Ángeles no salía de su aturdimiento, era una enorme casualidad cruzarse con aquel hombre a la salida del lugar donde empezaría a trabajar al día siguiente. Caminó sin parar hasta que vio acercarse un taxi y lo detuvo, se subió y mientras hacía el trayecto a su hogar a su mente llegaba el recuerdo de aquellos bellos ojos que la habían mirado con una mezcla de sorpresa y algo más que no podía distinguir.
Al llegar entró a la casa, cerró la puerta y se apoyó en ella dejando escapar una sonrisa. Sus hijas que en ese momento se hallaban en la sala la veían con asombro, se dieron cuenta de que algo le había ocurrido a su madre pero no se atrevieron a preguntarle.
Su hija mayor quien había quedado al cuidado de sus hermanas pequeñas regresó de la cocina trayendo el almuerzo para las niñas y estas le hicieron señas para que viera a su madre
-¿Estás bien mamá?- preguntó la muchacha al ver a su madre tiesa en la puerta, mirando a la nada y sonriendo.
-¿Eh? sí- respondió Ángeles saliendo de aquel trance en el que había caído sin querer- es solo que ...estoy feliz ¡ya tengo empleo, niñas!-exclamó y al oírla las tres se abalanzaron hacia su madre, envolviendola en sus brazos en señal de alegría.
Las niñas tomaron las manos de su madre llevándola consigo hacía el sofá y comenzarón a interrogarlas sobre ¿donde trabajaría, con quién, cuántas horas? y demás inquietudes que les surgían al respecto. Ángeles con mucha paciencia y cariño se encargó de contarles todo con lujo de detalles y las pequeñas se emocionaron aún más.
El día pasó como si se tratara de una ensoñación, Ángeles aún no podía creer que luego de varios meses, al fin se abrían las puertas, dándole la oportunidad de tener nuevamente un empleo en el cual superarse y sentirse realizada. No era que ella no estuviera satisfecha con lo logrado en el tiempo transcurrido, porque de hecho haber sacado adelante a sus hijas y a ella misma luego de que él padre de las niñas las abandonará no era poca cosa. Pero esta nueva realidad le era sumamente reconfortante.
Recostada en su cama la mujer comenzó a recordar lo duro que fue apenas se quedó sola, si bien ya lo había hecho una vez, la segunda fue diferente, por estar con él se olvidó de absolutamente de todo, de su familia, de sus amigos, hasta de sí misma y cuando se dio cuenta de esa triste realidad le dolió aún más.
Recordó lo difícil que había sido emprender sola para poder sostener a sus hijas, se alegró de haber contado con sus padres quienes la apoyaron y le colaboraron cada vez que pudieron al igual que sus hijos mayores. Los jóvenes sabían lo duro que había sido para su madre la primera vez y no querían que sus pequeñas hermanas pasaran por las mismas situaciones que ellos, a la vez que estaban más que agradecidos por todo lo que la mujer había hecho. Ambos habían logrado completar sus estudios, y aunque aún estaban estudiando para llegar a ser profesionales, ambos podían valerse por sí mismos gracias a su sacrificio y esfuerzo, la amaban con todo su corazón y estaban dispuestos a estar siempre que ella los necesitara.
Entre recuerdos felices y otros no tanto, Ángeles se quedó dormida profundamente.
Al día siguiente despertó más temprano que de costumbre, se sentía nerviosa, era su primer día de trabajo y esperaba que todo saliera perfectamente. Se vistió de manera sencilla, con un conjunto de chaqueta y falda de color bordó, zapatos de tacón negros, su cabello lo recogió en un chongo para poder trabajar con comodidad, se perfumó, para luego bajar a preparar el desayuno para sus hijas. Pero al llegar a la cocina quedó sorprendida al ver que no hacía falta preparar nada y no solamente era eso, allí listos para desayunar estaban su hija mayor Eilyn, su hijo Darío y sus dos pequeñas quienes le sonreían con mucha alegría.
-¿Qué es todo esto?- preguntó con asombro.
-Es un desayuno para desearte buena suerte- respondió Eilyn acercándose y tomando la mano de su madre
-Pero ...niños- balbuceó a punto de llorar.
-¡No, mamá!- le interrumpió Darío- no digas nada solo desayuna con nosotros y luego¡ve a comerte el mundo!
La sonrisa en la cara de Ángeles se hizo presente al oír aquella frase, pues era la misma que ella les había dicho a ambos jóvenes cuando se sentían temerosos al salir de la casa materna para ir a vivir solos.
Se sentía orgullosa de lo que sus hijos habían logrado y estaba dispuesta a no defraudarlos, iría a su nuevo empleo a" comerse al mundo".
Luego del desayuno, los jóvenes se hicieron cargo de sus hermanas mientras su madre subía al taxi que la llevaría a su nuevo lugar de trabajo. Mientras viajaba la mujer iba pensando en todas las posibilidades que volver al mercado laboral le traería.
El viaje fue veloz como un relámpago, cuando se dio cuenta se hallaba descendiendo del vehículo para quedar frente al imponente edificio.
Tomando una gran bocanada de aire Ángeles acomodó su falda e ingresó al lugar, en la recepción un joven muy amable la recibió
-Buenos días- dijo el muchacho- mi nombre es Alán, ¿en que puedo servirte?
-Buenos dias- respondió ella- soy Ángeles Davis me contrataron para el área de diseño.
-¡Ah,si! es un placer conocerte- le sonrió y de un cajón sacó un gafete que le extendió a Ángeles- aquí tienes-ella lo tomó- con esto tienes acceso a todas las áreas, excepto a la de administración, allí solo vas sí te llaman.
-Ookk- aceptó ella y se quedó esperando más instrucciones.
- Vas hasta el piso diez, y ahí te encuentras con tu equipo de trabajo.- culminó el chico y se dispuso a atender una llamada, Ángeles le agradeció con una sonrisa y fue rumbo al ascensor.
Los nervios de la mujer estaban al orden del día, no sabía que clase de personas serían sus compañeros pero esperaba que las relaciones laborales fluyeran con naturalidad. Llegó al piso designado, se acercó a una muchacha que estaba ocupando un escritorio, esta al leer su gafete le sonrió, se puso de pie y comenzó a hablar...
-Hola, soy Katy, es un placer conocerte, si me sigues te llevo a tu lugar de trabajo.- Las palabras salían de la boca de la chica fluidamente como si hablar fuese su don.
-Hola, soy Ángeles, muchas gracias.
- ¿Tú eres la que se va a encargar de los diseños exclusivos?-preguntó la joven mientras caminaban.
-Así es- respondió Ángeles
- ¡Genial! Déjame decirte que tú equipo de trabajo es el mejor que hemos conseguido- la muchacha hablaba como si ella fuera una de las personas que se encargó de contratarlos- Bueno, Ángel ¿ no te molesta que te llame así ?
-No, no hay ningún problema con eso, de hecho así me dicen mis conocidos.- respondió ella con una sonrisa.
-¡Genial! Muy bien, hemos llegado.
La joven abrió una puerta permitiéndole a Ángeles ingresar.
-¡Muy bien chicos! Les presento a Ángel, nuestra diseñadora exclusiva.- dijo la muchacha a las cinco personas que se hallaban en aquella habitación.
Ángeles les sonrió deseando en su interior que todo fluyera sin problemas.
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Updated 75 Episodes
Comments
Norma Alvarez Vega
lindos hijos,que valoran el esfuerzo de la Madre.
2025-03-02
0
Nora Beatriz Alegre
Vamos Angela a comerse el mundo y extraño que se te cruzo desde el casamiento 🤞🤭🤭
2024-09-20
1
Maria Victoria Ruiz Alcaide
Pues ahí debe de haber. alguien que se está acostando con él de. administración
2023-10-27
2