Infiltracion

Valloled se incorporó y con un movimiento de mano despertaron de su inconsciencia, su conflicto interno por fin estaba resuelto, el tornado de niebla y el fuego se extinguieron, dejando ver un plano completamente diferente, uno con un cielo nocturno y constelaciones de todos colores. También apareció el hilo rojo aún atado al alma de Ismael. 

- ¿no crees que ya sufrió mucho? -exclamo Gina mientras miraba al lastimoso joven con labios cocidos. 

Valloled lo miro con pena, para después romper con facilidad el delgado hilo, al romperlo, el maleficio de Ismael se levantó, dejando ver su forma anterior, con preciosos ojos verdes y cabello castaño, él la miro con tristeza y después su alma ascendió.

 - ¿Crees que vaya al cielo? - pregunto la niña de cabello de seda.

- después de lo que le has hecho pasar, sus pecados han sido expiados, esto fue su purgatorio, ahora su alma puede ascender - comento Gina.

- Ahora es momento de intercambiar almas - comento Valloled- Y moviendo su mano aparecieron dos puertas, una roja y una negra, la roja era la del cuerpo de Gina y la negra conducía al cuerpo de Valloled. Así, cada una camino a la puerta de la otra, abriéndolas al mismo tiempo, intercambiaron sus cuerpos. Valloled despertó en una pequeña cama, a su lado se encontrabaCaleb dormido mientras sujetaba su mano. 

- ¡valla que suerte tienen algunas!, con este apuesto joven, no me importaría vivir tu vida - bromeó. 

- ¡Gina, al fin despiertas!, estaba muy preocupado por ti - se incorporó Caleb con una sonrisa. Pero después algo cambio, su mirada se volvió sombría, para posteriormente sacar su espada colocando el filo en su cuello.

- ¿quién eres tú?- pregunto - ¿qué haces en el cuerpo de Gina?. 

- ¡valla que eres un chico listo!, es algo que sin duda te debo aplaudir, ¿cómo te has dado cuenta? - exclamó Valloled con una sonrisa. 

- tu color de ojos es diferente, sin contar tu terrible actuación, ¡ahora responde!, ¿qué has hecho con Gina? Y ¿quién eres tú?. 

- mi nombre es Valloled, soy poseedora de magia obscura y estoy aquí para buscar al primer general para organizar una misión de rescate - exclamo. 

- ¿acaso me crees tan tonto como para creerte?

- lamento decirte que no tienes opción, tendrás que hacerlo si quieres recuperar a Gina, ya que, la misión de rescate es para recuperar mi cuerpo, el alma de Gina está en él, y a los niños raptados, hijos de los nobles de Aurenia, pero debemos darnos prisa, puesto que mi cuerpo está agonizante y si yo muero el alma de Gina ya no podrá volver.

 Mientras tanto, Gina despertaba en un pequeño y delgado cuerpo, su piel era blanca, pálida, casi transparente, su cabello plateado estaba sucio y enredado, lo único diferente en el cuerpo de Valloled eran los preciosos ojos color esmeralda, sus manos y piernas estaban sujetas a una cama, sus brazos estaban llenos de moretones de tantos piquetes y sangre molida por la extracción, su cuerpo le dolía, tenía mucha hambre y los labios

agrietados por la falta de líquidos, se miraba realmente lamentable. Gina volteó su cabeza para mirar a dos niños siendo drenados, eran pequeños entre los 5 y 7 años de edad, al fondo había una pequeña celda y en ella los niños restantes sucios y hambrientos. 

- Malditos bastardos, ¿cómo han podido hacer tal crueldad?, ¡por dios, solo son niños!- exclamó con rabia.

El cuerpo de Valloled poco a poco empezó a sanar gracias a las propiedades regenerativas de Gina, en pocos momentos ya estaba fuerte y sano, en excelentes condiciones. Una vez recuperada, prosiguió a idear un plan para liberarse y se lamentó por no tener sus cintillas con sus dagas y sus agujas envenenadas, de ser así liberarse, habría sido muy sencillo. Miro a sualrededor lo único que podría usar sería las agujas en sus venas para abrir las cerraduras que sujetaban sus brazos, gracias a dios Saíd le habría enseñado a abrir todo tipo de cerraduras. Tomo aire preparándose para lo que venía, Gina comenzó a tirar su mano a través de la atadura de metal, como esta era estrecha, su mano se deformó para poder pasar al otro lado y sus dedos se fracturaron, Gina mordió su camisón para evitar gritar, pues el hecho de sanar rápido no eliminaba el dolor, sus ojos se enrojecieron y pequeñas lágrimas comenzaron a brotar, la aguja que estaba en su brazo se habría enterrado trozando su vena por la fuerza y la brusquedad del movimiento, la sangre comenzó a brotar cómo un manantial, Gina respiro profundo esperando a que su cuerpo sanará y al paso de unos minutos su mano ya estaba en perfectas condiciones y su sangrado había parado, si bien ya con su brazo liberado tomo la aguja que había estado en su brazo y la utilizo para abrir la cerradura de su cuello, brazo y piernas, una vez libre, corrió a liberar a los dos pequeños que estaban siendo drenados, en las camas a sus costados, los niños estaban en pésimas condiciones no podían caminar, ni siquiera ponerse en pie. 

- ¡Maldita sea ahora que hago! - pensó- no puedo esperar a Valloled, tengo que sacarlos ahora, ¿pero cómo?, los niños están muy débiles, dos no pueden caminar y si los llevo en brazos quedaría expuesta a algún ataque, aparte debo sacarlos sin llamar la atención, pues no tengo conocimiento de las instalaciones o el número hombres, ¡demonios Gina en qué te has metido!. Puso a los pequeños recostados en las camas y abrió la cerradura de la celda, dejando libre así a los 7 pequeños restantes, al abrir la puerta, los niños corrieron a los brazos de Gina.

-Valloled estás bien- dijeron sollozando - creímos que habrías muerto, ¿qué le han pasado a tus ojos, se ven diferentes? - preguntaron. 

- he adquirido una habilidad nueva- mintió, pues así era más fácil de manejar, que explicándoles que había intercambiado cuerpo con Valloled.

- ahora soy más fuerte y necesito que me ayuden, para poder salir de aquí, tienen que guardar silencio y ser muy cuidadosos, ¿entienden?.

 - si - dijeron los niños mientras asentían.

 - ahora, ¿alguno recuerda por dónde entraron?

 - no, lo recuerdo, pero puedo mostrarte la salida si es lo que quieres - dijo un pequeño.

 Gina lo miro fijamente, era un niño como de 12 años de edad, tenía el cabello color ceniza y ojos azules como

el color del cielo, piel pálida por la falta de exposición al sol y complexión delgada, tenía ropa de alta calidad pero desgarrada y sucia. - ¡muy bien!, Veamos qué sabes hacer - exclamó la joven de rojos cabellos.

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