Alianza.

Gina siguió caminando entre los cristales hasta llegar al centro donde se encontraba el cuerpo inconsciente de Valloled, al acercarse vio cómo su mano estaba atada con un hilo muy fino, casi imperceptible, su color rojo llamo su atención, pues no era la primera vez que lo veía, anteriormente cuando soñaba, justo antes de despertar veía su dedo sujeto de un hilo igual. Gina lo tocó, para percatarse de lo resistente y filoso que era, tanto, que le hizo un pequeño corte, siguió avanzando y se introdujo entre la niebla negra que envolvía a Valloled, pues buscaba matarle, pues creía que, si ella moría, podría recuperar la conciencia en el mundo real. Entre más se acercaba, más su asombro crecía, cuando estaba a punto de llegar al centro algo llamo su atención y era entre las sombras, el alma de Ismael, él se encontraba de rodillas, el filoso hilo envolvía su cuello como si de un animal se tratara, en donde antes había un par de coquetos ojos verdes, ahora había dos agujeros negros, pues sus ojos habían sido arrancados, sus labios cosidos clamaban perdón a la que algún día había traicionado, se veían correr pequeñas gotas de sangre en vez de cristalinas lágrimas, esta escena estremeció a Gina, pues si, al final Ismael había sido cruel, pero nadie, ni siquiera él merecía tanto tormento incluso después de la muerte. Intento llamarlo, pero este no escuchaba, así que tomo una daga con intención de liberarlo y justo cuando paso la daga por el hilo en vez de cortarlo este la repelió arrojándole por el aire, haciendo que se estrellara contra el piso, en eso, por el tirón Valloled se sentó de golpe, aún inconsciente en las alturas, sus ojos inmersos en obscuridad abrumaba, y un grito desgarrador inundó el recinto.

- ¡no mires!- gritaba Valloled, mientras la densa niebla comenzaba a girar a su alrededor.

- ¡maldición!, lo que me faltaba, se ha salido de control- exclamó Gina.

Mientras tomaba las dagas de sus piernas y se abalanzaba ágilmente, escalando los cristales con intención de apuñalar el negro corazón de la niña de ojos violetas, una vez en el aire, Valloled esquivo su ataque y tomo sus manos con fuerza, los ojos de Gina se iluminaron y quedaron juntas levitando en inconsciencia, sus mentes se conectaron y la niebla antes negra ahora era un tornado de oscuridad y fuego que luchaban por tener el control. Gina abrió los ojos y solo vio oscuridad y a lo lejos pudo ver a una pequeña niña con cabellos plateados, sus ojos estaban llenos de odio, opacos y vacíos, su vestido negro rasgado dejaba ver su piel sucia y herida, y fue entonces que lo comprendió, se trataba de la conciencia de Valloled

- ¡no veas!, ¡no veas!, ¡por favor no mires!- suplicaba la pequeña - ¿no soy mala verdad?- miraba a Gina suplicante.

Gina se quedó parada, incapaz de producir palabra.

- Él se lo merecían, ¡él nos traicionó!, ¡merecía la muerte, la agonía, el sufrimiento y la condena!, ¡no he hecho nada malo!, solo me he defendido - decía rabiando la pequeña niña que anteriormente había acompañado.

Fue entonces cuando Gina se acercó, para después sentarse a su lado.

- sabes, hace algún tiempo conocí a una niña como tú, a una princesa que lo tenía todo, y una terrible noche lo perdió, le robaron su trono, la echaron de casa, perdió a sus padres, se manchó las manos de sangre y llena de odio, quiso ver al mundo arder. Pero entonces conoció a un hombre, uno de corazón noble y brazos fuertes, que la consolaba mientras lloraba por las noches, mientras era consumida por terribles pesadillas - exclamo Gina inmersa en sus recuerdos.

- ¿que no se supone que las princesas son bonitas y amables?, ¿y qué paso con ella?, ¿cómo termino? - preguntaba curiosa la pequeña.

- las princesas son niñas normales, no tienen que ser perfectas, lloran, ríen, odian y perdonan. Aquel amable hombre se convirtió en su guía y le enseño que en la vida, encontraras distintas clases de personas, que serán buenas o malas, que te aran sonreír o te harán navegar por un mar de lágrimas, lo importante es no detenerse, ¡aunque tengas el alma partida!, ¡fragmentada en mil pedazos!, ¡aunque ya no te queden fuerzas!, ¡aunque tus ojos estén secos de tanto llorar!, ¡no debes rendirte!, porque algún día conocerás a personas maravillosas, que te amaran y te harán sentir en casa, y aprenderás nuevamente a valorar las pequeñas cosas de la vida y te agradecerás el ser fuerte, porque para entonces, cada tormento habrá valido la pena - decía Gina mientras sentía un nudo en la garganta - y en cuanto a que paso con ella, sigue peleando, porque tiene a muchos seres amados a los cuales desea proteger.

-sabes, yo sé que soy un monstruo, pero que debía hacer, ya estaba harta de llorar, y por más que pidiera ayuda nadie me habría salvado, solo me ignorarian y me llamarían mentirosa, una usuaria de magia obscura, para sus ojos es perversa, ¡no es capaz de sentir!, no puede llorar, pues ellos creen que somos seres sin alma, que no poseen miedo y si lo tenemos nos acusan de falsas, ¡que solo fingimos!, estamos condenadas a morir tristes, en soledad. Por eso cuando él me miró y me hizo sentir amada, mi corazón no pudo evitar entregarse, con la esperanza de tener al fin mi final feliz, como en las historias que leía de niña. Pero ahora no importa si salgo con vida, si la realeza se entera, me cazarán como a un animal, no tengo a donde ir.

- si en este reino no eres bienvenida, entonces eres libre de partir, en Azula, serás bienvenida, y así serás libre de ser quien tú quieras y de elegir tu camino, sin importar tu color, casta, o el tipo de magia.

- un lugar así existe - dijo la pequeña mientras sus ojos cobraban brillo y se abrían de par en par por el asombro, es un sueño muy hermoso. Pero ahora ya es muy tarde, estoy a punto de morir, mi cuerpo agoniza y mis heridas son profundas, me están drenando la sangre, es por eso que necesitaba tu cuerpo, para poder vivir y volver por los otros.

- te refieres a los hijos de los nobles que han sido raptados, ¿no es así?- pregunto Gina.

- así es, son usados como sujetos experimentales y las pociones hechas con su sangre son vendidas al reino de Cales, eran 17 niños, conmigo 18 contando a los nobles, pero había más cadáveres de niños plebeyos que no fueron reportados, ahora quedan 8 o 9 los demás están muertos, han Sido asesinados por lord Yonik y sus abominaciones.

- Entonces toma mi cuerpo si intercambiamos almas, mi alma sanaría tu cuerpo y tú le darías la ubicación de los niños al general Kilian y así procedemos el rescate, esa sería tu redención.

- realmente eres ilusa, que te hace pensar que estando a salvo, te devolveré tu cuerpo - exclamó la pequeña.

- por qué sé que no eres una villana, y aún estás a tiempo de cambiar las cosas, tu futuro, de ir por tu final feliz.

- pero qué tonta - sonrió conmovida Valloled, mientras una niebla obscura la envolvía y la pequeña se transformaba en una jovencita de 16 años.

-Muy bien, la misión está a punto de empezar- exclamo Gina satisfecha.

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