cuando recién llegó a la academia.

Decidí actuar. Abrí la puerta de golpe golpeando a Fredy y antes de que él pudiera reaccionar, luego le di un fuerte golpe en la cabeza para que se desmaye . Era la segunda vez que lo atacaba, aunque ahora no iba a poder acusarme ya que no me había visto.

— Pero, ¿Qué ha hecho señorita? Acaba de atacar a un Dominen de la familia . . . oh, espere un momento, Dios mío ¿Mia eres tú? — me dijo mientras abría sus ojos enormemente, extrañada.

— Mia ¿Qué ue haces aquí? Creíamos que estabas enferma —

— Bueno no, he venido obligada a la fiesta — le dije mientras la ayudaba a incorporarse

— No debiste hacer eso, él solo me amenazaba

— No tienes idea de lo que es capaz ese mounstro, además parecía que quería un favor del tipo sexual. Mejor salgamos de aquí. Yo voy primero.

Aprovechamos la poca luz para escapar por una de las puertas laterales del salón. Mientras salíamos ví que Leo me estaba buscando. Pero, mis ganas de salir de allí eran más fuertes, además en algún momento iban a encontrar a Fredy desmayado y estaba la posibilidad de que alguien me hubiera visto entrar o salir de ese pasillo escondido. Dejé a Ruth en la enfermería luego de hacerle jurar que guardaría silencio.

— Nos conviene ser aliadas, no cedas ante Fredy por favor — le dije con desconfianza. La realidad es que estaba en problemas si Ruth era interrogada por ese sádico.

Luego, mientras pensaba bien si regresar a la fiesta o ir a otro sitio me encontré súbitamente con quién menos debía, Lidya.

— Aquí estás y disfrazada. Ya sabía yo que no estabas enferma. ¡Sólo has estado escapando de tus funciones desde que llegaste!

— No estoy así porque quiera, Leo me ha obligado

— Si claro, Leo es ahora tu excusa perfecta para todo. Pero su madre no aprueba estás locuras de su parte. Apenas llegué mañana temprano la voy a informar y tus privilegios se van a terminar.

— Lydia usted no entiende, Fredy ha estado . .

— Basta Mia, no quiero escuchar una palabra mas. Retirate a tu habitación. En unas horas, cuando bajes a trabajar decidiré tu castigo — me dijo visiblemente enfadada

Me fui caminando lentamente, sonriendo por su estupidez y su odio sin razón.

— ¡Si estás sonriendo porque piensas que Leo te salvará estás equivocada Mia! ¿O es que no te lo contó? —

— ¿Qué? ¿Leo se va? — le pregunté preocupada

— Si niña, mañana mismo parte a la nueva nación de Asunción por una visita diplomática, hoy era su último día aquí, así que es evidente que quería disfrutar de tu compañía.

No pude evitar sentirme perdida, sin Leo y sus caprichos, estaría a la merced de Fredy y Lydia. Era una mala noticia.

— Veo que no tomas buenas decisiones, así no vas llegar lejos. Ahora fuera de mi vista, antes de que elija darte un castigo antes de tiempo.

Vine a la habitación y no puedo dejar de pensa en Fredy y el cuarto donde tiene a las sirvientas cautivas. ¿Por qué Leo cubre a su hermano? O quizás él también tiene perversiones o le gusta torturar jóvenes. Debo investigar más. Quisiera ser como la Mia del comic, rápida, intrépida, fuerte y heroica. Con sus puños y su espada impidió que invadieran la casa presidencial. La Mia de verdad esta llena de miedos e inseguridades, pero me voy a defender pase lo que pase.

Tu Mia

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