Salir después de mucho tiempo

El fin de semana llegó rápidamente y con el la salida del grupo de trabajo. Ángeles se sentía nerviosa puesto que hacía tiempo que no salía a divertirse, no tenía ni idea de cómo se divertía la gente ahora, se sentía oxidada y vieja. Sus hijas se encargaron de ayudarla con su outfit, la ropa, el calzado; el peinado y hasta el maquillaje.

Le eligieron un vestido violeta a la altura de la rodilla, con hombros descubiertos, cuyo color iba en degradé hasta llegar al blanco, unas sandalias plateadas y lilas haciendo juego, maquillaje suave y su cabello alisado y suelto. Al verla las tres muchachas chocaron los cinco felices de verla tan bella.

-Muy bien mamá- le dijo una de las niñas-¡Ve a divertirte!

-¿Seguras que van a estar bien?- preguntó la mujer algo contrariada con salir.

-Tú no te preocupes, nosotras hemos programado una noche de chicas y nos vamos a divertir mucho. Así que ve y haz lo mismo.- respondió Eilyn y en ese instante se oyó la bocina del taxi avisando que estaba afuera. Así que la muchacha tomó el bolso de su madre, se lo pusó en las manos, la llevó hasta la puerta invitándole a salir y Ángeles no tuvo mas opción que subirse a aquel vehículo para llegar a su destino.

"Muy bien, aquí estamos" se dijo a sí misma al encontrarse frente al resto bar donde la habían citado sus compañeros. Tomó una gran bocanada de aire, para después soltarla e ingresar al lugar.

El sitio era muy agradable a primera vista, la decoración era tranquila, aunque se podía ver muchas luces y parlantes que obviamente serian encendidos en el momento en que el lugar se transformará en algo así como una disco de baile.

Se detuvo en la puerta mientras intentaba divisar a sus compañeros.

- ¡Qué si, niño!- le decía efusivamente Javi a Marcos - era hermosa...- refiriéndose a una mujer que había logrado ver a la distancia, esperando para ingresar.

-No lo creo- respondió este- Conozco tus gustos hermano y a veces pareciera que no tienes noción del concepto de hermosa.

-¿Qué les pasa?-interrogó Anna a los gemelos.

-Que aquí mi hermanito dice que vio a una mujer "hermosa" según él- hizo comillas con los dedos al decir la palabra hermosa y las muchachas contuvieron la risa ante el intercambio de palabras de los hombres que parecían niños.

-¡Díselo tú!- Javi se dirigió a Tony- También la viste...- todos dirigieron la mirada al muchacho.

-Bueno...primero debo aclarar que a mi no me gustan las mujeres mayores que yo pero debo decir que con esta haría una excepción.- las muchachas lo veían divertidas.

-¿Cómo es eso?- preguntó Anna con curiosidad.

-Que si bien estábamos algo lejos, ella nos llamó la atención, nos acercamos un poquito y pude notar que quizás tendría la edad de ellos- dijo mirando a los gemelos- pero que era muy bella lo era, tenía todo en su sitio...

-¡Ves!¡te lo dije!- se burló Javi de su hermano.

-Ok,ok. Pero cuando la vuelvan a ver me avisan y yo decido si tienen razón o no.- dijo resignado Marcos mientras les pasaba a las muchachas los tragos que habían ido a buscar.

-Bueno...- dijo Tony quien tenía a los gemelos frente a él- No vas a tener que esperar mucho porque ahí la estoy viendo y...viene hacia aquí- lo último lo dijo algo desconcertado preguntándose si acaso la mujer los hubiera oído hablar de ella.

-¿Como así?- preguntó Javi sin siquiera intentar girarse para ver.

-Sip, viene directo para aquí y...- Tony se sorprendió mucho al ver a la mujer de la cual hablaban llegar detrás de los gemelos, ladeo la cabeza, se mordió los labios, miró a las muchachas a su lado y estas no pudieron contener la sonrisa que se les dibujó en el rostro.

-Buenas noches, chicos- dijo Ángeles al llegar junto a ellos, Javi y Marcos abrieron los ojos en señal de que conocían aquella voz e incrédulos de lo que su compañero había dicho minutos antes ambos se giraron a la vez y sí... la mujer de la que hablaban era ella, su jefa de diseños.

-Hola, Ángel, pensamos que no venías.-le dijo Anna esbozando una sonrisa aún más amplia que la anterior al ver que los gemelos se quedaron estupefactos.

-Hola, jefa- saludo Tony con mucha cordialidad.

-No lograba ver donde estaban ubicados, estuve bastante tiempo tratando de hallarlos.- respondió ella y Martha no aguantó más y soltó la carcajada.

-Lo siento, lo siento- decía mientras intentaba calmarse ante lo divertido de la situación, pues dos de sus compañeros la habían visto sin reconocerla y ahora seguían mirándola sorprendidos.

Y no era para menos, ya que siempre que se presentaba a trabajar Ángeles iba vestida de jeans y alguna chaqueta o suéter, o alguna falda ejecutiva, nunca con vestido, ni mucho menos ropa que marcará su figura, por esa razón los muchachos no la reconocieron.

Ángeles se sentó junto a los gemelos, los miró y recién entonces estos reaccionaron

-¡Hola, jefa!- dijeron al unísono y le sonrieron.

-Hola, chicos ¿ que tal lo están pasando?- respondió ella.

-¡Genial! Muy divertidos y confundidos, ja, ja. Hasta ahora- respondió Martha sonriendo y los gemelos la miraron para evitar que siguiera con sus comentarios o burlas hacia ellos.

Desde ese momento Ángeles se relajó, comenzaron a charlar y reírse de algunas anécdotas que iban compartiendo entre ellos. Las mujeres fueron al baño dejando a los tres hombres solos, y ellos se sintieron aliviados de que su jefa no se hubiera dado cuenta lo que había ocurrido minutos antes.

-Tenías razón- dijo Marcos a su hermano mientras veían a las chicas alejarse.

-¿En qué?- preguntó Javi ladeando la cabeza.

-En que era hermosa...-respondió Marcos y tanto Tony como Javi se miraron sorprendidos ante la manera en que pronunció aquellas palabras.

Minutos después las chicas volvieron del baño riéndose entre sí y los muchachos les impidieron sentarse, cada uno tomó a una de ellas de la mano y las arrastraron a la pista de baile. Ángeles se sintió algo fuera de lugar, pero al ver que en ese lugar cada persona estaba metida en su mundo se relajó y comenzó a moverse al ritmo de la música como recordaba que lo hacía tiempo atrás.

En el lugar se podía oír todo tipo de música y había días especiales en los que solamente se oía algún estilo en particular y esa noche era "Noche de música retro", la cual abarcaba música de los setenta hasta el dos mil. Eso hizo aún más agradable el estar en aquel lugar, las luces intermitentes de colores brillaban y nadie prestaba atención a su alrededor todos disfrutaban, reían y se divertían, aunque los gemelos que ya se habían apartado del grupo, estaban sentados bebiendo unas cervezas, charlando y por momentos disfrutando de la vista tan agradable que era ver bailar a Ángeles.

-¿Crees que esté mal si la invito a salir?- indagó Javi a su hermano y el otro se le quedó mirando sorprendido.

-¡Qué! Ni se te ocurra- respondió Marcos.

-¿Por qué no? ¿Acaso no ves lo bella que es?- continuó el muchacho sin quitar la vista de la mujer.

-Porque te conozco, tus relaciones duran nada y esa mujer... hermano mío está para mucho más que unos cuantos revolcones.- afirmó el muchacho y desvío su mirada hacia la pista una vez más.

Ángeles mientras tanto se movía en la pista con mucha soltura y gracia, se sentía aliviada, agradecida de que sus hijas le hubieran insistido tanto en que fuera a aquella reunión, quería detener allí el tiempo y que aquella sensación de libertad no desapareciera jamás.

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