Parte 12

Miller

<

Su vestido que mostraba un escote haciendo notar aún más sus pechos, unos lindos pechos. Mi conciencia me hacía recordarla hace unos años, y rápidamente evitaba mirar en ese pronunciado escote. Para mirar cómo todos quedaron impresionados.

Si los hijos son guapos, las hijas también deben serlo. Así como ella, una belleza heredada de su madre, castaña y ojos marrones, nadie podría llamarla especial, era como el promedio de la población mundial, sí, claro que lo era, sin embargo, sus ojos grandes la hacían ver tierna, aunque al mismo tiempo neutra, sus labios que no eran muy delgados, su nariz pulida, y no tenía demasiadas pestañas, aunque hoy sí las tenía.

El color del vestido que estaba llevando era negro, con brillos. Me sentía un idiota por mirarla de esta forma, aún más podía ver a mi alrededor como la gente la miraba, como los hombres notaban su presencia, que ahora sí lo hacían, antes ni siquiera le hubieran dirigido la mirada, hoy lo estaban haciendo.

No podía evitar mirarla, la belleza no se puede negar, y su belleza era inigualable. El flash de las cámaras hacía eco por toda la sala de banquete, no puedo dejar de hablar de ella, porque literalmente no estoy prestando atención a lo demás. Sin embargo, algo se hace girar mi cabeza, cuando siento una mano en mi brazo, cuando la miro, me encuentro con una mujer, no tenía muchos recuerdos, pero si podía entender más o menos quien era.

Otra más que había pasado por mi cama, bueno, de una manera cruel, no la recordaba del todo, siempre sabía quién había estado cuando hacía por reflejo colgarse en mi brazo, como este momento.

—¿por qué nunca me volviste a llamar? —Hace un falso puchero, traté de una manera suave quitarla de mi brazo, sin embargo, parecía una garrapata, mala forma de expresarme, pero le quedaba.

—Estuve ocupado —Le respondo con frialdad, para volver mi mirada hacia la chica que me importaba, la cual por un breve momento tuvo una ceja enarcada y me ignoro para salvar sobre sus amigos, dejándome de lado.

A lo lejos pude observar un semblante conocido; siempre piensan que porque odies a una persona no sabrás nada de esa forma, que es porque al final siempre está en tu cabeza, de alguna manera esos los hace sentir mejor a ellos mismos, ¿por qué?, no tengo la menor idea. En mi caso, yo había aprendido todo de mi madrastra e Isaac para evitarlo, para alertar a mi alrededor y tener malas jugadas, debería decir "No te debe afectar", es casi imposible, no puedes evitarlo, no puedes hacerlo porque te rondas tanto sabiendo el daño que te hará.

¿Qué piensa la gente de eso?, ¿Es mi culpa?, pueden decir "Ignóralo", bueno, ¿tú vas a ignorar tus deudas?, si lo haces, que irresponsable.

La chica seguía parloteando, como si no se cansará de que la estuviera ignorando, a lo lejos podía ver como Isaac hablaba con un montón de gente influyente, ¿cómo sabía de esta fiesta?, me aleje de la chica de forma brusca, estaba cansado, y mayormente necesitaba encontrar a los gemelos para que estuvieran pendientes de Becca, Mi Becca, no podía permitir que nadie la tocara, aún menos ese hijo de puta.

Tarde más de lo planeado para dar con el par, los cuales hablaban con un empresario de Rusia, que rápidamente tomó la conversación conmigo, ahora estábamos hablando de negocios, mientras mi mente estaba en otra parte.

—Disculpa un momento, sucedió algo y tengo que avisarles a los anfitriones —Giro a ver a mis amigos, que ahora se encuentra preocupados por mi manera de actuar, cuando nos alejamos del hombre, puedo hablar con libertad.

—¿Qué sucede?, tienes un comportamiento extraño —Siempre fui alguien serio, sereno, que no se dejaba llevar por las emociones, Miller Petrov nunca dejó que nada le afectará, nunca lloré la muerte de mi madre, nunca dije a diestra y siniestra que odiaba mi familia, nunca dije que amaba a mi madre y a mi abuelo más que nada en el mundo, incluyendo la abuela; yo guardaba todo, sin embargo, pensar en algo sobre Becca me hacía actuar errático.

—Isaac está en la fiesta —Declaro de forma simple hacia ellos, los cuales se giran para ver a su alrededor.

—¿Estás completamente seguro? —Asiento, lo sabía.

—Tenemos que avisarles a los amigos de Becca que no esté cerca de él, y tú no te puedes acercar a ella. Si nota que te importa, hará lo posible para joderte con esto —Asiento nuevamente ante lo que indican, para separarnos, por un lado, yo lo buscaría para decirle que no estaba permitido estar en una fiesta privada y seguridad haría su trabajo, mientras ellos se encargaban de su hermana.

Respiré hondo para no cometer ninguna idiotez, siempre tenía que mantenerme sereno, no podía caer ante los sentimientos, muchas veces lo hice y me arrepiento. Hace casi un año cuando sugerí que Becca era una cualquiera, cuando solo estaba pensando de forma egoísta.

—Por esa razón deberían pensar en elegir un nuevo presidente, no quiere decir que sea yo, simplemente... —Interrumpí a mi hermano, mientras sonreía.

—Buenas noches —Digo de manera cortés, los que lo rodeaban, se fueron alejando.

—Oh, hermano, ¿qué te trae por aquí?, ¿alguien te invitó? —Trataba de quedar bien ante los que no se habían ido —Doy una leve sonrisa.

—Claro que sí, los Smith son conocidos míos, prácticamente nos criamos juntas, ya que nuestras madres se llevaban excelente. Sin embargo, cuando les pregunte a los gemelos si te habían invitado, dijeron que no —Ladeo mi cabeza suavemente mirándolo, con frialdad —¿Entonces?, ¿Alguien te invito? —Se muerde su labio inferior con rabia, para luego volver a su rostro sereno.

—Madre dijo que podrías necesitarme.

—Oh, máximo hablaba del próximo evento que la empresa va anunciar para el nuevo proyecto, aunque no estoy seguro porque ella conoce de eso, ya que era sorpresa que estaba preparando para la familia; supongo que tengo que tener más cuidado con quien me estoy llevando, ya que podrías ser espías corporativos —El tiempo suficiente para que seguridad llegue al punto.

—¿Me da por favor su invitación? —Pide uno de ellos, estirando su mano; Isaac empieza a balbucear un montón de idiotez que da lo justo para sacarlo sin que nadie lo note, suspirando profundamente cuando sale totalmente.

—Que mal hermano eres —habla alguien a mi espalda, cuando giro me encuentro a la mujer de mi padre, con un vestido elegante, y una copa en su mano.

—Bueno, la vida me hizo de esa forma, ¿qué más se puede hacer? —Respondo serio, dispuesto a irme, sin embargo, ella me agarra de un abrazo.

—Tienes que comportarte, le puedo decir a tu padre —Me acercó un poco más a ella, para ser discreto pero directo.

—Ya no tengo 16 años —Murmuró en su oído, para que nadie más escuche —Estoy un poco ocupado en este momento, entonces ten cuidado, no hables con extraños, no sabes quién puede sacar las garras, aunque eso debería decirles a ellos —Me alejo de forma lenta para el centro de la atención.

Nuevamente me concentro en donde esta Becca, al menos para verla desde lejos. En la barra de un montón de cócteles, pido algo con Whisky porque necesita bajar esta mala pasada, cuando alguien me toca el brazo, giro alerta para que sea otra vez la víbora, sin embargo, me encuentro con alguien que ahora estaba más alta.

—¿Te asusté? —ladea su cabeza, pero esta con un gesto tierno, que me hace sonreír sin poder evitarlo.

—Claro, ¿crees que ese rostro no asusta? —Ella suelta una risa mientras se sienta a mi lado.

—Debería salir así en Halloween, ¿no crees? —Me sigue la corriente como si fuera algo natural entre nosotros.

—Tal vez —Un silencio se hace, cuando me traen la bebida, ella habla.

—¿Quién era la chica de ahorita?, ¿tu cita? —No estaba seguro de que responder, creo que lo más sensato era decirle que sí, para que se alejará de todo lo que podría hacer daño, y en eso estaba yo.

Si la dañaba no me lo podría perdonar nunca, y ya había pasado bastante tiempo, ya habían sucedido un montón de cosas en este poco tiempo, no podía soportar más de esto.

—¿por qué?, ¿eso importaría? —No estaba seguro de esta respuesta tan tonta que estaba diciendo, creo que estaba lejos de querer decirle la verdad, al tiempo deseaba decirle todo con lujos y detalles.

—¿Debería? —Creo que la pregunta era más para ella y que para mí, pero podía ayudarle con su respuesta.

—Si te importo, sí debe ser significativa la respuesta, pero si no lo hago, ¿entonces?, no busques la respuesta —Me tomó lo que queda de la bebida de un sorbo, agradeciendo que en Rusia dieran bebidas más fuertes que esto, para retirarme hacer lo que un adulto debía hacer, conseguir dinero.

Ya había hecho muchas salidas en tan solo una noche, que no era ni las 12, estaba agotado mentalmente, pero era mi oportunidad para ir adelante de todos ellos. Y con esto, podría dar un paso al frente.

La fiesta fue un poco aburrida, un montón de gente mayor mirando como los jóvenes se diviertan, y como la chica que todos deseaban conocer, estaba rodeada de sus cuatro amigos, y los que ya se habían graduado, junto a los nuevo que ahora bailaban esas canciones del momento, ¿yo?, bueno, yo les doblaba la edad, y bailar no era lo mío, simplemente estaba mirando a lo lejos como ella se reía con quien debía, siendo feliz en su burbuja.

Una burbuja que iba a proteger a toda costa, porque eso quería hacer, protegerla de todo aquel que se acercará a ella, porque esa era mi meta. Ahora llevando un vestido más corto que el de antes, pero con el mismo escote me hacía llevar mi cabeza hacia atrás y contar hasta tres, tratando de apagar las ganas tan horribles que tenía.

Confirmaba como hombre, que pensábamos muchas veces con la cabeza de abajo, ¿cómo no?, una mujer es bella, hermosa, preciosa y sobre todo fuerte e inteligente, superándonos de muchas formas a nosotros los que pensamos con el pene. Ellas son capaces de manejar su vida, de quienes les piden consejos, su vida laboral, social, familiar, todo... ¿Qué éramos nosotros?, solo nos podemos concentrar en una sola cosa, ella era fuerte, y me supera en todo.

Así, pasé la noche, observándola, y tratando de matar las ganas de ir, tocarle la cintura de manera lenta, mientras deslizo mis manos para quedar en sus caderas, y apreciarla un poco, mirarla el doble de lo que debía. Ella un deleite que tendría que ver desde lejos, deseando ir a sus labios, acariciarlos para besarlo de forma lenta, para...

—¿Qué haces parado aquí? —Aquí estaba la chica por la que estaba a punto de... Sí, esto no era para nada sano.

—¿Respirando?

—No, no, debes ir a bailar, ¿no crees? —Suspiro mientras niego con mi cabeza.

—Mala idea, cariño —Respondo de forma natural, una leve sonrisa aparece en mi rostro cuando puede ver entre las pocas luces que estaban su sonrojo, queriendo molestarla más —Bailaría, si me invitas de otra forma —Bien, estaba empezando a jugar con fuego.

—¿Y cómo te tengo bailar?, ¿Un baile sexy? —Carajo, esta mujer me estaba provocando, ¿cómo sabía hacerlo?, ¿Dónde había aprendido hacer eso?

—Tal vez.

—Entonces, vamos a una parte más privada —La gente estaba ignorando a su alrededor, fue así como llegamos arriba, donde ella estuvo al principio de la fiesta. ¿Qué mierda estaba haciendo?, ¿Qué carajos iba hacer?

—Becca.

—Oh no, no me vas hacer esto, no lo vas hacer; estoy tomando la iniciativa, ¡Yo no tomó la iniciativa! —Se estaba estresando, estaba mirándome fijamente, pero linda mano temblaba, cerré los ojos para pensar en algo diferente, para buscar una solución, sin embargo, al sentir su mano con mi mano, mandé todo a la mierda.

Sí, fue el segundo día que quise besarla, pero no fue la segunda, fueron horas donde quise besarla. Y lo iba hacer, mande todo al carajo, me acerqué de forma lenta a ella, para besarle la frente, luego sus mejillas, su pequeña nariz y por último sus labios, comenzó lento, lleno de cariño, si había besado antes, quería que recordará este momento como algo único, porque esperaba que eso fuera>>

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***