No puedo creer lo que ven mis ojos.

...DANTE: ...

La cubrí la boca para acallar sus gemidos, mientras me venía en su interior, mientras ella gritaba viviéndose minutos después de mí.

Me dejé caer en la cama a su lado, agotado pero más relajado después de varios días.

—eso ha sido increíble—dijo la chica aun jadeando.

—me gusta complacer—dije con una sonrisa.

—pues lo haces de maravilla jefe—me elogió, regalándome una sonrisa, pero no respondí y mi mente vagó.

Desde que tuve esa estúpida pelea con Luka, hice lo que me pidió, ir a pedirle perdón a aquella chica, pero luego me enteré de que la había dado días libres, por mi metedura de pata.

¿¡Para qué demonios me dice que vaya a pedirla disculpas si luego no estará?!

—¿podemos repetir?—dijo la chica de cabello rubio que me miraba con una sonrisa.

Creo que su nombre Marina, una de las strippers de mi local.

Lo cierto es que no entraba en mis planes tener que acostarme con ella, iba a llamar a Valeria, pero se está veía tan dispuesta, que no pude negarme.

—quizás—dije con una sonrisa, pero mi móvil vibró y alargué mi mano para dar con el.

Era un mensaje de Alan, que leí.

...¿De verdad no vas a venir? Luka acabará con todas las bebidas de tu local....

El mensaje iba acompañado de una imagen, donde se veía a Gian y Luka con dos botellas en la boca.

Suprimí una sonrisa y me apresuré a escribir.

...Siempre y cuando lo pague, puede beber hasta reventar....

Volvieron a enviarme más fotos, pero esta vez por el grupo que compartíamos todos, que se iban alternando simultáneamente, pero mi sonrisa se borró cuando algo captó mi atención, de la última foto que me enviaron mis amigos.

¿Estaba tan molesto que ya la veía por todas partes?

Hice Zoom a la imagen de Gian para ver mejor, se veía que era ella, estaba sentada al lado de un chico en la barra.

Le escribí a Luka en privado y le pedí que me hiciera una foto a la barra, pensé que iba a cuestionarme, pero me la hizo enseguida y me la envió.

Debe estar bastante bebido ya.

Solo la podía ver de perfil, pero la reconocí, en la imagen, aquel chico estaba acariciando su mejilla.

¿Será el novio del que mencionó?

Antes que pudiera reflexionar en lo que hacía, me levanté abruptamente, vistiéndome a toda prisa.

—¿Ya te vas? Supuse que íbamos a repetir—soltó Marina haciendo un mohín como una niña pequeña.

—lo siento, algo surgió, quizás más tarde—dije, saliendo de la sala después de haberme vestido.

Salí del local de camino a mi coche y en dirección al club donde estaban mis amigos.

¿Qué demonios estoy haciendo?

Ya había dicho desde un principio que no quería ir a beber con ellos, estaba demandado de mal humor para lidiar con lo pesados que se ponen cuando beben, pero ahora aquí estaba yo, yendo hacia allá, por haber visto la foto de una simple Stripper.

Al llegar al local, este estaba abarrotado y los protagonistas, eran como no, mis amigos, se habían hecho con el Club, había varias chicas que los acompañaban.

Miré hacia la barra donde antes estaba ella, pero no había rastro de ella, lo que me decepcionó.

¿Se habrá ido?

Miré por todo el club, buscando algún rastro de ella, pero no había nada, tampoco es que tuviera una vista de lince.

Como sea, pasé de largo antes que mis amigos me vieran y me dirigí hacia al despacho que estaba en la segunda planta.

Me dejé caer en el sillón y encendí el monitor, donde estaban las cámaras de seguridad.

¿Quizás debería llamar a alguien para entretenerme?

Seguí pasando, pantalla tras pantalla, sin verlas del todo, pero mi dedo se quedó estático al ver una vez más a aquella chica.

Pero no estaba sola, sino con un tipo de cabello rizado y se estaban dando el lote, pero bien.

Diría incluso que eso sería quedarse corto.

Ella estaba encima de él, y ella se movía, mientras ambos seguían besándose.

¿Esto es en serio?

Por algún motivo, ver esto me hacía sentir realmente molesto, apreté los puños.

Los minutos pasaron y siguieron sobándose a base de bien, el imbécil le metió la mano por debajo de la falda, no podía verlo bien, pero por su cara, me intuía hasta donde llegaba sus manos.

Me armó un escándalo por qué yo era un pervertido, pero ahora estaba dejando que ese idiota la masturbara en un lugar público.

Estaba apretando con tanta fuerza mis manos, que mis nudillos perdieron color y se quedaron blancos.

Cabreado más que nunca, apagué el proyector de golpe.

Sé que si seguía viendo eso, acabaría por ir a ese reservado y sacarla de allí.

¿Por qué demonios me molesta tanto?

¿Será por qué Luka me obligó a disculparme con alguien que se hace pasar por alguien digna?

¿Cuándo claramente, se ve que de digna tenía poco?

¿O será por el hecho que no estaba acostumbrado al rechazo?

Volví a encender el monitor y lo que vi, me dejó tan fuera de sí, que me levanté de golpe, dando un fuerte golpe en la mesa.

—¿¡Qué cojones?!

¿¡En serio se le estaba chupando?!

Pensé que iba a perder la razón, la sangre me bombeaba con fuerza, el corazón me latía a mil por hora y pensé que iba a explotarme la cabeza.