Mi hermana Laila.

Saliendo del área de pruebas decidimos ir directamente al dormitorio, pues el día fue bastante pesado como para hacer algo más. Durante el camino al edificio central solo podía pensar en lo grandioso que sería llegar a mi habitación y encontrarla por fin amueblada, pues que mejor que llegar a estrenar mi gran cama y jugar videojuegos un rato.

Mientras las chicas y yo caminábamos por la gran calle principal, les hable de como fui con Abaddon y Xen en la gran búsqueda de armar las habitaciones perfectas, y para mi sorpresa, Tokyo menciono que las habitaciones contaban con reflectores los cuales creaban hologramas dentro de ellas, lo cual servía para simular el cómo se vería tu habitación con los distintos muebles que se encontraban dentro de la tienda virtual, a la cual podías acceder por medio del brazalete que nos entregaron el primer día. Me sorprendí bastante. Si me hubiera enterado de eso antes habría ahorrado tiempo, pero no me arrepiento del grandioso día que pase con ambos chicos.

No tardamos mucho en llegar al edificio. Al entrar al vestíbulo saludamos a Max y subimos directamente a nuestro piso. Las chicas y yo nos separamos en cuento llegamos. Mia y Tokyo decidieron ir un rato a la sala de juegos mientras que el resto de nosotras fuimos directo a nuestras habitaciones.

Al entrar a mi cuarto, me sorprendí demasiado al ver lo hermoso que se veía. Las paredes eran de un hermoso tono azul claro gracias a las luces led que se reflectaban en ellas. Mi perfecta cama nueva, el escritorio e incluso la lampara de agua, todo estaba ahí ordenado perfectamente. No pude evitar tirarme en la cama la cual se sentía muy cómoda. Solo pensaba en lo rápido que podría quedarme dormida. Por fin sentía mi habitación tan cálida, como si estuviera en casa con mis padres y mis hermanos.

Mientras pensaba en mi hogar, llego a mi Sutop una llama inesperada. Era alguien a quien aún no tenía registrado. Extrañamente la primera persona que vino a mi cabeza fue Suyen, el vicepresidente del consejo estudiantil. Pensé que tal vez podría llamarme debido a la propuesta que me hizo Crystal, y ya que ella parece un tanto especial, su mano derecha es el que tendría que contactarme, pero mi intuición fue errónea, pues al contestar, era nada más y nada menos que mi hermana, Laila.

– ¿Hablo con mi pequeña hermana debilucha? – Menciono en tono de burla.

– Cuanto tiempo sin saber de ti pequeño demonio. – Respondí entre risas.

– Creo que ya lo sabrás, pero Ethan me compartió tu contacto. Lamento no haber estado disponible antes, pero ya sabes, uno que es fuerte tiene que salvar al mundo. – Uso un tono sarcástico y en su voz se escuchaba la emoción. – El me conto lo que paso. Me dijo que fuiste a buscarlo en su cueva presidencial. ¿Qué piensas acerca de que el ñoño es el presidente?, ¿eh?, seguramente estas muy sorprendida.

– Claro que me sorprendió. Muy rara vez me hablaban de la escuela y ahora entiendo por qué. Pero estoy feliz de saber que son importantes aquí.

– Es hereditario ser perfectos… a excepción de ti, tu eres adoptada. – Comento entre carcajadas.

– Ja, ja, muy graciosa. – Replique. – Tal vez sea adoptada, pero al menos soy más alta que tú.

– Serás alta, pero no eres fuerte. – Volvió a burlarse. – Bueno, bueno, basta de verdades. Cuéntame, ¿qué tal tus primeros días?, ¿ya tienes amigos?, ¿ya amueblaste tu habitación?

– Bastante sorprendentes e impactantes, hoy fue algo pesado por las pruebas. Si, ya tengo amigos, además de Mia claro, y si, hoy llegaron los muebles a mi habitación, son bastante cómodos. Me sentí como toda una adulta independiente cuando fui a comprarlos. – Respondí a sus preguntas con emoción.

– ¡Oh, es cierto!, Mia me conto que también había sido aceptada, tuve que guardar el secreto para que fuera una gran sorpresa. Seguramente te emocionaste bastante al verla.

– Claro que lo hice. Me siento mejor con ella aquí.

– Eso es bueno. Me alegra que estes tranquila. Se que no tuvo que ser nada fácil enterarte de la verdad, y sé que aún debes estar agobiada por tantas preguntas que se vienen a tu mente, pero con el tiempo lo entenderás y aprenderás a vivir con ello. Además, nosotros estamos aquí para apoyarte, y no solo Ethan y yo, sabes que también cuentas con el apoyo de nuestros padres, aunque se encuentren lejos.

– Lo sé, y realmente lo aprecio. Deberíamos comer juntos un día de estos.

– Claro que lo haremos, iré a molestarte con frecuencia… por cierto, ¿quién es tu profesor?

– El señor Simon Johnson.

– ¿¡Pepito el grillo!? – Exclamo con gran sorpresa.

– … ¿Qué? – Pregunte confundida, pensando si se había cortado o me había entendido mal.

– Si, Pepito el Grillo, yo le digo así al tío John. – Dijo entre carcajadas. – Es mi más grande consejero después de Ethan y Axel. Nunca me dio clases, pero es super buena onda. Además de que es amigo de nuestros padres.

– Si, me lo dijo, pero es gracioso que le digas así. No sé porque me sorprendo si te conozco de toda la vida. – No pude evitar reírme por su comentario.

– Ya sabes como soy, por eso es imposible no amarme. – Volvió a reír. – Bueno sabiendo que Pepito es tu profesor, con mayor razón iré a visitarte con frecuencia, o al menos lo intentare ya que soy una mujer bastante ocupada y solicitada, pero podríamos almorzar los cinco juntos el fin de semana.

– Claro, los cinco, porque tu sin Axel no puedes vivir. – Axel es el novio de mi hermana, además de ser el mejor amigo de Ethan. Es como mi tercer hermano de tanto que he convivido con él.

– Ay, no es así. Él es el que no puede vivir sin mí.

– Si claro. – Respondí sarcásticamente.

– En serio, te lo juro. – En ese momento se escuchó algo sonar del lado de Laila. – Hablando de él, me está llamando. Tengo que irme, te envió mensaje más tarde que mi amado me espera.

– Esta bien. Cuídate. Salúdame a Axel.

– Tu igual. Nos vemos. ¡No olvides tomar agua! – Menciono Laila animadamente antes de colgar.

Me alegro hablar con ella. Quería contarle más acerca de mi experiencia con las armas y como logre hacer que el profesor sangrara en la prueba de combate cuerpo a cuerpo. No me desanime, pues afortunadamente estamos demasiado cerca así que podría hablarle de todo otro día.

Al pensar en comida me entro un poco el hambre, así que decidí ordenar una hamburguesa a mi habitación desde el Sutop. Tener compras virtuales ayudará bastante, además de que será más cómodo. Mientras esperaba la comida, decidí jugar videojuegos. Le mande un mensaje a Abaddon y a Xen para que se unieran a una partida de juegos conmigo. Los tres hicimos una llamada y les conté lo que Tokyo me había dicho de como compro ella sus muebles. También hablamos sobre las pruebas y como Xen aún sentía el dolor de los golpes que recibió del profesor en su cuerpo.

Media hora después escuche un ruido por mi ventana, y al voltear a verla había un dron con una bolsa afuera. Les dije a los chicos que esperaran un momento y me quité los audífonos para abrir la ventana. Al hacerlo la pequeña maquina dijo: “Entrega para Kira Gastrell”, tome el paquete y se despidió con un “Gracias por su compra”. Cerré la ventana y abrí la bolsa, haciendo que saliera el delicioso aroma a comida. Fue sorprendente la experiencia de la entrega de comida, por lo cual me fue inevitable no contarles a mis amigos la experiencia. Solo por querer ver el dron también, los chicos pidieron algo de comer.

Mi día termino en juegos, carcajadas y deliciosa comida. Y cabe destacar que por fin logre descansar en una cómoda cama solo para mí.

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