Capítulo 9
¿se convertiría realmente en su mujer?
El tren de pensamiento de Lucrecia fue abruptamente interrumpido cuando sus delicados pies, que en este momento estaban cubiertos con una gruesa capa de tierra fueron colocados con delicadeza en el suelo, quedando de pie debajo de la ducha, sintió una sensación de vacío cuando Sebastián la dejo allí y separó sus cuerpos
Suspiró de nuevo y pensó
‘Este hombre es tan amable, esto es precisamente lo que necesito en este momento, una buena ducha fría para que desaparezca este calor tan extraño que siento en todo mi cuerpo”
Con esto en mente y sin dudarlo se dejó llevar, quedando un poco boquiabierta cuando en lugar de marcharse obedientemente como hacen sus eunucos reales, este hombre perro le rompió lo que le quedaba de vestido con sus propias manos.
Estaba tan sorprendida por la osadía que tuvo al hacer eso que no logró formular una oración completa, recordó sus palabras respecto a hacerla su mujer y no pudo evitar sonrojarse como un tomate al quedar desnuda frente a él, solo se quedó allí de pie, como una tonta mirando como observaba con cierta admiración sus pantys de encaje, las ligas donde guardaba sus documentos y su teléfono en la parte más alta de su entrepierna.
Inmediatamente miró en otra dirección, ya su cuerpo se estaba comportando muy extraño definitivamente no la obedecía en absoluto, además, se sentía como una gelatina teniéndolo tan cerca, al enfocarse en su mirada lujuriosa sentía con cierto placer como un extraño líquido caliente salía de su entrepierna y era realmente vergonzoso.
Si la muy cobarde no hubiera girado la vista cuando sus fluidos comenzaron a salir, podría notar en este instante el intenso rubor que invadió por completo el rostro de Sebastián, que jamás en su vida se había interesado por ninguna mujer llegando a pensar que moriría solo; pero, esta vez solo moría por devorar a la pequeña cosita avergonzada que tenía frente a él… que, según su comprensión del idioma humano, después de asentir automáticamente se convirtió en suya y después de esta noche, sin importar la presión de su madre o sus trucos, no existe poder en este mundo que lo obligue a casarse con Diana Tyler según lo acordado durante la supuesta ceremonia de compromiso.
El hombre con su mirada llena de deseo reprimido retiró con suavidad las ligas de las piernas de la pequeña gatita avergonzada que tenía frente a él, que no se atrevía a mirarlo. Fue hasta que intentó bajar lo que quedaba de su ropa interior que escuchó su dulce voz, mientras sus delicadas manos, que estaban un poco ásperas en este momento por todos los esfuerzos realizados sostenían sus pequeños pantys de encaje rojo con fuerza, intentando evitar que las retire; pues, es un hecho que este hombre no es su sirviente y mucho menos un eunuco.
“muchas gracias, Sebastián eres tan amable… supiste de inmediato que solo necesito en este momento una ducha muy fría; porque, me parece que tienes un incienso muy fuerte en este lugar, para no tener problemas con eso es mejor que te retires, yo puedo hacer el resto sola”
“Tos, Tos, Tos”
En ese momento Sebastián se sintió avergonzado y solo pudo toser para ocultar su vergüenza, pero le pareció que si explicaba lo ocurrido podría dañar el momento, por lo que decidió, mejor abrir sin piedad la ducha; pero, sin importar las quejas de su recién nombrada mujer no abrió el agua fría, abrió el agua caliente y le habló, usando el tono más dulce que podía usar en este momento, fue tan gentil que él mismo se desconoció en este instante.
“cariño, estás tan sucia que temó que el agua fría y tus esfuerzos no logren acabar con toda esa mugre que tienes encima”
Este fue el momento de Lucrecia sentirse totalmente avergonzada, pues el hombre no solo dijo esas palabras, inmediatamente pasó a la acción tomando el gel de ducha obviamente con su aroma masculino, lo aplicó en sus propias manos y con delicadeza comenzó a enjabonar todo su cuerpo caliente, al sentir su tacto, sus pechos se endurecieron haciéndola fruncir el ceño; pues, había experimentado esa sensación extraña desde que callo en ese balcón, pero de pronto sintió un corrientazo desde ese lugar, que le llegaba hasta sus partes más íntimas.
Cerró los ojos y se permitió respirar profundo para pensar en su situación actual con detenimiento; pues,… en primer lugar, estaba disfrutando de esas sensaciones nuevas que le regalaba ese hombre que acaba de conocer con su simple tacto y en segundo lugar no quería perder el control de su consciencia; no obstante, siempre supo que debía hacer algo, porque lo que más disfrutaba en este momento eran las caricias de Sebastián, y… si ella accedía a que ocurriera algo entre ellos esta noche motivada por ese extraño aroma ¿se convertiría realmente en su mujer?
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments