El no volverá

Capítulo 19

Él no volverá

Y, también es debido a su cálida sonrisa y amabilidad infinita, que la mayoría de las personas del círculo confían ciegamente en él; pues, quienes lo conocen en los negocios piensan que solo se puede confiar en un hombre tan amable, incluso, mucho antes de ver el espectáculo de la madre de Sebastián, quien usó descaradamente su salud para obligarlo a comprometerse con la hija de la familia Tyler, muchas de las esposas de los magnates contemporáneos con ella, le habían tenido un poco de envidia a Sofía, que no solo nació en cuna de oro, también tuvo la bendición de tener un esposo ejemplar, que además de cálido es bien sabido por todos que es muy buen marido,  y un hijo tan destacado como su Sebastián, ¿Quién diría que por su tonta actuación a partir de hoy se convertiría en el hazmerreír de Nueva York?

En ese momento, tomados íntimamente del brazo fingiendo como siempre ser una pareja extremadamente feliz y cariñosa, entraron al salón Edgar Montañez y su esposa… Como siempre el lucía espléndido con su traje echo a medida, su cabello corto muy bien peinado y una cálida sonrisa en su rostro, en seguida supo que algo andaba mal cuando la mayoría de los asistentes, en lugar de acercarse a adularlo como era su costumbre, ya que en sus manos y las de su hijo se encontraba la estabilidad económica del país, se dedicaron a mirar a su esposa con diferentes expresiones en su rostro, y comenzaban a cotillear en pequeños grupos sin importarle en lo más mínimo su presencia…

Lo más impactante para él en este momento fue ver la cara de decepción del alcalde a quien le había costado mucho acercarse después de las elecciones.

Miró de reojo a la mujer que se aferraba a su brazo sin poder hacer nada en este momento, con un movimiento de la mano llamó al mayordomo de su esposa que caminaba detrás de ellos, pues, nunca se separaba de ella.

“¿ya cenaron los invitados?”

El mayordomo no se atrevía a ofender a su jefe y mucho menos a mentirle por lo que inmediatamente respondió

“después de que el joven Sebastián se retirara, los invitados solo lo están esperando para despedirse, nadie se atrevió a tocar el champagne y mucho menos la comida después de escucharlo decir que esta no es una ocasión feliz para él, sin importar lo mucho que insistiera la familia Tyler”

En este momento, se acercó a ellos el padre de Diana, el señor Tyler a saludar con una sonrisa hipócrita en su rostro ofreciendo una copa de champagne a Edgar, quien simplemente esperaba que su esposa no haya sido tan estúpida de hacer delante de todos lo que se imaginaba que había ocurrido en este lugar

“Y yo aquí pensando que no tendríamos el honor de tu presencia mañana en la boda, eso quiere decir que el futuro de tu hijo si te importa o que el grupo Serrano también desea entrar en esta sociedad…”

Después de decir esas palabras en voz alta, como si tuviera miedo de que alguien en el salón no lo escuchara, en seguida cambió su atención a Sofía, en su cognición, es su culpa que ahora todos miren a su preciosa hija como una mujer que obliga a los hombres a casarse y no la dejará libre tan fácilmente por dañar su reputación

“¿Cómo se siente ahora madame Montañez? Puedo ver que sus médicos son milagrosos porque incluso camina con gracia”

Sin responder a su sarcasmo, y sin estar totalmente seguro de lo que había ocurrido Edgar que no es ningún tonto, amplió su sonrisa y respondió con calma

“El grupo Serrano tiene como columna vertebral al grupo Montañez, no necesita hacer ningún pacto con el diablo para crecer, a diferencia de ustedes que tienen tantos años haciendo todo tipo de bromas para casar a su hija con una familia poderosa que los respalde”

Soltó con delicadeza el brazo de su mujer, ya no se atrevía a mostrarse íntimo con ella en público, y sin aceptar la copa de la mano del papá de Diana caminó hacia el frente.

Ya estando solo, muchas personas se le acercaron como de costumbre con expresiones cautelosas, por lo que se vio obligado a llamar a su asistente y pedirle que investigara en detalle lo ocurrido esta noche, sin querer quedarse un segundo más, dio media vuelta sin aceptar los saludos de quienes se le acercaron y salió con calma de ese lugar, no sin antes decir en la puerta en voz alta.

“Ya se pueden retirar, Sebastián no volverá a esta sala”

Al ver salir del salón de banquetes a su esposo con el rostro ensombrecido, un escalofrío le atravesó la columna vertebral desde el coxis hasta el cuello, y definitivamente Sofía no se atrevió a seguirlo… hizo oídos sordos a la burla del suegro que ella personalmente escogió para su hijo, y caminó junto a Diana que estaba sentada sola mirando fijamente el pastel de compromiso, pensando que podían apoyarse mutuamente en esta vicisitud le hizo muchas preguntas, pero su querida nuera por la que se esforzó tanto ni siquiera la miró… con un sentimiento de pesadez en el pecho y sin querer aguantar más las miradas desdeñosas de los invitados, decidió volver a la suite presidencial y afrontar el castigo de su marido, como dice el dicho, al mal paso había que darle prisa.

No esperaba que, al apenas darse vuelta para atravesar el salón, todas las miradas que le daban fueran de decepción, pero ya no podía hacer nada y tampoco estaba arrepentida, realmente quería ver a su hijo Sebastián casado con esta nuera tan buena, y definitivamente en algún momento todos olvidarán lo ocurrido esta noche, cuando vean que su decisión fue acertada al ver que su hijo comience a tener una buena vida de casado.

Con esto en mente, caminó con determinación hacia la salida ignorando totalmente a las personas que se burlaban silenciosamente de ella a su alrededor.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***