No volveré a participar en algo como esto.

...DANTE:...

Estaba sentado, con los brazos cruzados, pensado que mierda hacia aquí y por qué había accedido a esta aburrida despedida de soltero.

Pero en fin, todo sea por los amigos, ¿no?

Aunque Cristian es más amigo de Nik que mío.

Al menos era divertido ver lo nervioso que se ponía y el ademán que hacía por mirar a todas partes, excepto a las strippers.

Pobre hombre, estaba enamorado de la mujer equivocada.

Todos ya sabían, lo azorra que era Lina.

La muy… en una fiesta, prácticamente se abalanzó sobre Luka y al sentirse rechazada, cambió la historia y dijo que fue Luka quién se le insinuó.

Todos creímos a Luka, ya que sabíamos que siempre que Lina se emborracha, quiere tirarse a lo primero que ve.

Pero el muy imbécil de Cristian, hizo oídos sordos y le creyó a su novia, dejando de hablarse con Luka.

No hay más ciego, que el que no quiere ver, dicen.

Otra música empezó y otra mujer entró al escenario, tenía el cabello castaño o al menos eso podía ver desde aquí, llevaba una bata trasparente, que pronto se quitó, dejando ver lo que había dejado.

Sus movientes eran buenos, sabía moverse, pero era decepcionante que solo llevará un simple body, aunque este le quedaba demasiado bien para su propio bien.

Mordí mi la lengua, para no reír, al imaginar la cara de espanto de Cristián, si aquella chica se desnudara frente a él.

Sí, eso sería mucho más divertido.

Seguí observando a la stripper, que se deslizaba por aquel tubo, como si este fuese parte de ella, con esos tacones terriblemente altos.

—qué desperdicio que Luka, nos haya prohibido tirarnos a sus chicas—murmuró Nik a Alan a mi espalda.

Y luego soy yo el ninfómano.

Alan se rio entre dientes y después añadió.

—lo hizo precisamente para que tú y tu amigo amargado de allí, no arruinen su negocio.

¿A quién cojones está llamando amargado?

Me giré bruscamente para darle una patada a Nik.

—¿Por qué soy yo quién recibe el golpe, cuando es el quién te llamó amargado?—se quejó Nik.

Por que te estás riendo, cabrón.

—prefiero ser un amargado, que un pedófilo—le respondí.

—lo dices, como si lo hiciéramos con niñas de catorce años—respondió molesto Alan.

—pues casi, incluso si me dices que tienen dieciocho, siguen siendo niñas—les recriminé.

—no eres el más indicado para venir dando consejos de moral—se burló Nik y yo preferí dejar el tema, antes que la cosa acabará mal, como de costumbre.

Es molesto que me pongan en su mismo sacó, no soy alguien que se tira a cualquiera como ellos, principalmente las prefiero un poco más mayores y esa pobre chica que le habían puesto los ojos encima, no debía tener más de unos pocos veinte años, por su altura y cuerpo.

Es una regla que tengo, nunca acostarse con niñas, nunca sale bien, ya lo intente una vez y casi acabo en la cárcel, aunque el motivo no fue justamente por el sexo.

Las niñas son muy enamoradizas, se llenan la cabeza de falsas esperanzas e ilusiones que luego, cuando estás no se cumplen, quedas como el malo de la película.

Por ello, prefiero a una mujer con más edad, que entienda lo que, verdaderamente, es el sexo sin compromiso, solo placer, sin ataduras ni molestias, un simple polvo y cada quien por su camino.

Por eso me gusta tanto Valeria, sabe qué solo estamos para sexo y no me exige cosas imposibles, sin mencionar que es bastante dócil en la cama.

Si todas las chicas fuesen así, que bien seria…

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***