Regresó el maestro Edgar

Capítulo 18

Regresó el maestro Edgar

“Bienvenido esposo, ¿Por qué piensas de esa manera?, solo me sorprendí al verte porque Sebas acaba de salir y pensé que había vuelto, ¡estoy muy feliz de que hayas regresado antes de lo esperado! ¿Cómo estuvo tu viaje de negocios?”

Le habló dulcemente al hombre que la miraba con indiferencia; pero, sin borrar esa dulce sonrisa de su rostro; era como si estuviera hablando con su empleada, comportándose de forma amable pero distante, como si ella realmente no tuviera nada que ver con él, y eso solo significa una cosa, ¡está muy enojado!

“Mi esposa sería tan amable de explicarme… ¿Por qué no hay nadie en la mansión Montañez esta noche? ¿y porque Sebastián salió tan enojado detrás de esos médicos? ¿Quién se supone que está enfermo?”

Sofía, definitivamente no tenía idea de cómo debía responder… estuvo pensando mucho tiempo, pero ¿era capaz de decirle a este hombre que ella era la enferma? ¡imposible!

Al ver que la mujer no respondía y en su lugar volvía a tragar grueso evitando su mirada, Edgar Montañez no pudo contener más su enojo, se acercó a ella y la tomó sin ninguna piedad por el cabello.

“¿Necesitas que me vuelva violento para que me digas que mierda está ocurriendo? ¿O esperas que lo averigüe por mi cuenta usando otros métodos más eficaces?”

¿Cómo no va a saber Sofía a que métodos más eficaces se refiere su marido cuando habla con ella? solo ella como esposa, ha conocido por las malas la verdadera personalidad, cruel y viciosa que su marido oculta detrás de esa dulce y amable sonrisa que les muestra a todos…

Después de haber sido amenazada de esta manera, ella sabía bien que si se lo decía no solo se divorciarían inmediatamente, lo más probable era que después del divorcio no pudiera continuar respirando.

“No es necesario que uses otros métodos esposo, es solo que han pasado algunas cosas que te debo explicar con más calma, y no tengo suficiente tiempo para eso justo ahora, porque la familia Montañez y la familia Tyler están dando un banquete en conjunto y debo bajar a acompañar a nuestro hijo que debe estar enfrentándose solo a los invitados…

Como te encontrabas de viaje de negocios no te quise molestar con esas cosas, pero no tienes que preocuparte por nada, Sebas y yo estaremos bien de todas maneras ya debería faltar poco para que termine el banquete, descansa aquí y espérame para que conversemos, yo le digo a mi mayordomo que se quede para atenderte”

Sofía se esforzó mucho para que su esposo no notara ningún cambio en ella, pero ¿Cómo es posible que ese hombre tan astuto no percibiera sus nervios, ni escuchara las palabras clave ocultas en su discurso?, no obstante, sin ánimo de discutir más con ella y sabiendo que lo más probable era que encontrara las respuestas en el banquete, miró los pies descalzos de su esposa con desagrado y le dijo

“¿desde cuándo la esposa de Edgar Montañez puede andar descalza? ¿es así como mi señora se prepara para asistir a un banquete ofrecido por las dos familias más poderosas del país?”

La mujer se miró los pies y no pudo evitar temblar al escuchar las palabras de su marido, rápidamente corrió al dormitorio y se colocó los zapatos, arregló su maquillaje y cuando se disponía a retirarse, Edgar extendió su brazo hacia ella.

“Vamos, debiste avisarme que darías un banquete con la familia Tyler con anticipación, ¿Cómo siendo el padre de Sebastián puedo faltar en semejante ocasión? ¿quieres que la sociedad piense que también es el jefe de la familia? ¿acaso estoy muerto? ¿o te estas preparando para prescindir de mí?”

Sofía, que ya estaba extremadamente nerviosa con la presencia de su marido sintió la advertencia en sus palabras, y sin atreverse a responder ninguna de sus preguntas, en su interior rezaba para que los invitados no estuvieran hablando de su torpeza al obligar a Sebastián a comprometerse hace un rato …

“no esposo, la verdad no lo pensé de esa manera, es solo que se lo mucho que te molesta que te interrumpa en tus viajes de negocios y no me atreví a hacerlo… discúlpame”

El hombre ignoró sus palabras, la mujer a regañadientes se enganchó del brazo de su marido y salieron juntos de la suite, afuera ya se encontraba el mayordomo y al ver a su jefe, no pudo evitar detener su respiración un segundo antes de saludarlo

“buenas noches, maestro Edgar, bienvenido de vuelta”

Ya en este punto, al ver la expresión del mayordomo supo que lo que cabreo a su hijo, sin duda alguna fue una de las jugarretas sucias de su esposa y esperaba que no haya sido nada muy grave; porque, aunque no se puede catalogar como un buen padre, tampoco tenía planes de inmiscuirse de nuevo en la agitada vida de su hijo.

La pareja que tiene más de veinte años casada asistiendo a todo tipo de galas, eventos y banquetes, sabían bien cómo comportarse en público, aunque estuviera llena de quejas y problemas en privado, por lo que caminaron juntos con elegancia hacia el salón de banquetes, donde todos los presentes habían visto el chiste de Sofía, pero nadie había visto a Edgar.

En ese círculo social, solo se puede permanecer confiando en el dinero, los contactos y las apariencias… por ejemplo, aunque Sebastián nunca incumplió la ley, debido a su frialdad y distancia todos le temen y lo adulan solo por ser el Ceo de la compañía de su familia a tan temprana edad.

En cambio, Edgar, que se vio obligado a hacerse cargo de la empresa de la familia de su esposa ya que ella es hija única y su padre se lo pidió expresamente en su testamento, siempre mantiene una sonrisa cálida en su rostro y se comporta amablemente con todos en el círculo; pero, en la oscuridad no le importan los métodos que tenga que usar, él debe hacer cumplir su voluntad y es por esta razón que su esposa le teme.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***