-Le agradezco, pero a ningún lado- le respondió Ángelesmanteniendo la distancia, para luego seguir caminando.
-¿Pero... porque no, bonita?- le dijo él, entonces ella notó que se había bajado del coche y estaba a su lado caminando- Solamente te voy a llevar a la puerta de tu casa... aunque, si me invitas un café no lo voy a rechazar - le dijo con tono coqueto el muchacho.
-Mmm...no, no lo creo. Eso no va a pasar - negó Ángeles dándose cuenta de que le estaba coqueteando de manera descarada, algo lógico para un hombre de su edad y con semejante belleza.
-Y¿por qué no? ¿Tan mala impresión doy?- le preguntó señalando su cuerpo como para demostrar que tenía todo en su lugar. A la mujer casi se le escapa un suspiro, pues a decir verdad él no se veía para nada mal. Más bien todo lo contrario...
-Por qué, no lo conozco y ...- estaba pensando que otra excusa darle, pues su yo interno le decía que aceptara, después de todo era solo un aventón -¡ahí viene mi taxi!- dijo ella y corrió a subir a un taxi que se acercaba.
-Pero...- el muchacho quedó con su siguiente frase en la boca, pues cuando se dio cuenta ella ya había subido al vehículo - ¡Ok, la próxima, entonces!- le gritó mientras veía el vehículo alejarse.
Ángeles iba más que agradecida al cielo por haber enviado aquel taxi justo a tiempo, ese muchacho le provocaba muchas cosas y no eran cosas que ella quisiera estar sintiendo. Durante todo el trayecto de regreso intentó pensar en otra cosa, pero por más que quiso no pudo olvidar nada con respecto a él.
Llegó a su casa y quitándose la ropa, el maquillaje y calzado se fue directamente a la cama, entrando de inmediato al mundo de los sueños, puesto que ya eran cerca de las cuatro de la mañana y ella acostumbraba dormir bastante más temprano que eso.
Desde que se había separado y comenzado su nueva vida junto a sus hijas, Ángeles no se detuvo en ningún momento a ver a los lados, solo hacia adelante, solamente pensaba en el bienestar de sus hijas y salir adelante por y para ellas. En el tiempo transcurrido había vuelto a verse con sus antiguos amigos y amigas, incluso compañeros y compañeras de trabajo y algunos de aquellos hombres habían intentado tener un acercamiento invitándola a salir, a almorzar o bailar, pero la mujer siempre se negó, ya que no tenía ganas de nada con nadie.
Esa madrugada en sus sueños volvió a hacerse la promesa de que "Nunca más volvería a caer ", luego de que aquel joven desconocido se le apareciera en ellos y le robara varios besos y algunos gemidos, no volvería a dejar que ningún hombre jugara con ella, y mucho menos tendría sentimientos por alguien del sexo opuesto. Así como estaba se sentía bien y no necesitaba nada más para ser feliz.
Luego de que la mujer se fuera en el taxi el hombre que había intentado llevarla a su casa subió a su coche y sonrió mientras recordaba la manera en que ella se había escapado.
Pensó que desde que la vio en la boda de Lucy no pudo quitarle la vista de encima, además de verse preciosa, se veía tímida y para nada fácil de conquistar y eso a él le encantaba. No era de fijarse en cualquier mujer pero esa le había llamado más que la atención, lo confirmó cuando la siguió para esperarla a la salida del baño y luego al ofrecerle acompañarla ella se negó rotundamente sin dejar de ser educada. Durante el trayecto hacia el lugar de la fiesta fue recordando detalladamente a la mujer, era bonita... mucho, no solo por fuera sino que también parecía serlo por dentro, parecía ser de esas mujeres que son capaces de cambiar por completo el mundo de un hombre, sin que este se lo espere siquiera.
Al llegar donde la fiesta, algunos invitados ya se estaban retirando así que Lucy y Felix estaban en la puerta despidiéndose y agradeciendo por haberlos acompañado.
-¿De dónde vienes, tú?- le dijo Lucy al muchacho y él la miró sonriente.
-De hacer algo muy importante-le respondió
-¿Y antes donde estabas metido? - interrogó una vez más la joven.
-Por ahí- le dijo él y siguió caminando.
-¡Pero no pude presentarte a mi amiga!-le gritó mientras lo veía alejarse.
-¡En la próxima reunión que hagas, será!- terminó diciéndole el muchacho mientras se iba alejando de la pareja.
Llegó a una habitación de la casa, entró en ella, se quitó la ropa quedando solamente en ropa interior y se arrojó a la cama para descansar. Cerró los ojos y de inmediato sucumbió ante el cansancio.
Mientras dormía comenzó a tener un sueño, cosa que rara vez le ocurría. En su sueño se hallaba de pie mirando un bello atardecer en las montañas y unas manos lo abrazaron desde atrás posándose en su cintura, él las tomó con suavidad y se dio la vuelta para quedar sorprendido ante la mujer que tenía enfrente. Era hermosa de cabello castaño oscuro que hacían contraste con sus ojos color miel y su boca rosada y voluptuosa. Sin pensarlo dos veces tomó esos labios logrando sentir una electricidad recorrer su cuerpo, las manos de ella se enredaron en su cabello para intensificar el beso, y la reacción de él no fue otra más que comenzar a acariciarla para poder sentirla mucho más cerca. Los suaves gemidos de la mujer que se perdían en sus labios no eran más que una razón más para desear hacerla suya. El muchacho la alzó por las caderas haciendo que ella enredara sus piernas en su cintura y pudiera sentir que había despertado su sexo. Cuando de repente cambió el escenario, ahora estaban en una habitación que no era la suya, pero eso no importaba porque seguía con ella y ahora ambos estaban sin ropa, al mirarla ella se veía deseosa de tenerlo en su interior y él no deseaba otra cosa más que hacerla suya. De pronto oyó ruidos extraños, abrió los ojos para darse cuenta de que estaba soñando y golpeaban a su puerta.
Se enderezó en la cama...
-¡Oh, rayos! , creo que toca ducharme antes de bajar- dijo al notar que su sueño le había traído algunas consecuencias a su cuerpo que resultarían vergonzosas si alguien lo viera así.
-¿Todo bien?- preguntó una mujer del otro lado.
-Sí. Enseguida bajo- respondió y se metió a la ducha para disipar la prueba de la excitación que le había provocado soñar con aquella mujer. Una vez estuvo listo mientras iba bajando las escaleras volvió a recordarla y sonrió
-Te voy a encontrar y vas a ser mía- dijo para si mismo en un susurro lleno de convicción.
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Comments
Nancy Scheherezada Perez Perez
Esa atracción física es peligrosa pero a la vez exitante jajaja
2024-08-28
2
Maris Benitez
UPS 😍 los 2 se quedaron pensando 🤔 y se soñaron 😶🌫️😶🌫️😶🌫️😴😴😴😴❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥🥵🥵
2024-06-13
2
Maria Victoria Ruiz Alcaide
jajaja vaya conquistador empezó bien el niño esa no se escapa por mucho que corra jajaja 🤣🤣🤣
2023-10-27
2