CAPITULO 8. -

Al mantener su respiración.

Sus ojos se encontraban en una guerra con los del gato, de un color negro.

- “Que locura es esta, un gato parlante, suena y se siente como una historia de magia, necesito pellizcar mi brazo” –

Mirando aun al gato, su mano izquierda se movió a su brazo derecho, ella misma se pellizco y al sentir el dolor y ardor lo dejo en paz.

- “Mierda…. no es un sueño” –

Cómodamente en su regazo, el felino estaba mas que tranquilo, escaneando de pies a cabeza.

- La señorita ya ha crecido, aun recuerdo cuando era un bebe…. aunque su salud, esta en duda. –

- ….. -

- Luce muy diferente, mi Señorita. – acerco su hocico al cuello contrario. – Como lo dijo, el efecto ha funcionado, desconozco cuanto durara. –

- ¿Efecto? –

- No importa, es de ayuda para su propósito principal, podrá vivir tranquila por un tiempo. –

Sin poder asimilar las palabras del felino, Alicia, quien parloteaba, era ignorada por ella misma, pues que tenia que ver con todo ello.

- “Que, que, que ¿Qué esta pasando?” –

Alicia detuvo su mirada, miro a Nisha que estaba sin poner una gota de atención a la charla, era como hablar con la pared.

Al darse cuenta que la niña, donde ella estaba sentada, se encontraba pasmada en su propia cabeza, detuvo sus palabras.

- Muy bien tiempo fuera. – bajo de su regazo. – Necesitas un respiro. –

Para su boca le era difícil delirar una palabra, su rostro absorto y sus manos que transpiraban, quería comprender al gato misterioso.

- Gato. – dijo titubeando.

- Alicia…. Es Alicia. – corrigió.

El gato se llamaba Alicia, ella estaba enojada, apaciguo su voz y volvió a llamarla por su nombre.

- Lo lamento…. Alicia, es tu nombre. –

- Correcto. –

- Alicia, de ¿Qué me hablas? –

- …… -

- No sé de qué estás hablando, parezco tonta, por no poder comprender ningún termino, dicho y hecho por ti. –

- …. –

El ver su mirada despistada, cayó en cuenta, de que todo lo mencionado, era algo nuevo y poco creíble para Nisha, después de darse cuenta del pequeño error.

Volvió a pararse en sus cuatro patas, su cabeza se inclinó.

- Me presento de manera correcta. Mi nombre es Alicia, el gato de la verdad, eh venido con el propósito de proteger a mi Señorita, desde las sombras, enviada por mi Señora, debo cuidarla hasta que todo vuelva a su estado normal. –

Poco comprendió, cuidarla de ¿Qué?

- Mi nombre es Nisha, soy un humano y…. respiro. – se golpeo después de que dijo tal estupidez.

Palabras cortas y claras, no diría el apellido Ehann, sentía que era una presión, para hacerla sentir con vanidad, pero no la necesitaba.

Solo era un humano, que más podía tener.

- Solo un humano. –

- Puede que sea un ratón. –

- La comerían los animales mas grandes. –

- Vivo en un montonal de panteras peligrosas. -

- Solo conviértalas en un lindo tapete. –

- Puf. – trato de cubrir su boca.

Un lindo tapete.

Si pudiera, ya los hubiera acabado, no era solo la furia del haber visto las memorias de la verdadera Nisha.

Poco tiempo en un lugar, que sus ojos desconocían, ya había recibido el peor trato en todo este tiempo; si el poder lo puede todo, ella con la palma de su mano, los hubiera hecho retorcerse en su propia tumba.

Un tapete, seria un castigo muy ligero, de solo quererlos dejar con vida y corromper sus vidas, acabaría con ellos como sabandijas.

- “Seria tarde…… ahora necesito salir de este mundo” –

Su estado mental no daba para más.

- Necesito salir. –

El gato que limpiaba sus patas, detuvo sus movimientos, escuchando sus palabras, notando su rostro cansado.

- Que poco tiempo, el mundo te comienza a cansar…. imagínate una vida completa. –

- Que frustración. –

- Solo puedo asegurar que no mueras, pero no puedo hacer más. –

Sus puños se apretaron mucho más fuerte.

- ¿Al final moriré? –

Ante la pregunta, el gato solo opto por asentir.

Lo sabía, la niña que ella había tomado no tenía otra esperanza.

- Significa que voy a morir otra vez…. – con dificultad, pudo pasar saliva. – Bueno Nisha es la villana de la historia es obvio que esto les pasa a todas las villanas, pero… Nisha en ningún momento decidido ser la villana, las personas hicieron de ella una villana. –

- Puede que no sea así, no tendría uno que morir, podrías cambiar un destino. –

- Significaría quedarme. –

- ¿Tienes otra opción? –

- No se si estoy con vida, puede que sea un sueño, quiero imaginar que, si lo es, en cualquier momento despertare. –

- ¿Y si no lo es? –

- Debería aceptarlo, mi muerte. –

- La cronología de una vida, no puede ser alterada…. –

- ….. –

- Es lo que muchos dicen, pero, vamos el mundo se pude ir a la mierda. –

Alicia sonaba convincente, podría hacerlo.

El único problema en su mente, era que no quería quedarse en ese mundo.

- “Al final, puede que sea cierto y no tenga una escapatoria” –

- Quiero intentarlo, al menos hasta donde tenga una respuesta que sea clara. –

- ….. si la señorita lo desea. –

- Solo quiero saber, si puedo salir de este mundo loco. –

Tenia una vida ya hecha.

El mundo que estaba a sus pies, no era la fantasía escrita por alguien, o un mundo alterno al que ella vivía.

No quería obligarse a adaptarse.

Morir no era la opción, desde que la muerte la hacia volver al mismo día que llego; mataría por regresar.

- ¿Qué puedo hacer por ahora? –

- Acepte la mano de la Aislinn. –

Aislinn, era la mujer que Julia había mencionado, si Alicia lo decía, era porque tenía algo para ella.

Le daría las respuestas y la solución a todo el problema.

- ¿Nos salvara? –

- Te salvara. –

Ella lo dijo por Nisha y si misma, eran personas diferentes, mentes diferentes, sentimientos diferentes.

- Puede que…. –

Sus palabras fueron interrumpidas, por el eco del lugar.

Alicia miraba arriba de sus cabezas, ella hizo lo mismo, sin encontrar algo en especial.

- ¿Que fue eso? –

- Es usted misma señorita. –

- ¿Yo? –

- Parece que la pócima afecto su campo de magia. –

- Mi campo de magia. –

- Es una manera de tenerla a salvo señorita. –

Alicia rascaba su pecho, sin dejar una herida, era un toque suave, sus patitas acolchonadas eran graciosas.

- No debería reírse. –

- Uh, umm, lo siento, es solo que causa gracia ver sus patitas. –

- ….. –

Cuando las patas de Alicia se alejaron de su pecho, este comenzó a brillar.

- ¿Qué pasa? –

- Su núcleo de magia, ha sido desbloqueado. –

- “Como el de un celular……” –

Su pecho dejo de brillar, la presión de su corazón se iba disminuyendo, sus latidos que frecuentemente se aceleraban, volvían a la normalidad.

- Ha quedado libre. –

- ¿Eh? –

- Puede usar la magia. –

- ….. –

¡¿Qué?!

Impresionada por las palabras, Alicia sonreía ampliamente, mientras que ella tenia la boca abierta, la saliva estaba a nada de salirse.

- Esta, esta, esta niña tiene ¡Magia! –

- Siempre lo ha tenido. –

- Pero, pero, ¿Por qué nunca lo supo? –

- No lo sé…. –

Vivió una vida cruel, por no ser útil para la familia Ehann.

La gente le repugnaba, al saber que ella no era nada especial como los Ehann, que chiste tenia usar su apellido si no era digna de ello.

Nisha, la villana inservible.

No poseía poder mágico, poder político, era la sombra de la familia, varado en la oscuridad de la mansión; si ella supiera que tuvo poder, tal vez los Ehann, hubieran sido menos crueles con ella.

Pudo sentir al menos un sentimiento de aprobación, era una niña que necesitaba mucho afecto.

- ¿Señorita? ¿Por qué llora? –

No se percato de lo mojada que estaban sus mejillas, perdida en su mente no notaba lo que pasaba a su alrededor.

- “Sera la verdadera Nisha, la que llora… no creo que sea yo, ¿Por qué tendría que llorar por la vida de esta niña?” –

Seco sus mejillas con sus propias manos.

- No lo sé, tal vez algo cayo en mis ojos, se me pasara. –

Desvió la vista, pues la mirada preocupante de Alicia, la ponía incomoda.

Alicia perpleja al ver la reacción de Nisha dijo:

- Mi señorita, es tan pura. –

Nisha rio. – Alicia, gracias…. Aunque no creo serlo, pero gracias. –

La honestidad de Alicia, esta vez sin miedo la tomo entre sus brazos; acaricio la cabeza de Alicia.

El gato muy gustoso, ronroneaba por su toque.

- La señorita no estará sola. –

- Por favor, no me dejes. –

Apretó el cuerpo de Alicia, sin lastimarla tanto. Alicia también restregó su cabeza en el cuello.

- Cuídese señorita. –

Ambas conectaron sus miradas, Alicia se acerco a su frente y le dejo un beso, aunque su bigote le hizo cosquillas, acepto el gesto felizmente.

- Por ahora, manténgase saludable. – sonrió ampliamente.

- “Nunca eh visto un gato sonreír…. Pensé que se vería tétrico” –

Alicia se veía más adorable.

- Lo hare. – respondió.

Ella salto de su regazo, el lugar comenzaba a volverse borroso; la silueta de Alicia se volvía cada vez más lejana.

- Mi señora estará contenta, de saber que usted esta a salvo. –

- “¿Su señora? No pregunte a quien se refería” –

Dejo de escuchar la voz de Alicia, ya era tarde para poder preguntar.

Comenzaba a escuchar una voz que llamaba desesperadamente.

¡Nisha!

¡Nisha!

Su cuerpo era sacudido, la voz de Julia se hacía más cercana, al abrir sus ojos, apenas lograba ver algo.

Tallo sus ojos y cuando su vista se volvió mas clara, logro ver a Julia que se encontraba sentada a su lado, sujetando su hombro.

- Nisha. –

- ¿Julia? –

- ¿Que paso? –

Antes de poder responderle, la ayudo a ponerse de manera recta en su lugar.

Recién iba despertando del todo y su cuerpo seguía tambaleándose.

- “Hugh, mierda me duele la cabeza” –

Sobaba su cabeza, Julia le entrego un vaso de agua fría.

- Tómalo Nisha, pasaste un largo tiempo inconsciente. –

- ¿Un largo? –

Julia apretó sus labios.

- Bue, bue…. –

- ¿? –

- La señorita a terminado su examen. –

- ¿Cuándo? ¿Por qué? –

Sus ojos quedaron fijos en Julia quien desvió su mirada, ella tomo la hoja que hace unos instantes la tenia comiendo de las uñas.

- La señorita Nisha, ha despertado. – dijo con alegría.

- ¿Sí? Eh despertado. –

Julia la volvió a mirar, al notar su rostro confuso comenzó a reírse.

- No lo digo literalmente…… -

- ….. –

- La señorita Nisha ha despertado como hechicera. –

¿Hechicera?

- ¡Qué cara…! –

Antes de decirlo por completo, ella cubrió su boca, se regañaba internamente por casi decir una basura delante de Julia.

Tenia que comprenderla, la noticia era un golpe directo a la cara; Julia quien la miraba seriamente, junto con sus palabras.

- Y no solo ello, la señorita ha tardado poco para responder el examen. –

- ¿De verdad? –

Julia asintió. – Tardo tres horas en responderlo. –

- Oh, y ¿Cuánto es lo máximo? –

Viéndose mas seria, Julia se cruzo de brazos y respondió:

- El máximo, una semana. –

¡…..!

¡Silencio!

- “Maldito loco mundo……” –

Sonaba como una broma de mal gusto, pero la sonrisa que Julia tenia en su cara, no parecía que estuviera jugando con ella.

- “JA, JA, JA, JA, JA…… ¿Cómo que una semana? Loco mundo, púdranse todos los que viven en el…. Y de paso yo” –

A cualquier costo, tenia que salir de ese mundo oh terminaría perdiendo la cabeza.

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