Lucero al ver que ya no podía burlarse, salió del consultorio.
— Decano hoy tengo algo que hacer yo…
— Cristina crees que aún eres la prometida de sr. Ortega, has terminado con el y no tienes tantos privilegios como antes, si te digo que vengas, solo hazlo.
Su voz era desagradable, Cristina suspiró, quería ir y preparar la cena de Eduardo, pero era mejor asistir a esa estúpida cena.
— Decano, estoy dispuesto a ir.
— Eso es bueno, debes tener cuidado apartir de ahora.
— ¿Pero?
Interrumpió Cristina
— Lo hago solamente por darte cara, no olvide que si yo quiero puedo volver con el, y su puesto es el que estaría en juego, no me amenace decano, debe ver todo antes de actuar, además debería asegurarse de aquíen le hablas de esa manera.
Luego colgó, ella se derrumbó en su asiento, no tenía pensado volver con esa persona, de hecho no podía perder el trabajo, pero lo que le dijo al decado fue por impulso.
— Que estupideces hago.
Salió del consultorio y entro en el baño, cerro la puerta, del cubículo.
En ese momento la puerta principal se abrió.
— Escuchaste, esa mujer con una llamada hizo que la atendieran primero y los mejores de nuestro hospital.
— Que envidia
— Ya quiero ser yo, esa mujer.
— Jajaja que tonterías dices.
— Por qué serían tonterías, si esa mujer pudo por qué nosostros no.
— Tienes razón, además el sr. Ortega es bastante guapo
— Es cierto, tal vez ser amante no sea tan malo.
— Ajajaja
Todas rieron, Cristina suspiro, definitivamente las personas son ciegas.
— Por cierto no creen que la doctora Soriano, también es una desvergonzada.
— Es cierto, obviamente su puesto fue ganado por el sr. Ortega, pero aún secree lo mejor
— Es tan molesta esa mujer
— Yo renunciaría
— Lo que le está pasando se lo merece
— Si, tras de ser engañada tiene que ser la obstetra de la amante jajaja.
la puerta se abrió de golpe, todas miraron con caras tensas.
— ¿que, por qué no continúan?
una de ellas tose y dice mientras huye.
— Vamos regresemos antes de que nos pille el supervisor.
El baño volvió a su paz inicial, Cristina se miro en el espejo, sentía que su pecho se sentía apretado, por qué las cosas son tan injustas con ella.
— Nisiquiera se si podré darle un hijo, me rechazó después de todo, cómo se supone que luché, además me contradigo en cada momento, en qué me diferenció de lucero, tendré que tener un hijo para poder escapar.
Sus lágrimas corrieron por sus mejillas, después de todo aún sentía la injusticia, cómo podía dejar pasar eso, por qué le pasa esto.
Hecho agua en su rostro, sus ojos estaban un poco rojos, después de lavarse y secar su rostro, salió con una sonrisa profesional.
ese día salió temprano del trabajo, llegó a la mansión y preparo el almuerzo, de hecho Mari no quería cansar a la señora, pero el maestro solo comía las comidas de la señora.
— Lamento que tenga que hacer esto.
se disculpa mari.
— No te preocupes estoy bien, no estoy cansada, verás, saldré pronto no podre llegar a cenar, por lo que no cenaré con él, hay varios aperitivos por si le da hambre y a la hora de la cena puntual dale esto.
— Lo tengo
— Deacuerdo iré a cambiarme.
Ella subió a su habitación, cuando cerro la puerta, otra se abrió Eduardo salió de la habitación y llegó a la sala.
— Dónde está ella ahora
— La señora, se está arreglando, dice que tiene que salir, no llegara a cenar, pero no sé preocupe maestro ella dejó la cena lista.
Eduardo no dijo más y empezó a comer.
Cuando Cristina bajo, el iba subiendo, ambos se encontraron, ella sentía mucha vergüenza.
— Hola
Llevaba un pantalón azul claro, una camisa azul claro que remarca sus curvas, chaleco blanco y tacones blancos, y un bolso negro.
—¿ir?
Dijo mientras observaba su atuendo
— Iré a cenar con el decado, me pidió que fuera.
El Asintió.
— ¿te preocupas por mi?
El no la miro y subió, ella respiro hondo ya tenía problemas con su familia, luego el trabajo y ahora el.
" será mejor que arregle esto.
ella beso su mejilla.
El olor de su perfume inundó su nariz, este no era un olor molesto, diría mejor que era agradable.
— Te veo luego.
Ella se alejo, su olor quedó unos minutos en el lugar luego se desvanecio.
El continuo hacia su habitación.
Cristina llegó al restaurante, fue guiada a una habitación privada, en el lugar vio a las otras personas.
“ Era de esperarse”.
Al entrar, Guillermo no pudo quitarle los ojos de encima, lucero al ver esto se enojo y se recostó en su pecho para llamar su atención.
Cristina suspiro en sus adentros, se sentó junto al director Ramírez, ya que lo conocía, el rostro serio del decano se volvió amigable y dijo.
— Señor Ortega, un gusto verlo de nuevo.
— Decado cómo ha estado.
— Bien, bien jajaja
Cristina no participo en su conversación, pero lucero no pensaba dejarla en paz.
— Guillermo, cuando Nasca nuestro bebé quiero que Cristina sea quien me ayude a dar a Luz, puede ella hacerlo.
Su voz era coqueta, Cristina apretó sus manos, ya se estaba pasando esta mujer, además era la amante de su ex.
Sus ojos se encontraron con los de Guillermo.
— Me niego
Dijo mientras aún lo miraba, el rostro del decano se oscureció, Ramirez, toco su mano para llamar su atención y trato de calmarla.
— Dejar pensamientos innecesarios atrás, eres una profesional.
Guillermo miro sus labios y sonríe.
— Si me lo ruegas, no lo permitiré.
Lucero palidecio y dijo agraviada.
— Guillermo yo.
— ¡Cállate!
Regaño el, lucero dejo de hablar.
— ¿rogarte?
— Todo terminara con una palabra tuya Cristina, deja de ser terca.
En ese momento solo se escucha sus dos voces, el decano miro a Lucero y luego a Cristina, también prestó atención a su conversación, la duda llegó a su pecho.
Cristian sabía que si aceptaba, le diría que no diera a luz al hijo de Eduardo, sabía que el podía ponerle las cosas difíciles, si no aceptaba.
— También puedes llamar a mi tío, tal vez te saque de este aprieto.
Las manos de Cristina se apretaron, miro alrededor, no supo cómo responder, Guillermo se levantó y se sentó a su lado y se acercó a su oído.
— Solo una palabra, solo hazlo, no tendrás que pasar esta vergüenza.
El se recostó a su lado, esperando su respuesta con anticipación.
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Comments
Regina Gomez Duque
El tal Guillermo se cree la Coca-Cola del desierto jaja tan narcisista
2023-11-21
5
Zenaida Leon
son tan insoportable como desvergonzados este Guillermo y la Lucero 🤨🤨
2023-11-20
0
Mabel Figueroa
cómo no renuncia y se terminó. ☘️🥾🇦🇷🇦🇷
2023-11-16
1